jueves, 18 de diciembre de 2008

UnoAmérica para enfrentar el avance del Foro de Sao Paulo

En Bogotá se creó una confederación internacional de organizaciones no gubernamentales, denominada Unión de Organizaciones Democráticas de América (UnoAmérica), cuyo objetivo principal será la defensa de la democracia y la libertad, amenazadas por la expansión del castro-comunismo y su nueva versión, el Socialismo del Siglo XXI, a través del Foro de Sao Paulo. La reunión fundacional contó con la participación de delegados y adhesiones de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Perú, Uruguay y Venezuela.

Los delegados denunciaron los métodos que usan los integrantes del Foro de Sao Paulo para destruir las democracias y acabar con las libertades, utilizando mecanismos como las reformas constitucionales y el fraude electoral, para controlar los poderes públicos y eternizarse en el poder, señalando particularmente a Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, y Daniel Ortega.

Así mismo, acusaron a UNASUR de ser un instrumento del Foro de Sao Paulo, para intervenir en los asuntos internos de otras naciones y favorecer a sus miembros, como ocurre en Bolivia, donde UNASUR ha avalado la gestión totalitaria de Evo Morales y tergiversado los hechos sobre la masacre de Pando (Informe Mattarollo), inculpando injustamente al prefecto Leopoldo Fernández. También criticaron el intervencionismo de Chávez, quien financia ilegalmente a sus aliados, como lo hizo con Cristina Kirchner, y lo hace ahora con el salvadoreño Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Según indica su declaración final, UnoAmérica proporcionará a los sectores democráticos del continente un mecanismo de intercambio de información, coordinación permanente y apoyo mutuo. Adicionalmente, UnoAmérica elaborará programas de desarrollo e industrialización, a fin de resolver los problemas de fondo de la región, particularmente el de la pobreza, como verdadero antídoto al totalitarismo.

UnoAmérica será presidida por Alejandro Peña Esclusa, presidente de la ONG venezolana Fuerza Solidaria, quien fue elegido por unanimidad, mientras que la Secretaría Ejecutiva quedará a cargo de la Federación de Organizaciones No Gubernamentales Verdad Colombia. Al finalizar el encuentro, los delegados invocaron la guía y la protección de Dios, para cumplir cabalmente con sus objetivos; e invitaron a todas las fuerzas democráticas de América a incorporarse a esta iniciativa.

Por Alejandro Peña Esclusa. Columnista de Atrabilioso.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

De la mala fe

En un texto sobre la mayéutica, el método pedagógico socrático, Estanislao Zuleta explicaba que a fin de cuentas la tarea de educar no se puede concebir como simplemente llenar algo que estaba vacío, pues nada sería más fácil. Más que de proveer respuesta a las preguntas del educando, se trata de remover las respuestas falsas con que está provisto, que en el lenguaje de Platón era la doxa (opinión) y que hoy llamaríamos ideología o prejuicio. Puede que en ese planteamiento falte otra posibilidad: la de que la ideología u opinión prejuiciada y errónea de la otra persona se deba a la mala fe, a la resuelta disposición a mentir que caracteriza a alguien movido por intereses espurios o aun por la certeza de que esas mentiras le proporcionan ventajas.

Esa disposición de mentir sólo tiene un recurso cuando se ve confrontada: la violencia y la intimidación. De eso quedó constancia en el microcosmos de la blogosfera colombiana con el episodio de los blogs borrados, ocasión en que los editores de la revista virtual Equinoxio llenaron muchos blogs con insultos y amenazas (“¡te vamos a matar, comunista hijueputa, vivan las AUC”) firmando como “Jaime Ruiz”, y después, en alianza con un profesor de periodismo de la Universidad Externado de Colombia combinaron el phishing con otros recursos de ingeniería social para borrar los blogs de personas que no conocían nada de lo que ocurría en Colombia, otra vez firmando como “Jaime Ruiz”.

Es sólo un caso que muestra la disposición de la universidad colombiana, en la que la productividad de sus investigadores y maestros es absolutamente nula (nadie ve obras científicas de autores colombianos en ninguna librería de otro país, ni se puede decir que haya muchos profesores colombianos en universidades de otros países, al tiempo que los locales a duras penas consiguen ir un poquito más allá de la habitual recitación de las consignas farianas). Sólo se trata de asegurar pretextos para la dominación que ejercen las personas relacionadas con esas clases altas.

En términos generales, para poder decir que se sabe o se conoce algo hay que hacer frente al problema de la verdad. ¿Hay asertos verdaderos y falsos o no los hay? En el medio de la universidad en Colombia lo único verdadero que hay son los sueldos de los profesores y el miedo que experimenta quien de algún modo los incomode. Ni el mismo presidente puede hablar en unos tristes adoctrinaderos de asesinos en los que cualquier idea es algo tan extraño como un strip-tease en una ermita.

Ya
en una ocasión expliqué cómo la universidad colombiana es incapaz de responder en términos de verdadero o falso a cualquier cuestionamiento a la ideología que imparte. He aquí otro caso que lo explica a la perfección.

El bajista del grupo británico Blur, Alex James, hizo un documental en Colombia sobre la industria de la cocaína. Es algo que resulta muy recomendable ver, más allá de las intenciones o del planteamiento del músico. En varias ocasiones aparece entrevistado un asesino a sueldo, un joven colombiano que parece bastante normal y que razona con mucha más lucidez y sindéresis que la mayoría de los doctores en ciernes. ¿Qué opinaba ese joven, que moriría antes de que se terminara de filmar el documental, del tráfico de cocaína? Pues dijo que la mayoría de la gente en la calle pensaba que dado que los estadounidenses explotaban a Colombia era justo que al menos una parte se quedara en manos de los colombianos. Esa explotación tenía que ver con la propiedad de la mayoría de las grandes empresas que hay en el país.

Y es cuando uno quisiera preguntar a cualquier persona que lea esto:

1. ¿Tenía razón ese muchacho en lo que decía, que la industria de la cocaína en gran medida existe porque la gente la justifica por antiamericanismo? Cuando uno le expone un pensamiento parecido a algún profesor o estudiante universitario colombiano debe llevar escudo o saber kárate para hacer frente a las puñaladas que le pueden venir. No hay que esperar ninguna respuesta de esos hampones.

