martes, 15 de abril de 2008

Ese Carlos…

Carlos Gaviria es señalado por sus admiradores como un enorme jurista y casi como el ícono que quieren imitar los pichones de la izquierda “democrática”. Sin embargo, resulta difícil entender como un hombre de semejante talla en lo jurídico, pasa por encima de la presunción de inocencia -juzga y condena sin el menor reato de conciencia- para mantener sus posiciones ideológicas y favorecer a los suyos.

En
la entrevista que le concedió a Cecilia Orozco, Gaviria se refiere al delicado asunto de las investigaciones por paramilitarismo y pregunta “¿Cómo puede hablarse de democracia cuando una cantidad tan significativa de congresistas ha sido elegida con votos de grupos armados al margen de la ley que además son los autores de crímenes horrendos?”

Esa afirmación es entendible en los fanáticos que ignoran los pormenores del proceso judicial, pero resulta aterradora en un personaje que llegó a ser Presidente de la Corte Constitucional, pues en esa pregunta-respuesta, Gaviria no solo pasa por encima de la presunción de inocencia, un elemento mínimo del sistema jurídico internacional, sino que emite un juicio y más adelante profiere la condena que atiende a sus intereses.

De otro lado, la visión particular de Gaviria sobre la investigación de la parapolítica resulta por lo menos llamativa: Acepta que se desprendió del proceso de sometimiento de los paramilitares pero a renglón seguido sostiene que dichas investigaciones han sido interferidas por el mismo que motivó el destape: El gobierno Uribe. Dice Gaviria: “Ocurrió que del proceso de sometimiento de los paramilitares a la justicia (…) se desprendieron estas investigaciones, las cuales, más bien que propiciadas, han sido interferidas por el gobierno.”

Entonces viene una respuesta que parece salida de una obra de Samuel Beckett. A la pregunta ¿Por qué parece ser claro para usted que el gobierno está interfiriendo a la Corte en los procesos de la parapolítica?, Gaviria responde:”Con los incidentes que se han presentado, cualquier persona con sentido común debe tener esa percepción. Esperemos, por ejemplo, a que se aclare el asunto entre el anterior presidente de la Corte y el Presidente de la República sobre la llamada de éste último para preguntar por el proceso del doctor Mario Uribe.”

El recurso es infame: No demuestra ninguna interferencia, ni siquiera es capaz de mencionarla, pero la ausencia de pruebas es compensada con la prepotencia intelectual: El sentido común. Esto significa que si a mi no me resulta evidente la supuesta interferencia, según Gaviria, no es por falta de pruebas sino por la falta de sentido común, ese del que presumen tantos miembros de la oposición colombiana. Sin embargo, quisiera ver a Gaviria con semejante argumento frente a un juez honrado: Señor juez, no hay pruebas, pero usted debe proferir condena por sentido común.

No obstante, Gaviria recurre a la llamada del Presidente al Magistrado Valencia Copete quien presidía la Corte Suprema de Justicia, supuestamente para preguntar por el proceso contra el ex senador Mario Uribe Escobar, lo que ha sido negado por el Presidente al punto de interponer una denuncia contra el ex presidente de la Corte.

Resulta que, según Gaviria, si un ciudadano es calumniado no debe recurrir a las instancias judiciales pertinentes, porque eso es una interferencia. Es más: La teoría gavirista indica que si ese ciudadano ocupa un alto cargo tiene que evitar la confrontación jurídica y por supuesto, no denunciar a los que presume que han cometido un delito en su contra… esa teoría es simple impunidad para aquellos que delincan contra el Presidente.

Pero hay algo sobre esa supuesta llamada que no cuadra: El mercader de las interceptaciones telefónicas, Daniel Coronell, consiguió una llamada que se produjo unos días después de la conversación entre el Presidente y el magistrado Valencia Copete. Si alguno de los dos estaba “chuzado”, ¿por qué no aparece la grabación con la polémica conversación? Mucho me temo que la grabación existe, pero no sale a la luz porque perjudicaría a Valencia Copete y dejaría a Uribe Vélez como la víctima de una calumnia y de paso fortalecería las denuncias de alias ‘Tazmania’.

Pero Gaviria no se queda en los embelecos del sentido común, sino que dictamina, como todo un representante del poder judicial colombiano, que “los paramilitares que apoyaron a Uribe tanto en la primera elección como en la segunda, le hicieron varias exigencias. Y una de ellas fue la de una ley benévola con ellos.”

Bueno… en esto Gaviria entra en una acusación formal contra el Presidente: Los paramilitares apoyaron a Uribe. Y ¿Cómo sustenta esa afirmación el presidente del Polo? Dice Gaviria: “Su apoyo fue lo que en derecho se llama un hecho notorio. Si a continuación se dicta en su beneficio una ley benigna ¿Será una deducción temeraria inferir que había sido convenida y que luego se exigió el cumplimiento del compromiso?”

Pero veamos qué es un hecho notorio: No es una prueba sino un hecho que en razón de su notoriedad, la parte que lo alega está exenta de demostrarlo. Dos ejemplos de hecho notorio: Dice Couture que a nadie se le exigirá probar el hecho de que hayan llegado primero a sus sentidos los efectos de la luz que los efectos del sonido. No hace falta prueba, dice Eisner, para justificar que de noche los objetos son menos visibles que de día.

