Por Jaime Restrepo. Director Sistema AtrabiliosoDesde diciembre del año pasado se han presentado tres graves denuncias contra el presidente Uribe que ameritan la atención de los colombianos.
La primera se produjo el 19 de diciembre, cuando la revista Cambio publicó una
entrevista con los narcotraficantes Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía, en la que informaron que los paramilitares financiaron la campaña del entonces candidato presidente, Álvaro Uribe Vélez.
Así mismo los “Mellizos”
aseguraron que “el ex ministro de Interior, Sabas Pretelt, se acercó a los paramilitares para pedir ayuda económica 20 días antes de las elecciones”.
Rápidamente las declaraciones de los “Mellizos” fueron
refutadas por alias ‘Ernesto Báez’ quien negó que esa organización haya negociado con el gobierno del presidente Álvaro Uribe que sus jefes no sean extraditados a cambio del sometimiento a la justicia y un aporte económico para la reelección del jefe de estado.
‘Ernesto Báez’ dijo que "esas afirmaciones no corresponden de ninguna manera a la verdad. Decir que aquí se trató el tema de la reelección y que a cambio de ello se ofreció la no extradición es absolutamente falso", dijo Báez a la radio Caracol.
Fabio Enrique Ochoa VascoLa revista
Semana publicó una entrevista a quien consideran uno de los mayores narcotraficantes del mundo. En esa entrevista Ochoa hace denuncias graves que se relacionan con las afirmaciones que hicieron en diciembre los hermanos Mejía Múnera a la revista Cambio.
Dice Ochoa Vasco que a finales de 2001 se hablaba ya de un arreglo con el gobierno. También asegura que llegaron dos señores de Medellín a reunirse con Mancuso para proponerle un proceso de paz muy favorable para las autodefensas. Según Ochoa Vasco, las AUC empezaron a reunir a todo el mundo, porque los votos tenían que ser para Uribe.
Esto significa que evidentemente pudo existir un acercamiento entre algunos miembros de la campaña Uribe Presidente a finales de 2001 para concretar los puntos de una agenda de paz con los paramilitares. Y también, que esa jugada pudo generar un respaldo incondicional de las AUC a las aspiraciones de Uribe.
En este sentido, Ochoa Vasco cuenta que en marzo de 2002 fue testigo de una reunión entre dos antioqueños con Mancuso que terminó cuando el jefe paramilitar ordenó que les entregaran tres maletas llenas de dólares.
Sin embargo, aquí surgen dos preguntas: ¿los dos emisarios eran los mismos que menciona sobre los acuerdos de finales de 2001 o son otros? ¿Cómo supo que ese dinero era para la campaña de Uribe? Ochoa Vasco dice que desconoce el rumbo de ese dinero y no sabe si llegó a la campaña, o si la entregaron a los políticos regionales o si Mancuso se quedó con ella.
De igual forma, Fabio Ochoa Vasco asegura que se comprometió a movilizar en Antioquia a unas 5 mil personas y la orden era que tenían que votar por Uribe.
Posteriormente afirma que Mancuso le entregó dos millones de dólares a Andrés Angarita para que los repartiera en Montería, en donde Uribe perdió en el 2002. Sin embargo esto tampoco se puede constatar, porque como lo reconoce el propio Ochoa Vasco, Angarita no puede ser testigo porque él (Mancuso) lo mandó matar.
Al final de la entrevista manifiesta que se siente traicionado por Mancuso porque “habla más fácilmente de los muertos que de los vivos”, pero cosa curiosa, Angarita, uno de los hombres que podrían confirmarlo o negarlo todo, también es un muerto que no puede hablar.
El video de UribeEl video de Uribe, en una reunión realizada en Puerto Berrio, el 31 de octubre de 2001, es otro indicio que merece la atención de los ciudadanos. En ese entonces, el candidato a la Presidencia se reunió con cerca de diez personas en lo que parece ser un salón de reuniones.