2. ¿Es verdadero o falso que la idea de que las empresas extranjeras que se instalan en Colombia empobrecen al país ha sido durante el último medio siglo hegemónica en las universidades colombianas, y de ahí ha salido a toda la sociedad? Bueno, la idea de que la pobreza de unas naciones es el producto de la riqueza de otras.

3. ¿Es verdadero o falso eso?

Es tremendamente sencillo: la educación en Colombia consiste en imbuirse de mentiras disparatadas y criminógenas, pero uno no puede cuestionarlas porque desautoriza el orden social que provee rango y rentas fabulosas a quienes profesan esa ideología del crimen, y lo cometen, como el citado profesor y los malhechores de Equinoxio. La gente resulta halagada en su pereza y parasitismo con esa clase de “ideas” y ya todo recurso a la razón resulta superfluo.

Uno encuentra en los colombianos siempre toda clase de asechanzas pero nunca una discusión seria sobre las tres cuestiones enumeradas arriba. Ya no se trata de ideología, opinión o prejuicio, sino de un orden social basado en el despojo y la violencia: en el que cualquier recurso a la verdad resulta por completo disonante. Un orden social cuya única respuesta es el asesinato (las guerrillas son sólo mafias en cuya base están esos jovencitos sin esperanzas y en cuya cúspide están los mismos dueños de las universidades públicas).

Y esas mentiras que inventan y divulgan esos centros son la principal causa de las principales tragedias del país, como el tráfico de drogas.

Por Jaime Ruiz. Columnista de Atrabilioso.

martes, 16 de diciembre de 2008

Recomendado

Escrito por Steven Dudley, traducido por Elena Uribe Garros, y publicado en español en junio del 2008 por Editora Planeta, "Amas y Urnas” muestra de manera coherente, cronológica, y a decir del autor, y conforme a nuestro recuerdo, objetiva, la génesis y la etiología de la violencia política en Colombia, narrada en el escenario del exterminio de la Unión Patriótica (UP).

El libro fue escrito a partir de entrevistas sostenidas con gente de izquierda, políticos profesionales, jefes paramilitares, mafiosos, sicarios, miembros de las fuerzas militares y de la guerrilla, victimas y ciudadanos del común. “Dudley captura brillantemente la complejidad política y la ambigüedad moral de la guerra interna colombiana” al decir de Bruce Bagley, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Miami.

Es un libro de obligatoria lectura para periodistas, políticos, jueces, funcionarios públicos. En general de todos los que tengan interés en el tema, en especial los más jóvenes que no vivieron la época, quienes se inclinan a mirar el fenómeno como algo puntual, condenando a quienes aparecen como malos en el instante histórico que observan. También servirá para entender y valorar lo logrado en los últimos seis años de historia.

Lo que hace más interesante el libro es que no se detiene en narraciones macabras, ni abusa de los datos estadísticos, sino que se centra en los sucesos como fenómenos concatenados entre si, y transmite magistralmente los sentimientos de las personas afectadas. Es una visión del bosque, sin detenerse en las ramas.

Inevitable que algunos actores de la guerra quedaran desenmascarados en sus verdaderas intensiones: el experimento democrático de la UP (partido político de las FARC) cuyos integrantes terminan siendo vistos como “guerrilleros sin armas” y convertidos en carne de cañón, en un ambiente de rivalidades entre guerrilleros, narcos-paramilitares y unas FFMM que se sienten burladas por el gobierno de Belisario Betancourt.

Alberto Rojas Puyo, comunista y ex miembro de la UP se lamenta de la equivocada estrategia de la combinación de todas las formas de lucha frente a la apertura democrática, invocando el materialismo dialéctico, y a Marx: “El principio del marxismo es que hay un cambio constante, todo está en movimiento… Marx dijo: no traten de acomodar la realidad a la teoría, hagan lo contrario, cambien la teoría para acomodarla a los cambios de la vida real.”

Y mas adelante: “Yo entiendo el contexto en que ocurrió (la destrucción del partido) lo mismo que entiendo el contexto en que las guerrillas comunistas (y las AUC agrego yo) surgen… Lo que pasa es que la violencia tiene su propia dinámica, su propio motor que puede llevar a la destrucción de sus promotores. La violencia se sale de las manos de quien la usa, es como una bola de nieve que termina destruyéndolo todo. Por eso estoy completamente en contra de tomar la justicia en las propias manos, incluso si el sistema de justicia del gobierno no es efectivo, es mejor confiar en él… y sobre todo apostar a que la democracia disminuya los inevitables conflictos políticos y sociales. Siempre habrá conflictos y la única forma de resolverlos es a través de la democracia. Esa es la lección para mi, después de haber visto lo que he visto, en Colombia y en otras partes del mundo.”

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Intercambio humanitario al estilo Uribe… ¿funcionará?

Después del anuncio del Presidente de otorgar libertad y recompensa para los terroristas que entreguen secuestrados, el Comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, extendió la propuesta para los cabecillas de la guerrilla, es decir, para el Secretariado de las Farc.

A primera vista,
la propuesta parece absurda: no me imagino al ‘Mono Jojoy’ huyendo de sus camaradas con un secuestrado para llegar a una base militar y entregarse con la “mercancía”.

Tampoco creo que les interese: ¿Acaso los cabecillas del terrorismo necesitan una recompensa? Ellos se saben jefes de una banda de narcotraficantes que además se encuentra resguardada en algunos sitios aislados de la geografía nacional, disfrutando de la libertad que les han negado a miles de colombianos. A esos no los mueven ni las recompensas ni las promesas de libertad.

Sin embargo, desde el punto de vista estratégico, seguramente las Farc van a analizar la situación con detenimiento, pues lograrían “limpiar” jurídicamente a algunos de sus comandantes, que podrían desplegar acciones políticas en compañía de piedades, gavirias y borjas. Así, las Farc le quitarían la última C al PC3, pues en la práctica dejaría de ser clandestino.

