martes, 1 de mayo de 2007

Protegiendo a nuestra fuerza de policía

Por Mauricio López – Columnista invitado al Sistema Atrabilioso.
Miembro del programa
Bogotá Fuerte.
jlopez@bogotafuerte.org

Nuestra policía está en un sándwich, por un lado no la quieren los ciudadanos de bien y, por el otro, tampoco la quieren para nada aquellos ciudadanos que delinquen. Ya es hora de que empecemos a proteger a nuestra fuerza pública con compromiso para que puedan hacer bien su trabajo. Tenemos la obligación, como sociedad, de protegerlos en virtud del importantísimo servicio que presta tan necesaria institución.

En mi caso, son contadas las personas a quienes conozco que en una conversación honesta demuestren una actitud positiva y respetuosa hacia nuestra fuerza de policía, y eso es extraño, por qué finalmente, que yo sepa, ninguno de ellos ha tenido que requerir o ser requerido por esta institución o uno de sus integrantes para basar su apreciación por lo menos en una experiencia personal. La verdad parece ser una: somos una sociedad sin afecto ni respeto por una de nuestras instituciones más importantes. Y eso es un grave problema, esperamos mucho y damos muy poco.

Alguna vez, hace ya varios años, a la salida o entrada de algún concierto, me requisaron y tal vez hasta me hablaron duro, hasta ahora esa ha sido mi única experiencia con la policía y en la que basé por mucho tiempo mi apreciación sobre el organismo y sus integrantes (además de las incontables historias sobre policías corruptos).

Así entendí por qué muchos jóvenes, al mencionárseles la palabra policía, automáticamente la traducen a tombo hp en el mejor de los casos, por que cuando se trata de alguno de nuestros jóvenes que podríamos calificar como revoltosos, de aquellos que tiran piedras o usan drogas ilícitas en algún parque a la sombra de un árbol, la reacción tiende a ser mucho más pronunciada y agresiva. Muy seguramente han tenido encuentros con integrantes de la fuerza pública, quienes suelen finalmente escarmentarlos con la amenaza de que se los va a llevar la patrulla o algo por el estilo.

A todos parece olvidársenos muy fácilmente con que clase de personas y situaciones tienen que lidiar a diario los integrantes de la policía -¡y sobretodo con que incentivos y preparación para hacerlo!-, pensándolo un poco creo que no se nos olvida sino que, realmente, no tenemos ni idea.

Todos nos enteramos a través de los medios sobre acciones criminales, pero, afortunadamente, no son finalmente muchos los que han tenido que experimentar situaciones que involucran la necesidad de ser asistidos por la fuerza pública, y de estas experiencias podemos afirmar que no todas son negativas, sino que, al contrario, se constituyen en la minoría.


La policía no es una institución perfecta, pero debería admirarnos profundamente que en circunstancias tan adversas sigan cumpliendo tan bien con su trabajo. Para nadie es un secreto que ganan muy poco, que arriesgan su vida por unos pocos pesos, que estar del lado del crimen les puede generar más ganancias que combatirlo, que mientras la sociedad los considera algo así como un mal necesario el crimen les hace ojitos incesantemente, buscando su alianza con empeño y dedicación. Es realmente increíble que todavía estén de nuestro lado y que hagan su trabajo como lo hacen.

A pesar de todo esto, creo que son muy pocos los casos en que, ante una situación que lo amerite, el policía de la esquina no nos preste su ayuda, ¿o no? Y son, también, muy pocos los casos en que el malhechor no lo piensa dos veces si ve a un integrante de la fuerza pública en las cercanías. Si estamos en una situación de real riesgo nuestros pensamientos se dirigen automáticamente a la búsqueda del policía más cercano, quienes a pesar de su condición desventajosa tienden a estar de nuestro lado. Las excepciones las hay, también hay que admitirlo, pero no podemos seguir juzgándolos a todos con la misma vara. Eso no ayuda para nada.

Esta situación se ve agravada con el dañino fenómeno de la generalización negativa que tanto les gusta practicar a algunos de nuestros medios de comunicación, llenos de personajes que no perdonan oportunidad para transmitirnos su visión triste y pesimista de la vida. Tenemos que demostrarle a nuestra fuerza pública el respeto que se merecen y eliminar la generalización negativa basada en las acciones de algunos débiles y corruptos que se hacen llamar policías, aquellos que defraudan nuestra confianza y la de la institución a la que sirven.

Los cambios necesarios se pueden empezar a generar ya, y lo podemos hacer transmitiéndole a la fuerza pública nuestra confianza y aprecio, cuando nos cruzamos con algún miembro de la institución no pensemos que es un exabrupto saludarlo, ni tampoco un pecado preguntarle si ha tenido un buen día.

Adicional a nuestro comportamiento y actitud, se deben empezar a implementar desde el gobierno nuevos y exigentes programas de desarrollo físico, espiritual e intelectual que incluyan incentivos económicos, que le permita a los integrantes de la policía prepararse y desarrollarse realmente para afrontar las duras exigencias y responsabilidades de su trabajo, a la vez que son recompensados desde todos los puntos de vista. Los medios de comunicación deberían resaltar su labor cuando sea posible, demostrando que en la institución existen no pocos policías muy valiosos y que la sociedad está presta a reconocerlos y recompensarlos.

