miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Faltan doctores?

El principal factor que sin duda determinará en este siglo la prosperidad de las naciones será la aplicación de conocimientos avanzados a todos los procesos productivos y de organización y relación de la sociedad. Esta verdad de Perogrullo vale para empezar porque no es concebible contestar negativamente a la pregunta del título. Lo que pasa es que una economía boyante puede atraer a los “doctores” formados en otra parte mientras que un esfuerzo de formación que no se corresponda con la oferta de empleos del país puede servir simplemente para permitir a los beneficiarios de esa inversión emigrar con ventaja y a los países receptores ahorrarse enormes gastos en selección y formación de personas aptas para el estudio.

Beneficios concentrados y costos dispersos
Todo eso resulta interesante para evaluar lo que ocurre realmente con la educación superior en Colombia, en particular con las universidades públicas, en las que se va una proporción gigantesca del presupuesto en una tarea que ofrece, en el mejor de los casos, beneficios concentrados y costos dispersos, para usar una expresión con que Alejandro Gaviria alude a los subsidios agrícolas (respecto de los cuales la analogía es increíblemente elocuente, así como el doble rasero con que el gremio profesoral juzga los subsidios que lo benefician). El pretexto de esa inversión es por una parte que el país necesita profesionales con amplios conocimientos para su desarrollo, y que aquellos que no pueden pagarse una carrera universitaria pueden tener gracias a esa inversión una oportunidad. En la realidad, tal como se dice de los subsidios agrícolas, la subvención sólo tiene lugar en desmedro de la productividad, y al corresponder a la estructura atávica de la sociedad termina siendo un factor que en lugar de favorecer el desarrollo del conocimiento lo obstruye.

La Contrarreforma y las castas coloniales
Pocos años después del descubrimiento de América un monje alemán se rebeló contra Roma a causa de la corrupción del alto clero de la metrópoli y atrajo a la mayoría de los creyentes de su región y algunas otras, como Escandinavia. Como reacción, la Iglesia se encerró en su ortodoxia y reforzó todos los elementos de persecución de la disidencia en un proceso que tuvo lugar al mismo tiempo que la corona española, la mayor potencia de la época, se hacía la principal aliada del papado. Las colonias americanas sufrieron al mismo tiempo el saqueo, el exterminio de sus habitantes, la esclavitud y la imposición de esa doctrina retrógrada. Los peores defectos de los españoles de la época, como el desprecio del trabajo y el apego a las rentas improductivas ligadas al poder estatal o eclesiástico, se agravaron en los descendientes de españoles en América. El tremendo estancamiento cultural que experimentaría España en los siglos siguientes fue aún más acusado allí donde no había ninguna tradición de investigación ni crítica. Pero al mismo tiempo la asimilación de la cultura peninsular-mediterránea era una marca que definía a las clases superiores. Las familias influyentes siempre tenían miembros en la Iglesia y en el Ejército, y la primera creó el núcleo de la educación superior, de la universidad. La posesión de un diploma se convirtió en lo que hacía reconocible a un miembro de las castas superiores, y esos diplomas poco tenían que ver con conocimientos reales: si en 1650 no había en Salamanca ningún alumno matriculado en matemáticas, ya se puede uno figurar cuántos habría en los centros de la región andina.

Un poder incuestionable
En cuanto espacio de los de arriba, la universidad jamás ha tenido ninguna necesidad de responder a los demás por lo que se invierte en ella. Propiamente, la idea de que hay un país que es de todos los ciudadanos es novedosa: hace pocas generaciones se habría sobreentendido que no era por igual de los indios y negros que de los descendientes de los españoles. La supuesta apertura a las personas de bajos ingresos encubre que siempre ha habido personas que no son de bajos ingresos y que disfrutan de una educación muy barata gracias a esas instituciones, por no hablar del elemento que más delata a la universidad pública como refugio de esas castas atávicas: el profesorado, formado por el mismo tipo de personas que en la época colonial constituían el clero y dotados de rentas formidables (en comparación con las de la mayoría de los colombianos) sin ninguna evaluación externa. El encaje perfecto del profesorado en el nicho que ocupaba el clero del periodo anterior es tan evidente que a nadie se le ocurre que al profesorado se lo pueda evaluar con criterios externos, que es como si el sacerdote tuviera que responder por el efecto de sus rezos.

