martes, 21 de octubre de 2008

Dos leyes inocuas

Cada día me convenzo más de que, así como para los cargos de nombramiento se exigen unas calidades (estudios, títulos, experiencia), para los de elección popular con más razón, pues fungen como superiores de los primeros. O hacen leyes que es peor.

Dos leyes han sido recientemente aprobadas por el Congreso de la República que sirven para nada. La primera que los usuarios de teléfonos móviles conservarán sus números (debe ser voluntario, imagino) en caso de cambiar de operador. ¿Con qué fin? Para facilitar la migración, exigir más a los prestadores del servicio, y mejorar la competencia.

No obstante, si bien es cierto que poder conservar el numero telefónico cuando se cambia de operador facilita la migración y puede originar un mejor trato de las empresas con los suscriptores, al no haber prefijo que identifique al operador, quien origina la llamada nunca podrá identificarlo, ni saber qué tarifa está pagando, (imagine un 315 matriculado en Comcel o Tigo, por ejemplo) lo cual imposibilita controlar el consumo de minutos y la factura mensual.

¡Qué peligro!, a menos que en el tono de llamada el operador se identifique (esta es una llama a Movistar, por ejemplo, en lugar de “tuuu…tuuu…” ¿lo habrá considerado la Ley?) o que todos ofrezcan planes ilimitados, tarifas únicas independiente del operador, o quien sabe que otra camisa de fuerza para la actividad comercial.

¿Qué será peor, tener que cambiar de número al cambiar de operador (como hasta ahora), o hacer llamadas sin conocer el precio que paga por minuto? Yo creo que había otras formas de profundizar la competencia, y otros controles que imponer al sistema de comunicación predilecto de los maleantes.

También se aprobó una Ley (habeas data) que reglamenta las centrales de riesgo. Nada novedoso, escribir lo que es costumbre, excepto por el articulo transitorio: “quienes se pongan al día en los próximos 6 meses, solo durarán un año en las centrales.” Parece redactada por las mismas entidades que se pretenden regular.

Pero nunca nadie podrá prohibir que unos califiquen a otros: lo hacen organizaciones internacionales con los países, ONG´s nacionales con los gobiernos territoriales, analistas con las empresas y sus acciones en la bolsa (eso es lo que hay), y el ciudadano del común con todos sus semejantes, amigos, trabajadores y hasta familiares. Por lo tanto tampoco una Ley podrá evitar que el sector financiero califique el comportamiento crediticio de los deudores, y lo tenga como un insumo más al momento de tomar la decisión de prestar o no prestar. La información no es pública, está disponible en la Web, pero su acceso está más protegido que las cuentas bancarias, no se puede imprimir, y el solicitante del crédito autoriza a la entidad su consulta.

Las entidades tienen en cuenta además otros elementos: los ingresos, egresos, otras obligaciones y los activos fijos que posea, entre otros; y por último la discrecionalidad que nadie puede cuestionar, limitar o regular.

Las centrales de riesgo pues, son un buen invento: ayudan a reducir los riegos que asumen los bancos lo cuál debe bajar las tasas, y enseñan a los ciudadanos a ser cumplidores de sus obligaciones. Bien “usado” el sistema estimula el crédito, la demanda y el crecimiento, tanto del sector financiero como el de la economía en general.

Por Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
myances@msn.com

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

3 Comments:



At <$Comentarios$>, james bizarre

Es asqueroso este Tipo: El number portability (es decir poder mantener el número así uno cambie de operador) es algo común en los países decentes al norte de Tijuana donde no operan las mafias universitarias que apoyan el cambio de número. pffff Decir que Colombia es un muladar es una tergiversación vulgar.


At <$Comentarios$>, Procopio

Que profundidad la de bizarre....... que estructura mental....... que honestidad intelectual...... que sapiencia suma de dios humanado........ por eso es que james bizarre es un activo maestro de universidad publica.


At <$Comentarios$>, DieGoth

Pues muchos países ya usan ese sistema y en la misma llamada se advierte a qué operador se está llamando. No veo el problema, aunque sí es confuso al principio desprender el prefijo de operadores determinados.

De todos modos a uno sólo le importa a qué operador pertenece un número en el momento de marcarlo, así que mientras avisen en el tono de marcado el nombre del operador, no veo el problema.