En el peor de los casos, si la justicia no lograra el lavado profundo que requieren los prontuarios de la cúpula terrorista, los que se acojan a la propuesta pasarían a ser prisioneros políticos revitalizados en lo moral y en lo ético, pues la imagen del que se entregue será la de un mártir que liberó a un secuestrado y recibe como pago una celda en prisión.

Así las cosas, la imagen de la cúpula de las Farc, aparentemente desmovilizada gracias a los beneficios de la propuesta gubernamental, sufriría una transformación que legitimaría sus actos ante una sociedad y un mundo que olvida rápidamente y que vive acosado por el vértigo de los acontecimientos: más de 3 mil secuestros en los últimos 10 años, miles de muertos, desplazados, ataques, destrucción de infraestructura, masacres como la de Bojayá y acciones terroristas como la del Nogal; pasarían a la historia por lo conmovidos que se sentirían muchos colombianos y extranjeros con el “gesto” de grandeza que tendrían algunos miembros del Secretariado.

Ciertamente la propuesta es arriesgada en lo político y también en seguridad, pero es la nueva carta que presenta el Gobierno para un intercambio humanitario. Ocurre, sin embargo, que la cúpula de las Farc está condenada por delitos atroces y eso, para las leyes nacionales e internacionales, no es perdonable. Si el Gobierno decidiera otorgar lo que en la práctica sería una amnistía, la Corte Penal Internacional tendría en sus manos el primer paquete de procesos en Colombia.

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

viernes, 12 de diciembre de 2008

La enmienda debe pararse ahora

La enmienda constitucional que propone Chávez no es una simple consulta electoral más, es una bofetada y una burla a todos los venezolanos, que ya la rechazaron el 2 de diciembre de 2007. Es un golpe de Estado, porque la Constitución prohíbe hacer la misma consulta de nuevo. Es una demostración de que, mientras Chávez siga en la Presidencia, jamás estaremos tranquilos; porque no importa qué opinen los venezolanos, él buscará la manera de imponer su voluntad.

Por eso, resulta inapropiado e insuficiente aceptar que la consulta se realice. La reacción de la sociedad venezolana no puede ser simplemente votar en contra de la enmienda; debe ir más allá. Además, es claro que Chávez está tan decidido a aprobarla, que recurrirá al fraude e incluso a la violencia para imponerla. En resumen: no debemos permitir que se lleve a cabo el referendo.

Hay que plantear, desde ahora, la ilegalidad -y por tanto, la nulidad- de la propuesta de enmienda. No es posible lograr la nulidad a través del sistema judicial venezolano, o de la Asamblea Nacional, porque los poderes públicos están controlados por el oficialismo. Pero se puede lograr por medio de la resistencia pacífica generalizada.

El primer paso hacia la resistencia consiste en que todos los sectores democráticos del país nos pongamos de acuerdo en calificar la propuesta de enmienda como lo que es: un golpe de Estado. En segundo lugar, decir abiertamente que no aceptamos que se realice el referendo, alegando que ya se realizó el 2D. Y en tercer lugar, promover manifestaciones pacíficas en contra de la realización del referendo.

Me preocupa que muchos líderes políticos hayan salido a decir que aceptan el reto y que Chávez saldrá derrotado, como ocurrió en el 2007. Esta no es la misma situación. Aquí Chávez se juega el todo por el todo, y recurrirá a todos los trucos y engaños. No es justo que la oposición se juegue a Rosalinda en una noche de dados. No es correcto someter el futuro de la democracia y de la libertad a un capricho reeleccionista de Chávez. Esto hay que pararlo antes de que arranque.

Por: Alejandro Peña Esclusa. Columnista de Atrabilioso.

jueves, 11 de diciembre de 2008

DMG: una crisis que hasta ahora comienza

Nunca en la historia del país se había visto un concierto empresarial ilícito de semejante magnitud. Reunir en un mismo propósito a las Farc, a los paramilitares de tercera generación, al narcotráfico en general y a los políticos corruptos, para que juntos utilizaran los servicios de la empresa en el tema más complicado y sensible del negocio ilícito, el del lavado de activos, resulta una hazaña ilegal de peligrosas repercusiones para el país.

Un alto oficial de la Policía me decía: “Era tan grande el monstruo, estaba tan cercano y a la vista de todos, y poseía una fachada de legalidad tan fuerte que era casi imposible hincarle el diente”. Eso era DMG, una empresa con una bien estructurada apariencia de legalidad y con un poder de tales dimensiones, que su presencia no despertaba sospecha en el común de los ciudadanos, ni en las autoridades, ni en la mayoría de colombianos.

Lo que nadie conoce aún son los
mecanismos de operación de la empresa, pues hasta ahora solo se sabe de algunos, los más obvios, que utilizaban Murcia Guzmán y su combo, para expandir el negocio: la operación comenzaba en Panamá, en donde eran recaudados los recursos provenientes del narcotráfico doméstico e internacional. El siguiente paso consistía en utilizar esos dineros para adquirir electrodomésticos, vehículos y diferentes mercancías a través de la empresa Amazing Asset, propiedad de David Murcia Guzmán, que vez recibía fuertes sumas giradas o entregadas por empresas de papel.

Posteriormente, desde Colombia, DMG importaba los bienes con el dinero depositado por los inversionistas mediante las tarjetas pre-pago. Es importante anotar que esos productos venían desde Panamá a costos mucho menores a los del mercado, por lo cual, los precios de DMG no tenían competencia. La razón es simple: en toda operación de lavado lo fundamental es recuperar algo y lograr incorporarlo a la legalidad.

En el caso DMG las autoridades aseguran que la empresa de Murcia Guzmán cobraba una comisión del 45% por la legalización de los recursos. Entonces, una vez en Colombia, cuando alguien “compraba” un producto, el dinero quedaba legalizado en el circuito económico. Esto significa que cada inversionista operaba como facilitador del lavado de activos, pues cuando metía su dinero legal en las tarjetas pre-pago, lo que hacía era participar, con recursos limpios, en una operación ilegal de grandes dimensiones.

