martes, 21 de abril de 2009

Mejor aliados que enemigos

El discurso de Barack Obama tiene una característica que infunde esperanzas, sin que existan elementos concretos que las sustenten, solo generalidades; y que cada cuál le da la lectura que más le conviene.

Por ahora Obama ha dicho que no habrá preferencias; que habrá un trato igualitario para todos, y anunció una fuerte suma en dólares para los pises del continente. ¿Qué significará eso para Colombia, su TLC y su compromiso en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo?

Respecto a lo primero, el que haya delegado el tema –que es político y de su incumbencia- en Ron Kira, su representante comercial, parece una evasiva diplomática. Y respecto a lo segundo, sería catastrófico seguir alineado con la política de combatirlos, sin la ayuda estadounidense. La otra lectura posible, es que Barack está más interesado en los más grandes, o en seducir y conquistar a los chicos malos del continente, que en Colombia, seguro de su incondicional fidelidad.

También ha dicho que está interesado en un cambio en las relaciones con Cuba, que condicionó al establecimiento de la democracia, el respeto de los DDHH y el retorno a las libertades individuales en la isla. Cosa nada fácil de conseguir como requisito, si no como consecuencia del restablecimiento de las relaciones, y el levantamiento del bloqueo económico.

Si lo que buscaban los EUA con el bloqueo a Cuba era evitar que el modelo económico de la isla (el comunismo) mostrara ventajas frente al capitalismo y se propagara, 50 años han servido para lo contrario: en el resto del continente se ha generalizado un sentimiento nacionalista y anti estadounidense, que lo está difundiendo; y está probado que el pueblo cubano es capaz de vivir rezagado del progreso y sin esperanzas.

El dejar en libertad a quienes vivan en los EUA, exiliados o nacidos en el país, para que visiten la isla cada vez que quieran (la restricción era cada tres años) y envíen remesas a sus familiares sin ninguna restricción (medidas unilaterales que ya incomodaron a Castro, quien puede boicotearla) es la forma mas expedita de iniciar una revolución en Cuba. Sólo se espera que sea una transición tranquila a la democracia; que sean los cubanos quienes decidan, si quieren parecerse mas a si mismos, o a sus hermanos exiliados -o nacidos- en el régimen de las libertades y de las desigualdades.

Obama ha dicho también que respetará la autonomía de las naciones (se entendió en relación al modelo de desarrollo) basado en el ejercicio de la democracia y en el respeto por los DDHH. El imperio no peligra frente a las ideologías, porqué lo que se impone es el dominio de las tecnologías y el pragmatismo en lo económico.

Es inconcebible que esas ideas de nacionalismo exacerbado; dictaduras caudillistas o de partidos (el del proletariado, como si fueran hoy una clase emergente); y restricciones a la libertad de empresa y a la propiedad privada, estén prosperando en el continente, cuando los países comunistas están tomando la ruta contraria: la del capitalismo, los mercados y las libertades.

Es mejor tener aliados que enemigos, es el mensaje que queda del discurso. La personalidad alegre, desabrochada, locuaz y cautivante de Obama, terminará rompiendo el hielo, que a instancias de Chávez, ha congelado las relaciones continentales.

Por Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.

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