Un poder con aspiraciones
Por esos caminos la universidad se ha constituido en Colombia en el principal centro de resistencia del viejo orden contra la sociedad liberal. Las guerrillas, al igual que las asonadas de vándalos, son sólo la materialización de esa función. Es difícil saber qué proporción de los profesores de las universidades públicas tienen por única tarea divulgar la propaganda del Partido Comunista de Colombia, pero al menos en las llamadas “Ciencias Sociales” son la mayoría. Escribir esto siempre tiene el problema de que la mayoría de los lectores no lo sabe y los que lo saben intentan acallarlo. Yo conozco a esos profesores, cualquiera puede averiguar qué ocupación tienen los miembros del Comité Ejecutivo Central de ese partido y de dónde proceden sus rentas. Sencillamente, en cuanto poder intocable por la misma sacralidad que antes tenía el clero (y que otorgan los políticos a uno de los principales pretextos del poder estatal), los profesores se dedican a asegurarse rentas y a aspirar a puestos de mayor poder gracias a la protesta incesante y a la presión de todo tipo en favor de un orden totalitario: de una teocracia en la que el dominio estuviera en sus manos, más o menos como han sido todos los regímenes comunistas.

Que dejen de robarnos para matarnos
De tal modo, la sociedad colombiana se gasta una enorme fortuna en rodear de lujos a sus verdugos, lo cual sólo corresponde a la concepción del esclavismo, en la que la persona de las castas inferiores era parte de las posesiones de los de arriba, de los criollos. Nadie se sorprendería de que con su trabajo contribuyera a financiar la compra del látigo con que se la trataba. Y si algo es un crimen en toda regla, una muestra de bajeza, indignidad, servilismo y estrechez de miras es la pasividad con que la sociedad colombiana tolera eso. En realidad es sólo la manifestación del orden real, de la persistencia del esclavismo. No hay una rebelión contra esa infamia porque los seres humanos degradados a bestias de carga no tienen todavía conciencia de sus derechos ni de que el país es de ellos como de cualquier otro, de modo que la opinión está en manos de los dueños del orden de siempre. Esa profunda resistencia a la modernidad se manifiesta también en instituciones como la “acción de tutela”, gracias a las cuales los contratos dejan de tener valor ante el capricho de los titulares de los juzgados. Bueno, no el capricho sino el negocio específico de proveer favores a sus clientelas. La relación entre la universidad y los jueces, por otra parte, es expresiva del tipo de mundo cuya expresión política es el chavismo. Un triste futuro espera a los colombianos si no dejan de financiar su propio asesinato a través de esas instituciones.

Equidad y educación
La inversión en educación superior es inversamente proporcional a la promoción de la equidad en la sociedad. ¿No sería más equitativo ampliar al máximo la oferta y la calidad de la educación básica, por ejemplo ofreciendo atención a todos los niños desde los tres años, extendiendo la primaria hasta los 15 años, creando opciones de Formación Profesional a partir de esa edad y concentrando esfuerzos e inversiones en promocionar la lectura? Se dirá que la formación de profesionales de alto nivel es prioritaria, pero ya expliqué en el primer párrafo que en caso de no encontrarlos y existir el puesto llegarían de otros países. Pero más sencillo sería simplemente cerrar las universidades públicas, ofrecer créditos y otras ayudas para la expansión de las privadas y proveer créditos blandos a todo el que quiera y pueda hacer una carrera: si emigra a otro país los colombianos le habrían ayudado a mejorar su vida sin necesidad de perder sus propios recursos, mientras que sin duda estudiará con mayor aplicación pues el costo de la educación no sale del despojo de los hambrientos y harapientos. Naturalmente eso suena a herejía en un país en el que la gente va con la cara desfigurada por una pedrada contra un bus que lanzó un asesino que obraba como títere de Molano y la caterva de canallas como él, a ver si con eso pueden hacerse ministros o embajadores vitalicios, y esa persona sólo agacha la cabeza porque sospecha que los doctores tendrán sus razones que ella no entiende.

La enfermedad es el remedio
Esto también lo dice Alejandro Gaviria de los subsidios agrícolas. Es lo mismo que ocurre con la inversión en las universidades públicas: minorías organizadas que obtienen rentas fabulosas con un pretexto al que no corresponden en absoluto, o en todo caso al que responden con niveles de productividad bajísimos, de ahí que haya tantos estudiantes que se quedan varias décadas haciendo su carrera y tantos profesores que no tienen mejor función que preparar su carrera política. Por mucho que un escrito como éste soliviante a los miles de asesinos que sacan provecho de ese despojo, me parece que tarde o temprano la sociedad colombiana tendrá que hacer algo respecto a esa herida sangrante, de la que surge la mayor tragedia de toda su historia, la guerra de las bandas de asesinos comunistas por imponer a punta de terror el mandarinato perpetuo del gremio de profesores. Tal vez no haya ninguna cuestión más importante en la agenda del país en las próximas décadas; incluso puede que los escandalizados de hoy lleguen a comprender la urgencia de una reforma de ese tipo.