De otro lado, tampoco es fácil definir lo que era DMG: hablar de una empresa criminal es un genérico que no aclara mucho frente a las supuestas conductas delictivas que ejecutaban en esa organización. Hasta ahora la Fiscalía investiga lavado de activos, estafa, captación ilegal de recursos y
cohecho. Pero esos delitos son la punta del iceberg y si algún día el torpe Fiscal General decide hacer bien su trabajo, encontrará otras conductas mucho más atroces y un proyecto económico, político y social que avanzaba peligrosamente por casi toda la geografía nacional.

Esto todavía no comienza

Ni hablar de los problemas que se avecinan. El primero es el económico y ya se están viendo los primeros síntomas: el comercio, que se beneficiaba de la temporada decembrina, está padeciendo una
reducción en sus ventas en comparación con años anteriores. Esto implicará el estancamiento del número de puestos temporales que se creaban para Navidad y la curva de aumento de empleo, tradicional en las estadísticas de diciembre, no se dará este año.

El Fiscal habla de
400 mil colombianos que salieron perjudicados por la intervención de DMG, quienes sumados a los 100 mil de DRFE nos dan la barbaridad de medio millón de familias afectadas por estos fenómenos criminales. Esta cifra seguramente se queda corta, pues a lo largo y ancho del país, el derrumbe de las pirámides ha dejado a miles y miles de familias en situación de iliquidez, justo en el preámbulo de un ajuste económico enorme por cuenta de la recesión económica internacional, que ya se asoma en Colombia.

Así las cosas, la recesión internacional y la crisis económica por los negocios de DMG y las pirámides dispararán el desempleo, al reducirse la demanda de bienes y servicios. Los afectados intentarán recuperarse y eso se consigue con recortes de gastos y renunciando a reemplazar o conseguir electrodomésticos, cosméticos, apartamentos o vehículos. Pareciera que la decisión del Gobierno fue bloquear la principal estructura para el lavado de activos, DMG, y deteriorar, sin querer queriendo, la
economía postiza del narcotráfico que desde hace mucho tiempo sostiene cifras y finanzas en Colombia.

Deserción escolar y finca raíz

El segundo efecto inmediato estará en el sector educativo. En la mayoría de municipios colombianos ya fueron cerradas las inscripciones en colegios públicos y ante la pérdida de dinero de las familias, más los factores adicionales de la crisis económica mundial, muchos tendrán que retirar a sus hijos de los colegios privados y buscar un cupo en las instituciones educativas distritales o departamentales, En este sentido, el Gobierno deberá estar atento para que los municipios que cerraron inscripciones, vuelvan a abrirlas, pues son altas las posibilidades de una deserción escolar sensible en 2009.

Otro sector que se desplomará es el inmobiliario. En Bogotá, por ejemplo, los precios de apartamentos y casas habían crecido exponencialmente, llegando a porcentajes absurdos: un apartamento de 10 años de antigüedad en un barrio estrato 5 había pasado de 50 millones en 2003 a casi 130 millones a mediados de 2008. Esa burbuja estallará y la compra-venta de inmuebles sufrirá un fuerte golpe el año entrante, ajustándose los precios a niveles accesibles para los golpeados bolsillos colombianos. No obstante, una parte del sector inmobiliario saldrá beneficiada: la del arrendamiento, aunque el tiempo de un inmueble desocupado se ampliará debido a las circunstancias económicas que hemos descrito.

Crisis social y cobro político

Lo que perciben los ciudadanos afectados, la mayoría perteneciente a
estratos medios, es que la política tocó directamente sus bolsillos. Los inversionistas se demorarán en entender que hicieron una apuesta de alto riesgo y perdieron y mientras esto ocurre, sentirán que las medidas como los créditos para los damnificados, no resolverán el descontento.

Por el contrario: muchos pensarán que resulta absurdo pasar de inversionista (ahorrador) a sujeto de crédito y algunos buscarán el reembolso por la vía judicial, teniendo en cuenta que DMG estaba funcionando normalmente hasta el día de la intervención y antes de ésta, las autoridades solo hicieron tímidas advertencias que no fueron acompañadas con medidas serias para proteger a los inversionistas.

Claro que no todos los inversionistas eran de estratos medios y altos. Hay un número importante de estratos bajos, quienes han salido fuertemente golpeados por la intervención de DMG. En departamentos como Putumayo y Nariño
crecerá la siembra de coca como la única posibilidad que ven para recuperar algo de lo perdido y seguramente volver a participar o crear pirámides que les multipliquen rápidamente las ganancias. Este grupo de damnificados tiene solo el capital de la mano de obra y lo apostarán en lo que produzca efectivo más rápido.

Al mismo tiempo se verá el crecimiento de fenómenos relacionados con la crisis como el aumento de la delincuencia, zonas en paro armado y
descontento generalizado, pues la reducción en el consumo afectará directamente la generación y la conservación del empleo, además de ser una situación ideal para la oxigenación del terrorismo en algunas regiones del país.

Un lío judicial que ya fue anunciado

Sabemos que una de las hipótesis que se investigan en el caso DMG es la del lavado de activos. Ocurre sin embargo que este delito es de doble vinculación: el que lo opera y el propietario del dinero. Además, el lavado de activos, como delito, incluye el análisis de la participación de varias personas involucradas, ya sea como cómplices directos o como beneficiarios del delito.

En otras palabras: ya el Fiscal anunció que investigará a los inversionistas de DMG para determinar su participación en el lavado de activos. Entonces, de ser cierta la afirmación de Iguarán, la justicia tendrá que enfrentar por lo menos 400 mil nuevos procesos que incluyen la extinción de dominio en aquellos casos en los que el inversionista de DMG no pueda demostrar la procedencia lícita de los recursos que invirtió, lo que será una
cacería de brujas que evidentemente desestabilizará fuertemente al país, pues desbordará el débil aparato judicial y pondrá en la picota a miles de colombianos que solo cometieron la imprudencia de dejarse seducir por ganancias desmedidas.