¡Un momento señor Gaviria! ¿Usted está diciendo que el apoyo de los paramilitares no necesita pruebas? ¿Acaso le parece lo mismo el hecho de que los objetos son menos visibles en la noche que acusar al Presidente de recibir el apoyo de los paramilitares? Gaviria Díaz pasa por alto que el tema del presunto apoyo paramilitar a Uribe no ha sido demostrado y que, en cualquier caso, requeriría un poco más que una forzada acomodación de hechos notorios.

Pero luego Gaviria se contradice y lo que en un momento era un hecho notorio, de repente se vuelve una situación no penal sino política. Antes habló del hecho notorio desde el ámbito jurídico, pero después señala que “hay que distinguir dos tipos de responsabilidad, la política y la penal. Al Presidente le cabe responsabilidad política porque es impensable que él no hubiera estado al tanto de las actividades a las que se dedicaban sus líderes regionales. Ya hablar de connivencia específica del Jefe de Estado con algún grupo es otra cosa, y ahí sí habría que individualizar su responsabilidad, que en ese caso sería penal.”

¿Cómo así? ¿El hecho notorio, citado jurídicamente por un ex magistrado, no resulta válido desde la órbita penal que sugirió inicialmente, sino que se transforma rápidamente y solo tiene validez en el campo político?

¡No señor! Si Gaviria cita un punto del proceso judicial moderno para cuestionar al Presidente, es desde esa óptica que lo está juzgando y por lo tanto, su intento de eludir el asunto con la responsabilidad política no le quita méritos al delito de calumnia que cometió.

El proceso con las AUC

Parece que Gaviria desconoce, o no se quiere acordar, de lo que implica un proceso de paz con un grupo alzado en armas.

Resulta incoherente que Gaviria hable de una ley blanda (a la que no le ha pedido a las FARC que se sometan porque lo “justo” para los asesinos altruistas es la impunidad) como consecuencia de un proceso, cuando en Colombia se han dado acuerdos que ni siquiera han tenido legislación blanda, sino que se convirtieron en pactos de impunidad para los bárbaros, muchos de ellos convertidos ahora en flamantes figuras del Polo Democrático Alternativo.

Lo peor, sin embargo, es que siguiendo la lógica gavirista, muchos desertores de las FARC se están acogiendo precisamente a la ley de Justicia y paz, por lo cual, según el hecho notorio que invoca el ex magistrado presidente del PDA, esos guerrilleros apoyaron a Uribe para después exigirle el cumplimiento de lo pactado… eso es una barrabasada.

El presidente del Polo debería corregir los errores que el mismo reconoce y que tanto han perjudicado al país: “En Colombia hemos adquirido una costumbre muy nociva y es la de juzgar los procesos desde afuera.”

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

6 Comments:



At <$Comentarios$>, Miguel Ángel Gómez

El análisis de la entrevista concedida por el doctor Gaviria desnuda al personaje y a sus seguidores.
Estoy de acuerdo con Gaviria cuando señala que políticamente le cabe responsabilidad al presidente por la cretinada de aceptar esos apoyos en la campaña. Creo que nadie le ha preguntado a Uribe por qué aceptó esos apoyos y´me parece necesario que explique sus mmotivos.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Los mamertos son sesgados, pero gaviria es un criminal. ojalá la gente se diera cuenta del tipo de líderes que tienen y ojala colombia despierte y les de la espalda como se merecen.
El polo es el hb colombiano..... una marcha contra el pda no estaria mal, con todo y destrucción de sedes, como ocurrio en españa por parte de la sociedad civil......


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Una cosa que se me quedó ayer es lo de la Constituyente. El problema, me parece, es la incapacidad del gobierno para aprovechar su popularidad y convocar una constituyente en la que la elección de los delegados esté sometida al umbral del 25 % del censo y en la que haya una propuesta de orientación liberal que reemplace el galimatías totalitario del 91. Puede que las prisas de Carlos Gaviria por convocar una constituyente le salgan caras, pero haría falta un gobierno con mayores ambiciones.

A los interesados en Carlos Gaviria les recomiendo este comentario que escribí hace un tiempo a un texto suyo (es un poco largo).


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

NOTA DEL DIRECTOR PARA MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ:
No se si la posición de Gaviria sea tan real: Conocer los movimientos y nexos de cada uno de los políticos que lo apoyaron, pues eso es posible en un partido que lanza sus propias listas y da los avales, lo que no ocurrió con Uribe, pues él sencillamente recibió el respaldo de unos partidos y podría señalar que él confió en las decisiones de los dirigentes de dichas colectividades. Es que hay algo importante en esto y es la descalificación a Convergencia Ciudadana por parte del Presidente-candidato y la expulsión de algunos aspirantes de Cambio Radical y La U.

Me pregunto: ¿Si esos partidos hubiesen tenido conocimiento de los presuntos vínculos de los ahora procesados, los habrían mantenido? No creo, porque estaba vivo el tema de los "hechos evidentes" que supuestamente relacionaban a Uribe con el paramilitarismo y sus dirigentes, Santos y Vargas no pondrían en riesgo su prestigio por obra de unos cuantos.

Sin embargo, el fondo del tema, es decir, aceptar esos apoyos de algunos de los que están ahora encartados, si merece explicaciones por parte del Presidente.

Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

NOTA DEL DIRECTOR PARA ANÓNIMO:
Rechazo su llamado a la violencia.

Cordial saludo.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

NOTA DEL DIRECTOR PARA JAIME RUIZ:
¿No será que el gobierno quedó curado después de perder el referendo? Es que el poder de penetración que tienen los totalitarios es alto y el gobierno solo cuenta con la favorabilidad del presidente.

Un abrazo y gracias por sus comentarios.