miércoles, 15 de octubre de 2008

El penoso éxodo hacia Cuba

Si bien no se ha dicho directamente, los medios colombianos cada día lo sugieren con más convicción: el fracaso del capitalismo forzará a los pobres de EE UU a buscar oportunidades de educación y salud en Cuba, lugar en el que no se ha visto toda esa libertad salvaje y "criminal" de los bancos. Previsiblemente, en el país del sicariato y la rentabilísima protesta profesional afloran por manadas los maestros de moral que predican contra la codicia (son los mismos empresarios del sicariato y de la protesta, pero ¿hará falta decirlo?).

En todo caso, eso no es nada, no importa realmente: uno no puede dejar caer un billete de 50.000 pesos en la carrera Séptima y sorprenderse de que al desandar el camino ya no esté. Lo atroz es que la caída de los mercados y la implosión de la burbuja financiera agravia terriblemente a millones de colombianos que siempre han condenado la especulación y el capitalismo y se sentían agraviados cuando los especuladores ganaban dinero por montones.

¿Cómo no van a aparecer los pensadores que halagan a personas tan dispuestas a razonar así? Si uno está hecho de esas certezas encuentra quien se las confirme, como el billete caído encuentra quien lo recoja o como la muchacha del escote generoso encuentra quien la piropee. Lo que importa es haber dejado caer el billete: estar ciego ante la propia realidad y dispuesto a creerse en condiciones de sermonear a sociedades tan distantes de las nuestras como lo estaría Bach de un macaco.

Claro que no sólo en Colombia se despiertan fervores ante el final del capitalismo: están por todas partes, en toda Sudamérica la vieja Utopía encuentra un resquicio, muy reforzada, claro está, por la promesa que trae Obama con la ¡audacia de la esperanza! (según la politóloga vasca Edurne Uriarte "una de las expresiones más idiotas de la historia política"), gracias a la cual, por fin esos gringos van a superar su racismo y a asimilarse a la gente civilizada.

No sólo renacen las certezas que parecían haberse evaporado tras la caída del muro de Berlín, sino la confirmación del rumbo luminoso emprendido por la mayoría de los países de la región. De hecho, la fuga hacia Cuba es una sugerencia vaga de la prensa colombiana, el Gran Emisario de la Esperanza es mucho más audaz: ¡Estados Unidos irá al socialismo! Los pueblos no se suicidan. ¿Adónde va a ir el mundo tras el fracaso del capitalismo?

Aunque EE UU no vaya al socialismo, no faltan los que anuncian la caída de su imperio. El autor del texto enlazado razona con tanta audacia en su esperanza que encuentra una confirmación en la impunidad con que Chávez ofende a EE UU. Es la paradoja de esta gente, paradoja que el dicho "del ahogado el sombrero" expresa a la perfección: si se derriba al tirano que intentaba matar a un ex presidente estadounidense, hay ocasión de clamar por las muertes de civiles que se cometen tratando de contrarrestar la intervención, pero si no se hace caso a un remedo bocón de ese tirano, entonces es que el imperio está de capa caída.

Los interesados en las causas y efectos de la crisis encuentran en muchos sitios datos y análisis de economistas y personas más enteradas, aquí interesa comentar las reacciones ideológicas que se producen en nuestro medio: ¿cómo es que algo tan monstruoso como el comunismo sigue encontrando simpatías en nuestras sociedades? Bueno, ya lo he dicho muchas veces: el chavismo expresa los anhelos de los sectores más reaccionarios de Hispanoamérica, la resistencia de un orden preburgués que se ha mantenido al precio del atraso y la miseria.

Las "ideas" que acompañan la indignación (y el apego a la Utopía) son las propias de ese orden, casi indistinguibles de su formulación religiosa original: todos esos capitalistas obran movidos por la codicia y su sistema está basado en la usura. Esos "argumentos" sirvieron para despojar a los judíos y expulsarlos de España en la misma época del Descubrimiento de América. De ese enorme crimen salieron prósperos y vencedores los curas e hidalgos. En las sociedades esclavistas de América siguió y sigue operando ese orgullo de no trabajar (labor que corresponde a los individuos de los grupos étnicos sometidos).

