Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
myances@msn.com
Está claro que los guerrilleros presos nunca han sido una gran preocupación para las FARC, menos ahora que su excarcelación no ha sido el resultado de una negociación, sino un acto voluntario del gobierno.
¿Por qué esa diferencia, entre si el gobierno pide o no algo a cambio, si a la larga es mejor recibir sin tener que dar? La explicación está en que presos, eran guerrilleros; producto de una negociación también, pues regresaban al monte; pero excarcelados a voluntad del gobierno, son desmovilizados y considerados por la FARC traidores a la causa.
Ese es el sofisma de la FARC y al mismo tiempo su dura realidad. Sofisma, porque encierra la doble moral de medir con diferente rasero la excarcelación producto de una negociación, y la misma como un gesto unilateral, siendo que la segunda tiene mayor valoración moral (es un acto de confianza), y por lo tanto digna de ser imitada.
A diferencia de los secuestrados, para las FARC la excarcelación no es una acción humanitaria: lo importante no es la libertad de las personas, sino la posibilidad de tenerlas o no como combatientes. Eso quedó en evidencia.
Y su dura realidad, porque ahora son ex guerrilleros desmovilizados que difundirán una imagen negativa del movimiento, y de las atrocidades de sus crímenes; y porque pone en evidencia que el reclutamiento de guerrilleros no es ni voluntario, ni idealista, sino forzoso.
Pero no hay duda que con la excarcelación, las FARC se quedan ante el mundo sin argumentos (la verdad nunca los han tenido) y estratégicamente no tienen otra opción que liberar a los secuestrados: si lo hacen, lograrían equilibrar las cuentas (ganan) y si no, quedarán desprestigiados y legitimada ante el mundo la acción de rescate por parte del gobierno (pierden). Quedaría así demostrado, qué poco les interese la opinión internacional, salvo cuando sea contra el gobierno.
Por otro lado, y de ahí el titulo de la columna, a partir de ahora, Francia no podrá hacer mas criticas ni peticiones al gobierno, al fin y al cabo tomó partida y se le permitió imponer una condición que la convierte en responsable de sus consecuencias.
Francia perdió autoridad para criticar nuestro proceso (¡eso de que la liberación de Granda era necesaria, pero no suficiente, no tiene ninguna presentación!) y hasta para exigirle al gobierno colombiano que gestione la libertad de Ingrid. Ese asunto ahora está en sus manos, y tiene que exigírselo directamente a las FARC.
Me pregunto: ¿reaccionarían los guerrilleros de igual manera que el gobierno con Granda, a un pedido de Sarkozy, por la liberación de Ingrid?
Sin saber aún la respuesta a esa pregunta, aunque ya algo se sabe de sus comunicados, el otro gran perdedor –después de las FARC- ha sido Francia. Quedó como el deudor moroso, que no puede pedir más préstamos.
Entonces el balón cambió de manos, y ahora el gobierno colombiano, y el mundo, estarían en todo su derecho de exigirle no solo a la guerrilla la liberación de los secuestrados, sino explicaciones a Francia. ¿Por qué Granda? Uno no puede intervenir, empeorar las cosas y retirarse como si nada hubiera pasado. No entre gente responsable.
Desde ese punto de vista, la jugada fue una carambola a dos bandas: Uribe sacó del debate a un contradictor, y hasta se pudo haber ganado un aliado, y desnudó los verdaderos sentimientos de las FARC. Lo de humanitario les quedó grande, persiguen un botín (¿igual que los políticos?) pero sin ningún condicionamiento de tipo moral.
Así tiene que verse la jugada de Uribe ante los ojos el mundo. Otra cosa es si lo que el mundo piense, va a cambiar las cosas en Colombia. Seguro que no, pero ahora si podemos echar mano de la frase del gobernante Francés: ¡la opinión del mundo es importante, pero no suficiente!
myances@msn.com
Está claro que los guerrilleros presos nunca han sido una gran preocupación para las FARC, menos ahora que su excarcelación no ha sido el resultado de una negociación, sino un acto voluntario del gobierno.
¿Por qué esa diferencia, entre si el gobierno pide o no algo a cambio, si a la larga es mejor recibir sin tener que dar? La explicación está en que presos, eran guerrilleros; producto de una negociación también, pues regresaban al monte; pero excarcelados a voluntad del gobierno, son desmovilizados y considerados por la FARC traidores a la causa.
Ese es el sofisma de la FARC y al mismo tiempo su dura realidad. Sofisma, porque encierra la doble moral de medir con diferente rasero la excarcelación producto de una negociación, y la misma como un gesto unilateral, siendo que la segunda tiene mayor valoración moral (es un acto de confianza), y por lo tanto digna de ser imitada.
A diferencia de los secuestrados, para las FARC la excarcelación no es una acción humanitaria: lo importante no es la libertad de las personas, sino la posibilidad de tenerlas o no como combatientes. Eso quedó en evidencia.
Y su dura realidad, porque ahora son ex guerrilleros desmovilizados que difundirán una imagen negativa del movimiento, y de las atrocidades de sus crímenes; y porque pone en evidencia que el reclutamiento de guerrilleros no es ni voluntario, ni idealista, sino forzoso.
Pero no hay duda que con la excarcelación, las FARC se quedan ante el mundo sin argumentos (la verdad nunca los han tenido) y estratégicamente no tienen otra opción que liberar a los secuestrados: si lo hacen, lograrían equilibrar las cuentas (ganan) y si no, quedarán desprestigiados y legitimada ante el mundo la acción de rescate por parte del gobierno (pierden). Quedaría así demostrado, qué poco les interese la opinión internacional, salvo cuando sea contra el gobierno.
Por otro lado, y de ahí el titulo de la columna, a partir de ahora, Francia no podrá hacer mas criticas ni peticiones al gobierno, al fin y al cabo tomó partida y se le permitió imponer una condición que la convierte en responsable de sus consecuencias.
Francia perdió autoridad para criticar nuestro proceso (¡eso de que la liberación de Granda era necesaria, pero no suficiente, no tiene ninguna presentación!) y hasta para exigirle al gobierno colombiano que gestione la libertad de Ingrid. Ese asunto ahora está en sus manos, y tiene que exigírselo directamente a las FARC.
Me pregunto: ¿reaccionarían los guerrilleros de igual manera que el gobierno con Granda, a un pedido de Sarkozy, por la liberación de Ingrid?
Sin saber aún la respuesta a esa pregunta, aunque ya algo se sabe de sus comunicados, el otro gran perdedor –después de las FARC- ha sido Francia. Quedó como el deudor moroso, que no puede pedir más préstamos.
Entonces el balón cambió de manos, y ahora el gobierno colombiano, y el mundo, estarían en todo su derecho de exigirle no solo a la guerrilla la liberación de los secuestrados, sino explicaciones a Francia. ¿Por qué Granda? Uno no puede intervenir, empeorar las cosas y retirarse como si nada hubiera pasado. No entre gente responsable.
Desde ese punto de vista, la jugada fue una carambola a dos bandas: Uribe sacó del debate a un contradictor, y hasta se pudo haber ganado un aliado, y desnudó los verdaderos sentimientos de las FARC. Lo de humanitario les quedó grande, persiguen un botín (¿igual que los políticos?) pero sin ningún condicionamiento de tipo moral.
Así tiene que verse la jugada de Uribe ante los ojos el mundo. Otra cosa es si lo que el mundo piense, va a cambiar las cosas en Colombia. Seguro que no, pero ahora si podemos echar mano de la frase del gobernante Francés: ¡la opinión del mundo es importante, pero no suficiente!