Todos los sectores salpicados

Políticamente las cosas no estarán mejor. El escándalo DMG toca a todos los sectores, como ya hemos visto en los primeros capítulos de esta tragedia: desde el mismo Presidente que admite su negligencia para encarar el asunto y envió y recibió cartas de David Murcia, pasando por miembros de la supuesta
bancada de gobierno, quienes fueron elegidos, dicen ellos, por los inversionistas de DMG.

Ni hablar de varios dirigentes políticos, como el senador Javier Cáceres, quien deberá explicar su cercanía con el actual gobernador de Bolívar, Joaquín Berrío, socio de DMG en empresas de seguridad.

También están implicados, por acción u omisión, personajes de la oposición como Antonio Navarro, a quien el Presidente le pidió ayuda el año pasado para enfrentar el tema, a lo que el entonces candidato se negó. De igual forma el senador del PDA Parmenio Cuellar figura como el congresista que obstaculizó un proyecto de ley, presentado por el Gobierno, que buscaba endurecer las penas por la captación indebida de recursos.

Además de alcaldes y gobernadores, el asunto podría llegar hasta las más altas esferas de los partidos, incluyendo ex presidentes, pues es bien conocida la cercanía entre la familia Berrío y Ernesto Samper Pizano.

Oscuro panorama el del 2009...

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Referendo, reelección y reencauche

Tienen razón los que critican el dilatadísimo proceso de convocatoria de un referéndum que permitiría a Uribe presentarse a la presidencia una tercera vez. ¿Cuál es la tarea de los legisladores y de los líderes políticos que supuestamente representan a la mayoría? Uno espera que contribuyan a administrar bien el país y cree que ése es el sentido de sus cargos y de sus sueldos, pero no hace falta ser muy receloso para llegar a la conclusión de que sólo piensan en asegurarse el nombramiento y no en lo que hacen una vez lo obtienen.

Se trata de un juego político mezquino e innoble, y su principal causa es la absoluta falta de alternativa. Los pasos de la mayoría del Congreso y de los políticos que acompañan al presidente son tan desafortunados como los de quien tuviera unos zapatos varios números mayores que su talla. Las reglas democráticas suponen unos competidores que buscan el favor de los votantes con propuestas que les pueden resultar atractivas, y en esa competencia cada grupo encuentra sus límites y ajusta sus pretensiones. Pero las condiciones de la oposición y el contexto internacional determinan que eso no se dé: lo que da legitimidad al gobierno es la sensatez de sus presupuestos (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social), mientras que las propuestas de la oposición, enmascaradas con muchos pretextos deplorables, consisten en premiar a los terroristas y aliarse con Chávez.

Lógicamente, todos los políticos desearían ganarse el favor de los votantes representando sus aspiraciones, pero lo que se ha demostrado desde 2002, al menos, es que nadie se atreve a estar realmente en contra de Piedad Córdoba y Carlos Gaviria sin resultar estigmatizado y perseguido por los grupos de oposición, y de algún modo impedido para competir con el uribismo. Cada vez que un político o un grupo tienen que escoger entre su animadversión a Chávez y las FARC y su animadversión a Uribe, fatalmente, optan por lo segundo. Sería interesante preguntarse por la causa de eso.

Arriesgando una interpretación que ya me resulta más bien rutinaria, señalaré que se trata de “poderes fácticos”, de inercias, de una forma de persistir el viejo orden de castas que termina forzando la adhesión tanto al totalitarismo como a las bandas de asesinos que intentan imponerlo. Quien se proclame hostil a Chávez y condene sin paliativos a sus socios colombianos, tanto de Armani como de camuflado, tendrá automáticamente en contra a los amigos de García Márquez y de Santos Calderón, a los empleados estatales (cuya prosperidad es en gran medida el triunfo de tantos años de lucha de unos tristes rústicos remotos), a los usufructuarios de las universidades públicas (cuya tranquila misión también es fruto de esa lucha)... En resumen, a todas las clases herederas del mando en el orden tradicional.

Por eso es tan llamativo que César Gaviria sea incapaz de romper con la senadora que elogia a Tirofijo o Pastrana con los Vivero Paniza y demás corresponsales de Raúl Reyes. Por eso Mockus no denuncia las infinitas muestras de complicidad del PDA con las guerrillas ni desaprueba que quien encabezaba sus listas al Congreso firme la carta de Piedad Córdoba a las FARC, y en cambio se luce pidiendo la renuncia del presidente por el absurdo escándalo de Yidis Medina. Por eso la prensa supuestamente afín al Partido Conservador recita la misma propaganda de los medios de Santodomingo y demás. En definitiva hay unos títulos de propiedad (por ejemplo, sobre los medios de comunicación) y los tienen los que apostaron por imponer un nuevo orden legal aliándose con las FARC. Tendrían que nacer otra vez para encarnar la aspiración de la mayoría de los colombianos de acabar con esa guerra por el método obvio de negarse a premiar a quienes la hacen.

Esa inexistencia de una oposición leal a la democracia (es decir, opuesta a aceptar imposiciones de bandas criminales) es el mayor problema político que hay hoy en día en Colombia. Y también el mayor problema intelectual. Al no haber propuestas que no pasen por la alianza con los chavistas (y el reconocimiento de sus ONG y de las diversas instancias de poder que ostentan) y con las demás redes clientelistas, todo el ejercicio de oposición es la calumnia constante (tan rutinaria que realmente influyó en el retraso con que se hizo frente a los asesinatos de personas inocentes que se cometían para mostrar bajas guerrilleras), la explotación de cualquier circunstancia que genere descontento (al tiempo que se muestra respaldo a los agraviados de las pirámides que exigen que las dejen funcionar, se culpa al gobierno por no haberlas cerrado antes, al tiempo que se despotrica del TLC se critican los aranceles agrícolas, etc.) y la esperanza de que los intereses locales del nuevo gobierno estadounidense se traduzcan en un respiro para las FARC y una deslegitimación del gobierno.