Groucho Marx decía que la felicidad está hecha de pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño yate, etc. De ese estilo es la humildad de nuestra casta sacerdotal: siempre se trata de gente resignada a miserables dos mil o tres mil dólares al mes, sin más afán de lucro ni de ostentación. En cuanto se tiene esa renta por pronunciar diatribas contra la desigualdad, el afán de los demás por enriquecerse resulta algo sucio y despreciable.

Lo terrible es que dada la hegemonía que tienen sobre la sociedad habrá mucha gente pobre a la que soliviantan con esa clase de discursos. ¿Cuál es el truco? Ante todo, "vender" lo viejo como nuevo. El caudillo vociferante y tiránico como expresión de una mejora de algo: no ahora sino ya hace sesenta años, tanto Perón como sus sucesores Fidel Castro (el cual estuvo en Bogotá en 1948 invitado por una red de organizaciones afines al peronismo) y Velasco Alvarado encontraron inmediatas simpatías en todo el continente. Chávez es sólo una mezcla de los tres.

De modo que esa condena del trabajo, el cual encuentra su sentido en la riqueza y produce las virtudes que la permiten, laboriosidad y ahorro, gracias a la codicia, sólo es la tradición más rancia y más dañina: la que hace de la violencia el único modo de acceder al bienestar y hace que la gente deje de aspirar a prosperar de otra forma que no sea escalando en jerarquías institucionalizadas (Iglesia, milicia, burocracia).

¿Cómo demostrar que esa mentalidad atávica es lo que hay tras el chavismo? Muy fácil, pensando en los discursos tradicionales de los maestros y universitarios: ¿nadie ha oído las protestas por el saqueo de que somos víctimas en nuestros recursos naturales? Cada persona que las pronuncia cree que tiene derecho a vivir de esa herencia y a dejarle el trabajo a los demás. No es raro el elogio que hace el inconmesurable William Ospina de Chávez:
Recientemente el presidente Chávez, en Venezuela, ha sabido jugar con inteligencia en el escenario de la economía mundial y prácticamente ha duplicado los ingresos de su país por concepto de exportaciones de petróleo.
Ésa es toda la condena de la codicia, aunque siempre los poetas lo expresan mejor. Por ejemplo, Ernesto Cardenal:
Tú has trabajado
veinte años
para reunir
veinte millones de pesos,
pero nosotros daríamos
veinte millones de pesos
para
no trabajar
como tú has trabajado…
¿Y qué es lo interesante de todo eso, aquello que lo relaciona con la crisis actual y con la mentalidad que caracteriza a nuestras sociedades? Podría empezar uno preguntando ¿de dónde saca Ernesto Cardenal veinte millones de pesos? Es muy fácil: el resultado de esa mentalidad atávica al cabo de cinco siglos es que los pueblos de Hispanoamérica no han inventado NADA, no han producido ningún científico ni ningún inventor importante. Sólo vividores y mentirosos patéticos como estos poetas.

Y la mentira funciona de este modo: la gente asume la existencia de teléfonos celulares y redes informáticas a las que se accede fácilmente como un don de la naturaleza, como suponer que existe el tomate de árbol o la arracacha. ¿Nadie recuerda lo que costaba un computador hace veinte años? ¿Y un teléfono celular hace apenas diez años?

Todos los inventos importantes de los últimos siglos han tenido lugar en países capitalistas. Pero el hecho de inventar algo no quiere decir que eso inventado va a llegar a todo el mundo fácilmente. Sin ir más lejos, Marylin Monroe tenía contestador automático en su teléfono. Sencillamente no hubo quien invirtiera en la producción masiva de ese objeto en la década en que murió la actriz.

