lunes, 9 de marzo de 2009

La vaca atravesada

Ya hasta Germán Vargas Lleras había dicho que sí. Los conservadores y los partidos minoritarios pertenecientes a la supuesta bancada uribista también habían dado el beneplácito para la consulta interpartidista.

Pero todo no podía funcionar tan fácil… para eso está el partido de la U, para complicar las cosas, para obstruir la democracia y sobre todo, para poner en peligro la viabilidad del país en el futuro.

Es entendible: un “partido” como la U, sin líderes importantes en la arena, sin ideas interesantes, armado a la sombra de un nombre –mejor dicho, ni siquiera de un nombre sino de la inicial de un apellido-, divido hasta las entrañas por cuenta de apetitos clientelistas de rancia estirpe; sin brújula, sin dirección ni futuro no podía ejercer un papel distinto a convertirse en una enorme vaca atravesada en la mitad del camino.

De ese “partido” que obtuvo importantes votaciones en 2006 sólo quedan los escombros y sus integrantes parecen niños que en medio de una piñata, patalean, muerden y se halan del pelo con tal de agarrar un dulce… bueno, eso lo hacen los que están todavía en libertad, pues un alto número de sus integrantes se encuentra en la cárcel por cuenta de la parapolítica.

Ese “honroso” partido es ahora el palo en la rueda para la consulta interpartidista. Uno de sus representantes, aunque disidente según se autoproclama, Armando Benedetti, anunció que el Partido de la U no está interesado en participar en ese mecanismo de selección, porque en la coyuntura vigente el seguro ganador de dicha consulta sería el conservatismo.

Benedetti, el mismo que pedía repartir de una vez los cargos mientras se terminaba el escrutinio de las elecciones presidenciales de 2006, sostuvo que el partido Conservador les lleva una ventaja de 2 a 1 en la actualidad, y esa es la razón para que su “partido” no esté interesado en medirse ni con el conservatismo ni con nadie.

Uno podría pensar que Benedetti hablaba a nombre propio, que sus cálculos -dignos del delfín clientelista que es- los hacía pensando en su maquinaria desgastada y en su ya larga trayectoria de desubicación política… ¡Pero no! Benedetti hablaba
por toda la U y eso es más deplorable todavía.

Las palabras del Senador significan que la democracia colombiana debe paralizarse hasta que la U consiga equilibrar la balanza y tener alguna opción de ganar... pero así no funciona la cosa.

Los políticos y partidos simpatizantes de la democracia saben que cada cuatro años hay elecciones y que estén en ventaja o desventaja,
se dejan contar y participan con todo el entusiasmo posible en la contienda. Si operara a la manera Benedetti, en cada elección solo participaría el partido o candidato que las encuestas señalen como triunfadores.

El problema de fondo de la U es que sus miembros saben que no tiene con que competir en este momento y que su conformación, producto de las ambiciones y manipulaciones de un cúmulo de políticos tradicionales, no le permitirá encumbrar un líder capaz de disputar la presidencia de la República, a no ser que salga del propio Gobierno y que Uribe, por fin, dé un paso al costado. En el fondo deben saberlo y conformarse con ello: son un “partido” estructurado en el oportunismo coyuntural y diseñado para ordeñar política y burocráticamente el Estado.

Es más: la U ha informado que son fervientes
seguidores del referendo para la segunda reelección, confirmando que ese partido es solo una maraña de intereses y oportunismos en torno al Presidente y que al igual que algunos partidos de oposición, sin Uribe caerían como un castillo de naipes.

¿Será que Germán Vargas Lleras no sabe que sus posibilidades son escasas en una consulta interpartidista? Ni bobo que fuera para desconocer que sus actuaciones durante los últimos tiempos lo han alejado de las simpatías de los electores uribistas. También sabe que si sus posibilidades son remotas en el uribismo, por el otro lado las cosas están peor y las próximas elecciones presidenciales podrían significar el entierro del partido Liberal. Sin embargo, Vargas Lleras está dispuesto a participar y a dejarse contar en la batalla electoral que librará contra el partido Conservador.

Hay que decirlo: el líder de Cambio Radical le está dando una lección a la U.

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

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