Este es un tema muy serio, pero para finalizar les presento el siguiente escenario que aunque parece divertido no lo es del todo, tenemos como alcanzarlo: imagínese que en unos años se levantan el domingo confundido y preocupado por cualquier menester al que lo enfrenta la vida en esa semana, ahora imagine que lo primero que se le viene a la mente es la idea de ir al CAI más cercano para buscar consejo y orientación para su vida! En eso se puede convertir nuestra fuerza pública si nos empeñamos en tal sentido, en una institución conformada por seres tan dignos y virtuosos que nos gustaría que nuestros hijos también lo fueran ¿por qué no? Es cuestión de que se establezca el compromiso para tal fin y que se empiecen a dar pasos concretos en ese sentido.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

Seis comentarios:

At <$Comentarios$>, La realista

Durante mi visita a Colombia la navidad pasada, tuve la oportunidad de encontrarme conversando con el comandante de policia de un pequeño municipio, de esos que vivian al acecho de la guerrilla, cuando me disponia a despedirme, le di las gracias al comadante porque consideraba y considero que personas como el cada dia ofrecen su vida para conservar la mia y todo lo aquello que amo de mi pais. Inmediatamente note su sorpresa a lo cual me aclaro que para el no era comun que las personas le agradecieran por ello.
Cuando uno tiene la oportunidad de ver como nuestra policia trabaja practicamente con las uñas y de verdad se ganan una miseria, entonces se aprecia realmente su valor.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

NOTA PARA LA REALISTA:
Efectivamente el trabajo de la policía es complejo y muy difícil: ser blanco permanente de cualquier delincuente, entregar la juventud, la tranquilidad y muchísimas veces el bienestar, son asuntos que se deben reconocer.
Un abrazo.


At <$Comentarios$>, Simpliciano

MAURICIO & REALISTA:

Es curioso, quienes residimos en el el exterior somos dados a reconocer el trabajo y abnegacion de nuestra Policia y tenemos la gentileza de comunicarlo a sus oficiales y tropa.

En mi ultimo viaje ,luego de un tranquilo fin de semana largo por una region antioqueña, gracias al esfuerzo del gobierno por garantizar la seguridad en las carreteras, al pasar por un lugar de ardiende clima y notar patrullas de la Policia con sus jovenes agentes en posicion de alerta, busque al comandante de la unidad, le agradeci por su trabajo y pedi permiso para invitar a los muchachos a un refresco y pasteles, este sub oficial no podia entender mi gesto,me dio las gracias y muy gustoso ofreci refrigerio a la tropa y a el le pedi que trasmitiera mis sentimientos al oficial al mando , a los dos dias ,al regreso,paramos en el mismo sitio, pregunte en voz alta al dueño del restaurante si los jovenes guardianes habian tomado refresco, respondio alguien desde una mesa , si señor , ya tomaron su refresco, y como usted fue quien invito la vez pasada,hoy invito yo, se acerco a nuestra mesa medio un abrazo y los agradecimientos por haber tenido esa deferencia y reconocimiento con su tropa,evidentemente habia aumentado su moral ,acusando de paso por la indolencia de muchos ciudadanos que no reconocen su abnegada mision.

Cada vez que tengo oportunidad , tengo palabras de agradecimiento y reconocimiento a los miembros de nuestras instituciones armadas, y mas de una vez han sido mis invitados....soy asi.

Aprovecho para saludar publicamente ,por este medio, a quienes hacen parte de la Policia y demas instituciones armadas del Pais....

Gracias Mauricio por este comentario...un saludo

Simpliciano


At <$Comentarios$>, Carlos

Tuve la oportunidad de prestar mi servicio militar como Policía Bachiller y conocí la policía por dentro "por dentro". Mucho de lo que dice Mauricio es cierto, pero se debe tener en cuenta que la institución se ha burocratizado y corrompido debido al enorme poder que tiene (la policía es la fuerza principal del Estado, no el ejercito como se cree, y son los que te pueden detener por muchisimas infracciones,contravenciones y delitos).

Aún así apoyo esta iniciativa. Que hay que hacer?


Saludos,
Carlos


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

NOTA PARA CARLOS:
La intención del autor es hacer un llamado de atención a los ciudadanos sobre la necesidad de proteger a la Policía.
Pero qué importante agradecerles y ser amables con ellos. Yo he vivido una cantidad de experiencias con amabilidad, y realmente los resultados han sido maravillosos.
No se si usted sea creyente, pero la Biblia dice, en Proverbios, que la palabra mansa, calma la ira... hay que agregarle que el estrés, el miedo, la prevención, etc.
Un abrazo.


At <$Comentarios$>, Julián Ortega Martínez

(OFFTOPIC) Así tratan Lucho Garzón, Peñalosa, Pastrana y el ESMAD a quienes exigen mejor calidad en el servicio de Transmilenio (incluye fotos y videos).