Por Jaime Ruiz. Columnista de Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

12 Comments:



At <$Comentarios$>, Javier Moreno

Yo no creo que cerrar las universidades públicas solucione el problema que describe, Jaime. Las jerarquías seguirían existiendo y los educados -unos privilegiados de cualquier maneras- seguirían viviendo de la pobreza de los demás. Lo que sí me parece clave es un esfuerzo por reforzar y mejorar la educación escolar y promocionar la lectura. Eso permitiría que el acceso a la educación superior fuera más equitativo. Las universidades públicas colombianas forman ingenieros, economistas y científicos tan capaces como las privadas, pero los colegios públicos están en clara desventaja frente a los privados a la hora de ofrecer a sus estudiantes una formación que les permita competir para acceder a los pocos cupos disponibles en las universidades (públicas y privadas). De todas maneras otra cosa que se necesita urgentemente es una reforma drástica de esas universidades públicas. Algún esfuerzo se ha hecho en años recientes pero en general siguen ancladas en el siglo diecinueve.

Por cierto, el sistema de préstamos que usted propone debería ir acompañado del interés de las instituciones privadas por expandirse para suplir la demanda que dejaría el cierre de las universidades públicas. Francamente dudo que universidades como Los Andes o la Javeriana triplicaran su cupo de estudiantes de la noche a la mañana. Simplemente no les interesa. En la Javeriana hacen una entrevista de selección. ¿Cuántos muchachos humildes sobrevivirían a los prejuicios de un cura rififí? En los Andes venden precisamente exclusividad, un cierto ambiente, grupos pequeños, la pertenencia a una rosca selecta. Expandirse iría en contra de su manera de presentarse como producto. ¿O es que usted cree que la "casta sacerdotal/profesoral" privada es muy distinta de la pública?


At <$Comentarios$>, galactus

Yo creo que el libre mercado "puro*" no ha generado en ninguna parte empleos para gente altisimamente especializada en universidades sin al menos un minimo de intervencion del sector publico. Claro, una vez la maquina ya en marcha (la industria microelectronica, biotecnologia, etc) ahi si esos sectores privados generan por si solos ese tipo de empleos, financian educacion, etc.

Que la intervencion publica quiera decir (en Colombia y en cualquier parte) el recoger plata de todo el mundo para que unos pocos se hagan a esos puestos bien remunerados es un buen debate, pero creo que hay razones de sobra para creer que si no se hace inversion publica en educacion superior y en infraestructura, lo que van a aparecer es empresas productoras de aceite de palma, y no Samsungs o Hyundais. (lo cual puede ser una vision valida de lo que uno quiere para el pais, claro).


At <$Comentarios$>, Lanark

La "proporción gigantesca del presupuesto" para las universidades públicas, uno de los principales pilares de su argumento, es el 1.34% (tomando un presupuesto de 140.5 billones como lo anunciaba El Espectador) En la oficina de prensa de la Universidad Tecnológica de Pereira sale una carta de unos que hicieron la tarea de calcular las cifras. Yo le sugeriría a don Jaime hacer la taréa también; de pronto le da que no es 1.34% sino 1.35%, o, si estos terroristas de civil mienten con saña, pueda que la proporción gigantesca llegue al 2%.

En el documento dicen:
"los aportes de la nación para todas las universidades públicas durante el año 2004 fueron de un billón cuatrocientos mil millones de pesos ($1.400.000.000.000.oo) cifra muy cercana a la realidad, en el año 2010 los aportes de la nación serían de un billón ochocientos setenta y seis mil millones de pesos (1.876.000.000.000.oo) de los cuales doscientos veinticinco mil ciento veinte millones ($225.120.000.000.oo) se redistribuirían por indicadores de gestión."

Si están haciendo las cuentas bien o mal, se puede verificar mirando los decretos que mencionan y los totales de transferencias. No les tenga miedo a los números, profe Jaime. Los números son sus amigos. Mire cuánto se le han burlado por inventarse cifras al vuelo. Haga la tarea.


At <$Comentarios$>, james bizarre

Sublime!!! Colosal Artículo del Señor Jaime Ruiz. Me encanta que hayas vuelto a iluminar la blogosfera. Un abrazo.