Bueno: el último recurso de propaganda es el referéndum y la reelección. ¡De repente todos los que iban al Caguán a negociar el futuro del país con Tirofijo resultan los más escrupulosos defensores de las formas democráticas! Ciertamente no es nada nuevo, ¿o alguien oyó alguna vez que algún magistrado de alguna alta corte pensara en suprimir el despeje? Sencillamente el orden legal surgido de la Constitución del 91 había llegado a tal punto que el secuestro y el asesinato en masa eran legales y una forma eficaz, correcta y respetable de aspirar a los cargos públicos. De esa costumbre y de ese país les vienen a los opositores sus aires de demócratas exigentes.

Pero por tal pasan ante gente de otros países o gente que no recuerda todo lo que pasó hace una década. Y la verdad es que el peor efecto de la campaña del referendo y la reelección es ése, que esa gente resulte legitimada. Que en lugar de una mayoría social deseosa de vivir en un país ordenado y libre enfrentada a una minoría de herederos del esclavismo y socios de la industria del secuestro resulte haber una muchedumbre confundida que sólo acierta a reconocer a su caudillo, el cual sólo escucha a su camarilla próxima o a los caciques políticos cuyas redes de corruptelas le aseguren la gobernabilidad. Y que por cuenta de todo eso la minoría parásita que desde hace décadas usufructúa los asesinatos que cometen las tropas de niños sometidos a la secta totalitaria se pueda presentar como defensora de las formas que en cualquier parte definen a la democracia.

Por Jaime Ruiz. Columnista de Atrabilioso.

martes, 9 de diciembre de 2008

Tercer canal y prórrogas

La semana anterior la CNTV divulgó dos noticias importantes para la industria de la televisión: la primera, que se otorgará una nueva licencia mediante el procedimiento de subasta: un instrumento (por su transparencia y objetividad, cada vez mas usado en las concesiones) que permite que el mercado (los oferentes) que son quienes conocen la industria, calculen y en puja determinen el precio máximo que pueden pagar.

La segunda, fijó el valor de las prorrogas a los dos canales privados de televisión en 82 millones de dólares (en promedio, casi 1.600 millones de pesos mensuales) mas el 7.8% de los ingresos antes de deducir cualquier egreso, que deben ser enormes, porque los costos de la industria también lo son, y que tienen que ser deducidos de las utilidades, sin afectar la viabilidad del negocio.

Lo primero que llama la atención es que en el primer caso se utilizó un mecanismo de mercado (objetivo) y en el segundo uno arbitrario, cuando el resultado de la subasta debió ser el indicador del valor de las prórrogas. Como uno está amarrado por decisión administrativa, y el otro expuesto a las leyes del mercado (tratándose de lo mismo) el resultado inevitable será la iniquidad.

Aunque al momento de escribir esta no se ha publicado el estudio, que al decir de los comisionados fue contratado con dos firmas de expertos que llegaron “independientemente” a la misma conclusión, personas que tienen que saber de esto porque están muy cerca de la CNTV, me han comentado que el principio es obtener de los privados los recursos que se requieren para sostener la TV pública. O sea que el costo de operar la TV pública, es astronómico: casi 4.800 millones de pesos mensuales, mas el 7.8% de los ingresos brutos de los canales privados.

Si algo queda claro es que el negocio de la televisión es muy bueno en manos de los particulares, pero en las del gobierno, en parte por cumplir una función social y no vivir a expensas del “rating” ni siquiera es auto sostenible. Allí habrá que hacer alguna reingeniería.

Uno no tiene por qué defender a los poderosos (ellos se defienden solos) pero, primero, esa fórmula no estimula la eficiencia de costos en el sector público, y segundo, si entendemos que los ingresos de esta industria provienen en gran medida de la publicidad, tenemos que aceptar que el “manotazo” de la CNTV a los recursos de la industria, impacta negativamente la competitividad del país. Funciona como una barrera que protege a los grupos de empresas con mayores ingresos; afecta los precios al consumidor, de los bienes y servicios que se pautan; y reduce la competencia al mantener al margen a los pequeños empresarios.

Lo anterior da para pensar que, en lugar de gravar a unos pocos, seria más saludable para la economía abrir más canales y reducirles el gravamen individual sin necesidad de afectar el recaudo; levantar la absurda prohibición de pautar en la televisión por cable, lo que muy seguramente haría reducir el costo de la pauta, que aumentaría; como aumentaría también el empleo en el sector, y la libre competencia en la economía.

Al margen de todo esto, la nueva concesión se otorga para televisión análogica, lo que estaría obligando al nuevo operador, a invertir en tecnología que luego tendrá que chatarrizar.

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena. myances@msn.com

lunes, 8 de diciembre de 2008

Definitivamente se corrompió la sal

Desde el 2006 hemos visto como la verdad ha ido brotando de la tierra y se ha ido llevando a políticos, militares, ministros, jueces, fiscales, directores de hospitales y de fiscalías regionales, hermanos, hijastros y primos de funcionarios de alto rango… hemos visto como han caído victimas y victimarios, hemos visto como la “sal se había corrompido”.

En los últimos años todo lo que se hablaba en lo secreto de la habitación, por temor a ser masacrado o mandado a masacrar, ha ido aflorando a tal punto que ya existen sentencias condenatorias por parte de la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía. Todavía faltan órdenes de captura por librar, y sobre todo falta la restitución, el perdón y la verdadera justicia.

En nuestro país está surgiendo una generación que no se puede volver indolente ni puede olvidar fácilmente lo que en los últimos 60 años ha sucedido con los grupos al margen de la ley, llámense guerrilla o paramilitares, corrupción o narcotráfico. Es responsabilidad de los que crecen guardar en su memoria la historia más corrupta, sangrienta y narco que país alguno haya soportado. Es indispensable que no olviden para que no cometan los mismos errores de sus mayores.

Colombia es un país de hombres y mujeres inteligentes, con capacidad inmensa de producir ideas para crear empresa, pero desafortunadamente esas ideas llegaron a mentes criminales que las han usado sólo para producir terror, muerte, desapariciones, desplazamientos y ganancias inusitadas, y para llegar al poder político corrupto de esta nación.

