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viernes, 1 de junio de 2007

Los diez mandamientos de un elector responsable

Antanas Mockus se había perdido por la avalancha de escándalos y por el vertiginoso acontecer nacional. Sin embargo reapareció hace algunos días con un decálogo sobre el voto.

Sería fundamental que los colombianos, y cualquier ciudadano que sea o aspire a ser demócrata, asumiera estos mandamientos como el marco en el que se debe desarrollar cualquier decisión al momento de elegir.

De paso, qué bueno que Antanas haya reaparecido con la congruencia de siempre y manteniéndose fiel a sus principios y a su filosofía. Ojalá el centro, el que Mockus representa, sea una opción para los votantes en 2010, pues sus propuestas, siempre interesantes, se desdibujaron en medio de la pobre y sucia campaña presidencial que vivimos los colombianos el año pasado.

1. Amarás tu voto como expresión de tu fuerza vital. No te quedarás en casa: sería regalar tu voto a los corruptos.

2. No venderás tu voto: de hacerlo ganarías poco y perderías mucho.

3. Votarás en tu pueblo para incidir en él. No botarás el voto votando en otra parte.

4. Votarás con criterio, por quien te convenza de que va a servir a tu comunidad.

5. No apoyarás a los que defienden o apoyan la violencia.

6. No te dejarás engañar, ni seducir, ni emocionar: ni por el bonito, ni por el simpático, ni por el que promete favores personales; apoyarás candidatos serios, bien preparados, con buenos antecedentes y sin sospechas.

7. Mirarás con quien andan los candidatos: si se han metido con gente corrupta o violenta, se van a aprovechar de todos nosotros.

8. Hablarás con los amigos y la familia y discutirás con ellos tus criterios y las razones de tu voto.

9. Verás si los candidatos se comprometen con lo importante: educación y salud de calidad para todos, los problemas graves del municipio. Y si muestran cómo lo van a lograr.

10. En resumen, escogerás tu mismo y no dejarás que los demás escojan por ti. Si dejas que escojan por ti no podrás reclamar si los elegidos salen mal. Y ayudarás a que los demás escojan con máxima libertad y pensando en su responsabilidad. Al fin y al cabo, los políticos que tenemos los hemos escogido entre todos.