James


At <$Comentarios$>, james bizarre

Lanark es varios ordenes de Magnitud más bajo y asqueroso que Stalin y el Mono Jojoy juntos.
Lo que es la moral de las castas sacerdotales no ha cambiado nada en 500 o 1000 años.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Javier: a menudo pienso que las universidades de elite están expuestas al peligro de convertirse en proveedoras de adorno para los ricos en la medida en que no hay competencia real salvo la de las universidades públicas. Tal vez convendría un examen de Estado para todas las profesiones, como un ICFES para licenciaturas, de modo que la competencia no estuviera estorbada por el prestigio prejuiciado. Las universidades pequeñas y poco prestigiadas podrían expandirse gracias a la contratación de los profesores de las públicas, caso de que se llegara a plantear la idea de sustituir la financiación pública por los créditos.


El problema de fondo es la persistencia de la institución aparte y por encima, como Laputa del Gulliver (increíble retrato avant la lettre del totalitarismo de los siglos siguientes a la publicación de esa obra), que no tiene que responder a sus protegidos o "nutridos" (en el sentido de que el alma mater se traduciría por "madre nutricia).

Galactus, lo invito a informarse un poco más sobre la cultura coreana, pues me queda la impresión de que, como ocurre con la mayoría de los especialistas universitarios, usted atribuye el éxito de las corporaciones de ese país al acierto de una política estatal y no de una cultura milenaria. Puede que Colombia sólo tenga futuro en el mediano plazo como productora de materias primas agrícolas o mineras, pero la transformación de esa realidad en otra en la que prime el "valor añadido" del conocimiento no depende de que se invierta en preparar a los mejores para que sirvan a otros países sino en facilitar la creación de empresas en las que los sabios (por llamarlos de algún modo) puedan producir y exportar con base en el conocimiento.

Lanark, gracias por sus cifras, lástima que yo no pueda ver en qué controvierten mi post. Triste destino el mío, tampoco he podido ver cuándo me han refutado con cifras. Creo que su exhibición de humor no alcanza todavía el nivel de James Bizarre.


At <$Comentarios$>, Javier Moreno

Se le adelantaron, Jaime. Ya hay un ICFES para las licenciaturas. Se llama ECAES. Empezaron en el 2004. Cada año agregan unas cuantas carreras a la lista.

Aquí se pueden consultar estadísticas de los resultados. Antes había una manera de mostrar rankings por universidades pero ahora no la encontré.


At <$Comentarios$>, Electrocutado

En 2006,la cifra exacta es de $4.070.856, equivalente a 9.97 salarios mínimos legales vigentes (de 2006) y se obtiene de dividir un billón 659.875 millones, que fue la cifra que el Estado transfirió a 16 universidades nacionales y 16 universidades del orden territorial o departamental, que atendieron 407 mil 746 alumnos en 2006.

No obstante, los cuatro millones es el medio de los $5.007.988 que, en promedio, reciben las universidades de carácter nacional y los $3.173.930 de las universidades del orden departamental.

Curiosamente la gente se queja por lo mucho que se invierte en seguridad (beneficio para toda la población), mientras les parece insuficiente el gasto en un poco más de 400 mil colombianos. Y el gasto en seguridad es, para 2009, de 4.7% del PIB según afirma Camilo González en México, es decir, en solo 400 mil colombianos se gasta la mitad de lo que se invierte en seguridad para 44 millones.


At <$Comentarios$>, Lanark

electrocutado:
«En 2006,la cifra exacta es de $4.070.856, equivalente a 9.97 salarios mínimos legales vigentes (de 2006) y se obtiene de dividir un billón 659.875 millones, que fue la cifra que el Estado transfirió a 16 universidades nacionales y 16 universidades del orden territorial o departamental, que atendieron 407 mil 746 alumnos en 2006.»

Los salarios mínimos legales que se utilizaron ahí son mensuales, y se comparan con una cifra anual. En salarios mínimos anuales, saldría no 9.97 sino 0.83 salarios mínimos.

Según el artículo señalado, la cantidad transferida a las universidades (120.000 millones) es más de diez veces menor que el valor proyectado para el año 2010 que yo utilicé para comparar con el presupuesto nacional de este año. De modo que la "proporción gigantesca" que saldría con esos datos, es de un exorbitante 0.13% del presupuesto nacional, o menos.