El problema del país es mucho mas grande de lo que parece, es un problema de magnitudes inimaginables de carácter social, donde millones de personas han tenido que recurrir a actos indebidos para poder subsistir, han llegado al caso de invertir sus heredades en negocios que por la irresponsabilidad del Estado - o corrupción- como le quieran llamar, parecían lícitos.

En una nota en la que hago referencia a David Murcia Guzmán, titulé “David matará a Goliat?” y hoy creo que así esta pasando y no sólo David esta matando a esos Goliat del sistema financiero y hasta al mismo Gobierno, sino que la misma corrupción y manoseo indebido de lo público está desbarajustando al país.

Es el momento de iniciar una verdadera restauración social, es hora de iniciar una verdadera restauración política y es necesario iniciar una verdadera restauración económica.

La restauración social la iniciamos cuando todos los ciudadanos del país podamos tener acceso a la salud, a la educación, a una vivienda digna -no como las micro viviendas de chiquilandia-, cuando los ciudadanos puedan tener empleos dignos y puedan ser generadores de empleo; cuando la sociedad abrace a los reincorporados a la sociedad civil y sobre todo cuando se acabe el estado paternalista que tulle el cerebro de sus habitantes.

Habrá restauración política cuando empecemos a elegir a gobernantes honestos y capaces, porque de nada sirve que sean honestos si son ineptos e incapaces de gerenciar un departamento o un municipio. Cuando elijamos senadores y representantes honestos que no se tuercen por un plato de lentejas o por temor a sus electores sin causa. Se dará dicha restauración cuando nuestros jóvenes se preparen para ocupar esos espacios vacíos que van quedando y cuando el pueblo empiece a votar verdaderamente por programas y no por el billetico de cincuenta que no le arregla la vida a nadie. Es hora, jóvenes, de reclamar lo que les corresponde, no esperen a ser llevados a puerto seguro; agarren el timón y empiecen a dirigir el barco que se quedó sin capitán.

Y por ultimo existirá una verdadera restauración económica cuando el sistema financiero deje su apetito voraz por quedarse con las propiedades de los ciudadanos -por cierto han obtenido 8.6 billones de pesos de ganancias en lo que va corrido del año- cuando el Estado deje de ser proteccionista de estas prácticas asesinas del sistema bancario, que lo único que busca es enriquecerse y seguir en su capitalismo salvaje.

Ya la sal de esta época está corrupta y no sala, le llego la hora a la sal fresca y a la luz nueva que alumbrará el nuevo sendero.

HOY: ¿hasta cuándo el país seguirá siendo idiota útil, hasta cuando seguiremos viendo sin actuar?

Por Alfredo Saade Vergel. Columnista invitado.
levantemoslosmuros@hotmail.com

sábado, 6 de diciembre de 2008

Los ungidos

“La visión de los ungidos no es simplemente la visión del mundo y de su funcionamiento en función de causas y efectos, sino una visión de ellos mismos y de su papel moral en el mundo. Es una visión de rectitud diferencial. No es una visión de la tragedia de la condición humana: los problemas existen porque otros no son tan listos ni tan moralmente superiores como los ungidos”.

Thomas Sowell.

viernes, 5 de diciembre de 2008

¿Por qué Chávez necesita la enmienda ya?

Muchos no se explican por qué, luego de las elecciones del 23N, Hugo Chávez se ha acelerado tanto, y de pronto propone, de manera abierta y sin tapujos, la reelección presidencial.

El proyecto de Chávez no cuenta con una estructura que lo respalde por motivaciones ideológicas o morales. La mayoría de sus seguidores los mueven razones económicas: los más pobres las misiones; los boli burgueses y la dirigencia del PSUV los contratos; y los aliados internacionales los cuantiosos aportes que Chávez le da, ya sea en forma de donaciones abiertas o ya sea en forma de maletines encubiertos.

Chávez está consciente de que el derrumbe del precio del petróleo pone en peligro su proyecto. Sabe muy bien que a mediados de año las reservas internacionales habrán disminuido sustancialmente y que el país estará encendido por los cuatro costados, no sólo por la disidencia política, sino sobre todo por la crisis económica y social.

Chávez necesita prepararse desde ahora para ese momento, atornillándose en el poder con la enmienda constitucional. Si bien es cierto que la enmienda le asegura su reelección indefinida, también le proporciona algo igualmente importante: una excusa para imponer, de una vez por todas, el Socialismo del Siglo XXI.

Chávez dirá que el pueblo le ha dado un mandato para gobernar sin límites y sin condicionamientos. Interpretará la enmienda como una patente de corso para destituir a alcaldes y gobernadores de oposición, para aprobar leyes totalitarias, para cerrar todos los medios de comunicación adversos, y para encarcelar a sus críticos.

En resumen, la enmienda le prepara el camino para poder gobernar como un tirano, y para poner en práctica una represión feroz, justo cuando la crisis económica arrecie.

Por eso, la batalla para evitar la enmienda no es una escaramuza más, sino que define el resultado de la guerra. De esta batalla depende el futuro de la democracia y de la libertad, no sólo de Venezuela, sino de América Latina, porque los clones de Chávez, como Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega y Mauricio Funes, dependen directamente de su permanencia en el poder.

Es de vital importancia que la oposición no se plantee la enmienda como una elección más, sino como un golpe de Estado; en primer lugar, porque ya fue rechazada por el voto popular; y en segundo lugar, porque busca acabar con los pocos espacios democráticos que todavía quedan.

Una situación tan grave como la que está planteada, requiere de un esfuerzo muy superior al de una elección. Por eso, no es suficiente el consenso de los partidos políticos. Hace falta la participación y coordinación de todos los sectores democráticos del país.
Por Alejandro Peña Esclusa. Columnista de Atrabilioso.

jueves, 4 de diciembre de 2008

¡Aterrador! Sigue la cacería de brujas de la Corte

En la sección Secretos, de la revista Cambio, se lee la siguiente información:

Casi absueltos

Hasta el viernes pasado, cuando la Sala Penal de la Corte Suprema sesionó en Quibdó, Chocó, los senadores Juan Manuel López Cabrales y Reginaldo Montes estaban absueltos. La votación era a favor y cuatro en contra. Pero el tema siguió discutiéndose porque había temor sobre las posibles consecuencias legales que podría traer la absolución: una demanda administrativa por la detención injusta de los congresistas durante más de 14 meses. En el caso de 'Juancho' López, se impuso la tesis de la condena por el testimonio de Salvatore Mancuso, al que le dieron total credibilidad.