Pero ¿cómo tiene lugar la producción masiva? Pues debido a que alguien invierte. Adivinen para qué se invierte. Esas inversiones son por lo general riesgosas y muchas veces producen pérdidas. Después del engaño de que las cosas se inventan solas, a las razas de parásitos las engatusan con la suposición de que alguien sabe qué negocio va a producir grandes ganancias. De ser así, Microsoft, Yahoo, Amazon, Google, Youtube, Facebook, Blogger, etc. sólo serían divisiones de IBM.

Y entonces a la gente engañada a la que hacen superior moralmente gracias a que no ha conseguido nada en esta vida, le ofrecen la tercera mentira: que alguien sabe el valor real de las cosas. Por eso las fluctuaciones de la bolsa resultan siempre sospechosas.

La crisis actual es el resultado de un exceso de confianza, pero ese exceso acompañó a una de las mayores expansiones de la economía mundial, expansión que ha permitido por ejemplo que Colombia aumente su parque automotor y que miles de millones de personas hayan accedido a bienes que parecían de ensueño hace dos décadas. El sector en que estalló la burbuja fue el hipotecario, pero es que esa orgía crediticia significó también la construcción de millones de viviendas, al tiempo que gracias a la inversión constante los propietarios de las viviendas multiplicaron su patrimonio.

Se discute mucho sobre la posibilidad de que los gobiernos o las autoridades monetarias cometieran errores, excesos y aun corruptelas. Antes de entusiasmarse condenando el capitalismo y anunciando su fin sería bueno que la gente se informara un poco. ¿Podría contestar el lector qué representan las caídas de este año en comparación con el crecimiento de las últimas dos décadas?

Ahí opera la mentira principal: al parecer el mundo va solo, cuando algo no funciona es que no estuvo la persona apropiada decretando la prosperidad y el bienestar. La crisis actual, una más entre las que siempre ha sufrido el sistema económico basado en la competencia y en la libre iniciativa, resulta la demostración de que lo correcto es la planificación central o quién sabe qué otro disparate aderezado con retórica patriotera de la más deprimente ("A Cuba la respetan" proclama el titán Ospina en el "ensayo" enlazado arriba).

Las dificultades de una sociedad en la que la gente pobre se gana más de diez dólares a la hora se vuelven el pretexto para reivindicar una en la que el ingreso medio es de diez dólares al mes, y en la que los mismos profesores ayudan a prostituirse a las niñas. La gente que conoció la Unión Soviética cuenta muchas historias semejantes: es lo que pasa cuando la inversión no se basa en el anhelo de enriquecerse de quienes ahorran sino en la determinación de un gobernante que dice representar el interés de todos y sólo desea dominarlos.
Por Jaime Ruiz. Columnista de Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

9 Comments:



At <$Comentarios$>, DieGoth

Jaime, te quedaste corto. ¿No se merece al menos una mención el "asesor financiero" del chimpancé? ¿El mismísimo que propone un nuevo "orden económico"?


At <$Comentarios$>, jaimito el cartero

ezcelente articulo Jaime. Yo conozco un país (para más señas queda al norte de Tijuana), un país donde uno puede dejar caer un billete de 50 dolares y la gente de allá muy amable, decente y culta, se lo devuelve a uno. pufff eso es algo que aqui jamás se verá.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.


Era de esperar que los aventureros con espíritus guerreros y de chamanes trataran de engatusar con la crisis financiera. Pero las aventuras disparatas podrían terminar como un ridículo, como esa vez que Chávez regalo petróleo a las “comunidades pobres” de Londres y New York. Por muy pobre que sean las comunidades de esas Ciudades, la gente vive mejor de lo que lo hacia Chávez cuando era teniente coronel, mientras que la gente pobre en Caracas viste con ropa rota y desgastada y comer una vez al día es toda una proeza.