Uribe preside la mesa y dialoga con varios líderes comunitarios de Barrancabermeja, quienes le piden que vaya a la capital petrolera de Colombia. Parado en la esquina de la mesa, a la derecha del entonces candidato, hay un hombre con una bufanda blanca, quien no musita palabra y a quien Uribe no determina. Al final de reunión, como siempre, Uribe se despide dándoles la mano a todos los asistentes, incluso al de bufanda blanca, que parece ser el comandante Esteban de las AUC.
En este sentido se podría hablar de la cercanía, como convidado de piedra, de un sujeto que acompañaba a unos líderes comunales y que resultó ser un cabecilla criminal.
En ese momento, es bueno recordarlo, Uribe tenía el 2% de popularidad y se reunía con quien lo solicitara, como hacían TODOS los políticos de nuestro país. Lo que vale es preguntar: ¿Supo Uribe siquiera que ese hombre callado era un comandante paramilitar? ¿Cómo se presentaría… como Esteban o con su nombre real, Frenio Sánchez Carreño; o con un nombre cualquiera?
El informe de
El Nuevo Herald señala que el video no indica que Uribe estuviese al tanto de que uno de los participantes fuese un líder paramilitar.
Sin embargo el abogado Daniel Kovalik, que trabaja para la central sindical United Steel Workers y representa a tres empleados de la Drummond que fueron asesinados en 2001, no piensa lo mismo: "Es razonable pensar que Uribe debería saber que se estaba reuniendo con miembros de las AUC, incluyendo el comandante Esteban, dada su amplia notoriedad".
Sería interesante que nos explicara los motivos que tiene para asegurar que es razonable que un candidato que tenía el 2% del apoyo electoral debería saber que estaba reunido CON UNO O VARIOS PARAMILITARES. Dice Kovalik que dada la amplia notoriedad del comandante Esteban es razonable la situación. ¿Es que ahora hay que exigirles a los candidatos que dediquen buena parte de su tiempo a revisar y memorizar las caras de los delincuentes para no reunirse con ellos? Parece que en la próxima campaña presidencial, los asesores deberán incluir un curso intensivo y efectivo de fisonomía, para que el candidato no salga en alguna foto o en algún video con un delincuente.
Es cierto que el comandante Esteban era conocido entre los líderes sindicales de Barrancabermeja, pero Uribe NO ERA LÍDER SINDICAL NI POLÍTICO EN ESA REGIÓN DEL PAÍS. Pero ¿qué se conocía de él? La respuesta se desprende del mismo informe del Herald: firmó un comunicado (¿le anexaría la foto a ese comunicado para que todos conocieran su rostro?) en el que declaró como objetivo militar a todos los líderes sindicales de la región.
Pero la voz más autorizada que encontró el Herald fue Hernando Hernández, entonces presidente de la USO, quien confirmó que los comunicados de las AUC eran firmados por el comandante Esteban. Cabe preguntarse: ¿se puede reconocer a alguien por la firma y extraer de ella los rasgos faciales? No. Tampoco es de suponer que el convidado de piedra se haya presentado siquiera ante Uribe, como se desprende del video.
Todo juntoLos indicios son graves y el público no puede calificarlos o descalificarlos así no más. Por el contrario: estos indicios deberían bastar para que la Comisión de Acusaciones de la Cámara iniciara una indagación seria y con garantías de imparcialidad, ojalá con acompañamiento de la Fiscalía, para investigar más a fondo, llenar los grandes vacíos que existen en cada una de las piezas presentadas y determinar si esta serie de eventos se constituyen en pruebas concluyentes sobre los vínculos de Uribe con el paramilitarismo.
Si es necesaria la intervención de un organismo internacional que supervise el proceso, pues bienvenida, porque los colombianos queremos saber, más allá de las dudas y de las manipulaciones, si Álvaro Uribe Vélez tuvo nexos y se favoreció de ellos en sus campañas presidenciales.
Claro: eso será simple información y conocimiento de un hecho histórico, porque para muchos esa relación no afectará la buena imagen que tiene Uribe en el país y no cambiará para nada el apoyo que le han dado en las urnas y en cuanto escenario se presenta.