«Curiosamente la gente se queja por lo mucho que se invierte en seguridad (beneficio para toda la población), mientras les parece insuficiente el gasto en un poco más de 400 mil colombianos. Y el gasto en seguridad es, para 2009, de 4.7% del PIB según afirma Camilo González en México, es decir, en solo 400 mil colombianos se gasta la mitad de lo que se invierte en seguridad para 44 millones.»

Sería interesante que alguien contara cuántas personas se benefician directa y apreciablemente del gasto militar. Es decir, cuántos eran secuestrables al alcance de la guerrilla o terratenientes que les pagaban vacuna (a los que tienen líos con los paras, se los comió el marrano). Probablemente esa cifra no llegue siquiera a los millones. Obsérvese que el porcentaje del que yo hablaba es del presupuesto nacional y no del PIB; tomando como base el PIB la comparación con el gasto de defensa es aún más desproporcionada, porque el PIB son como 700 millones mientras que el presupuesto son 140. La defensa sería como el 23.4% del presupuesto contra 1.34% de la educación. Y eso, asumiendo que el porcentaje del PIB no es el 6.7% que obtuvieron Isaza y Campos en una actualización a un estudio científico que publicaron el 2005. Por cierto, la polémica alrededor de ese estudio, y los últimos artículos de Isaza, son lectura recomendable para el que quiera informarse sobre las proporciones del gasto militar y su efectividad.


At <$Comentarios$>, la colombia inclaudicable (lci)

¿Que ira ha ser de esta casta de asesinos ahora que sus "gatilleros" corren en desbandada?, Y más aun, ahora que sus colegas los jueces han monopolizado para si, el jueguito de la parapolitica?
Pueden pasar por la pen$$$$$$$ión.


At <$Comentarios$>, james bizarre

Jaime: Mis comentarios no son humorísticos en lo absoluto. Es decir o se pertenece al bando de la gente decente o al de los totalitarios, NO HAY ALTERNATIVAS. Como en el apocalípsis, si no eres ni frío ni caliente, te escupo de mi boca.

Saludos


At <$Comentarios$>, Anónimo

Sr Ruiz,

me tomo la libertad de hacerle una sugerencia por la importancia del tema.

Que subdivida su columna en varios temas de discusion. Esta cubriendo bastante, y hoy en dia la gente no resiste mas de unos segundos de atencion, por lo que se pierde material que puede aportar a la formacion y reformacion aun de los doctores y eruditos. Incluyendo a los 'practicantes' en el campo de produccion de empresas y de la politica y hasta justicia.

De acuerdo en:

1- que la educacion es vital para lo basico en convivencia y progreso(menos primitivismo, menos irracionalidad en TODO). Por eso la idea de ampliar y fortalecer la primaria me parece tambien importante.

2- en ampliar la formacion intermedia (de aplicacion a medio plazo, pero de amplio espectro).

3- tambien en que hay alguna asociacion casi mistica con la educacion superior y super superior, particularmente con los doctores, tanto asi que se le asigna este titulo a cualquiera especialidad y a quien no los tenga. Como senal de respeto o admiracion.

4- en que la gente con tendencia al totalitarismo (yo la llamaria abusiva y/o aficionados o expertos en burocracia y poder) encuentra el nicho perfecto para controlar una masa de gente en formacion (hijos adoptados gratuitamente, que bien...).

La pregunta es si es un hecho aislado o parte del sistema natural que incluye al sector productivo.

Dudo mucho que sea un hecho aislado, en la realidad, y que por eso mismo se les apunte con el dedo como candidatos perfectos al calvario.

5- en que se necesita aplicar el conocimiento, y esto puede evaluarse como parte de la produccion.

Pero le 'imprimo', quiera o no, el que es NECESARIO, ESENCIAL, la etica, llamelo moralidad si quiere, atencion a los valores humanos y comunes, el equilibrio, el limite de la aplicacion, etc. Precisamente por la tendencia al totalitarismo que parece una propiedad de los depredadores.

Ota cosita, como se evaluan? por numero de estudiantes formados, la produccion/contribucion de estos, trabajos ocupados, riqueza (millonarios o billonarios), contribucion a futuras semillas, etc.

No cree usted que todo eso esta interdependiente o relacionado? los graduados requieren estructura para trabajar, o crear empresa, y el producto requiere de dinero de la clientela. Si esto es poquisimo, todo se pierde, es inutil!

La respuesta puede ser similar a situaciones cotidianas, como las del 'good old Poncio Pilatos'. Y creo que eso termina en anrquia, caos, en la que terminan las leyes y justicia siendo un artefacto de vitrina.

Porque porque porque... usted expliquenos!

Me extendi, pero su columna lo requiere.

MTR