Desde la periferia siempre será más fácil juzgar moralmente que con hechos y no es porque los “pensadores” aquí sean moralmente intachables sino por que no existen hechos que mostrar. Pero más que ello existe la herencia castiza católica, esa que quien la poseyera lo haría “moralmente superior” que al resto de la gente.


Siempre he dicho que el capitalismo en Colombia lo asimila mas rápidamente las personas pobres que viven del rebusque y por lo tanto experimenta de forma empírica las realidades y fuerza del mercado que aquellas que salen de un plantel educativo a dictar cátedra de “moral” las primeras saben que el sentido común debe primar sobre el resto de pensamientos o sentimientos, los últimos tienen tanto orgullo cerril que son incapaces de valor el sentido común.

El SENA debe fortalecerse por encima de todas las cosas si es que se quiere que el capitalismo entre en plenitud a Colombia, no hay mejor cosa que derrumbe la retórica como los hechos y mientras los egresados de las Universidades publicas salgan de esos planteles a diseñar revoluciones el resto no los seguirá si cuentan con herramientas reales.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Diego, pues me pillas completamente desinformado. No tengo ni idea de quién es ese asesor.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Pensador 9.06 AM: Lo pillé, esa comprensión de lectura y esa capacidad de análisis son inconfundibles. ¿A qué hora empiezan sus clases en la Universidad Nacional?


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Brabonel: más que fortalecer el SENA habría que fortalecer las empresas y el empresariado; y a través de ellas el empleo. Lo más urgente sería suprimir la parafiscalidad, pasando esos gastos al IVA, por ejemplo. Después se podría congelar el salario mínimo que pagan las empresas compensando aumentos según la inflación con aportes solidarios del Estado, producto de un impuesto universal sobre los ingresos personales. Otro cambio urgente es suprimir el 4 X 1.000, medida que también castiga la actividad económica. También la doble tributación convendría, para que los empresarios no fueran los únicos ricos que pagan impuestos (como ocurre ahora), impuestos que por lo demás le cargan a los precios, con lo que sólo se consigue desanimar la inversión productiva.

Y de paso sería muy bueno que se acabaran las exenciones y los favoritismos. Un ingeniero, un administrador de empresas o un técnico del SENA podrían resultar muy productivos.


At <$Comentarios$>, DieGoth

http://venezuelanoticia.com/archives/7781


At <$Comentarios$>, Anónimo

Hola.

Los extremos siempre terminan mal, va con su permanente comentario del 'arraigo' vs 'desarraigo'.

Cuba/Venezuela y el comunismo tienen educacion, salud y vivienda gratis pero no tienen espranza: El incentivo de la libertad para questionar y proyectarse al futuro, por la extrema rutina.

El capitalismo extremo padece del problema que se observa en la naturaleza cuando se reunen muchos depredadores que ya han evolucionado al maximo esa capacidad: se hacen trizas llevandose por delante lo que sea.

El equilibrio, insisto, tambien lo observamos, pero literalmente ha sido desplazado, y es por eso que hay que recuperarlo. Sea en economia como en lo demas.

La elite, los flojos, y los habladores de mierda existen en todas partes. Como tambien los que lo quieren TODO y en cuya cuesta arrasan hasta lo propio.

Hay una expresion callejera pero sabia, esa de que 'el que no sabe es como el que no ve', lo que conlleva a 'imaginar' y especular, por eso la educacion, la real y no de propaganda, es esencial a la sobrevivencia y civilizacion, la que nos distingue del resto de animales.

Por eso le corrijo lo que dice en forma extrema sobre contribucion al conocimiento que VALE, CUENTA, y y que termina en CAPITAL, you know.... ECONOMIA.

Si latinoamerica quiere seguro que puede ser jugador respetado en la mesa de pocker, PERo necesita disciplina y ciertamente dejar atras el esclavismo y la pantalleria que ha caracterizado a la elite.

MTR


At <$Comentarios$>, Anónimo

Según Jesucristo: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra (Mt 5: 38-39).