Aterra que una decisión judicial que implica la privación de la libertad de un ciudadano, se tome basada en los inconvenientes que podrían presentarse por cuenta de los abusos y fallas procesales en que incurren los jueces y no por las pruebas recaudadas que deberían ser el único motivo para condenar o exonerar a un sindicado.

Lo que muestra la información es que no había pruebas suficientes y concluyentes, que nunca las hubo, pero el error de la Corte Suprema de Justicia terminaría costándole al país, y a los propios magistrados, por el ejercicio de repetición, cientos de millones de pesos. Entonces los “honorabilísimos” jurisconsultos decidieron cuidar sus bolsillos y ocultar el error detrás de la injusticia.

¡Qué demostración de justicia a la colombiana!

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Herederos naturales

Hay temas constantes de las columnas de opinión en Colombia. Uno de ellos es la rutinaria condena de la guerra contra las drogas, que tiene por fin y por efecto convencer a algunos incautos de que sólo hace falta elegir a algún gobernante bien dispuesto que decida legalizar la producción de cocaína y heroína, con lo que se acabarían los problemas. Otro tema habitual es la condena de la religiosidad estadounidense, y de toda la religiosidad. Hay columnistas que parecen obsesionados con ese asunto, y la verdad es que pocas religiones llegan al nivel de ideologización y simplificación a que llegan los intelectuales colombianos y su tropa de seguidores. La diferencia con los religiosos, sobre todo con los religiosos estadounidenses, está en el fruto de sus certezas.

Ateos y antirreligiosos
Una persona atea concibe a Dios como una creación humana. Eso no quiere decir que considere el fenómeno religioso como algo condenable o nocivo ni menos que pretenda imponer a otras personas sus convicciones. La actitud antirreligiosa de los totalitarios (unas 8.000 personas asesinadas durante la guerra civil española por el mero hecho de pertenecer a la Iglesia católica) no es un producto natural de su ateísmo sino de su afán de dominación: no hay ámbito de la vida o de la cultura que no hayan pretendido controlar. La religión era particularmente un problema porque las convicciones de la gente sobre el origen o el sentido del universo y de la vida amenazaban la hegemonía ideológica a que aspiraban los nuevos amos. Aparte de algunas minorías políticas, los únicos que se opusieron a los nazis al precio de su vida fueron los miembros de comunidades cristianas heterodoxas. La conexión entre la persecución de la religión y otras persecuciones es algo que intentaré comentar más adelante.

Importancia de la religión
Los mitos religiosos son como el fundamento de cualquier construcción social. Ningún país moderno tiene otro origen. Pero la historia moderna, la de la expansión de Europa y su herencia es particularmente una historia religiosa. Fue Lutero con su defensa del libre examen quien abrió las puertas a la alfabetización masiva, que tantas ventajas significó en el desarrollo de los países del norte de Europa, hasta entonces mucho más atrasados que los del sur. También Calvino con su idea de la “predestinación” (pura adaptación del sentido común de los primitivos germanos, que no podían entender que vivir bien y con salud y holgura pudiera ser condenable para Dios) favoreció decisivamente la acumulación de riqueza de que surgió el desarrollo capitalista y todos los avances tecnológicos y científicos que nos alejan de la gente de la Edad Media.

Católicos y protestantes
Como ya he explicado, el protestantismo fue una rebelión de los pueblos del norte de Europa que no habían formado parte del Imperio romano ante la falsedad evidente de la conducta de los señores de la Iglesia de su época. Para evitar que los rebeldes atrajeran a todos los fieles, el catolicismo intentó renovar la fe y hacer hincapié en todos los aspectos represivos de su tradición. El fruto de la Reforma en el ámbito mediterráneo fue la Contrarreforma, y esta yihad está en la base de la cultura hispanoamericana. De ahí esa percepción generalizada de los sacerdotes más como inquisidores que como maestros de piedad y amor. De ahí también esa característica alergia a la crítica que define nuestra tradición más arraigada.

El bien como oficio
Una religión compartida durante siglos por una comunidad deja muchas huellas en el lenguaje, en la ideología, en los valores más profundos de la gente, aun en la organización social. El catolicismo de algún modo significó la transmisión a la Europa dominada por los germanos en la Edad Media de los valores antiguos: la preservación de muchas instituciones y costumbres romanas. En Hispanoamérica la esclavitud favoreció una exacerbación de esas características, como el desprecio del trabajo o el sometimiento a un gremio de profesionales del bien cuya tarea no depende de logros concretos sino de la relación con una autoridad superior, que casualmente reside en Roma. Lo tragicómico es que el furor anticlerical y más bien antirreligioso de los profesores colombianos es la pura continuación de la actitud de los inquisidores. El ateísmo sirve para los mismos fines para los que servía el catecismo en otra época. El gremio de sabios que no tienen que responder por lo que hacen y cuentan con rentas seguras gracias a su condición es idéntico, pero ahora lo que otorga superioridad es la condena de la religión. A eso hemos llegado.

”Democracias occidentales desarrolladas”
Un ejemplo de ese colombianísimo discurso es un escrito de un típico profesor de la Universidad Nacional,
Mauricio García Villegas. Unas palabras de su entradilla remiten claramente al tema de este post:

NUNCA ANTES, EN UNA DEMOCRACIA occidental desarrollada, creo yo, un grupo religioso tuvo tanto poder político como el que tuvieron los cristianos evangélicos durante estos ocho años de presidencia de George Bush.


Al igual que ocurre con todos los logros tecnológicos o científicos, el desarrollo de las democracias occidentales se da por supuesto: como algo natural. A ese nivel grotesco llega la ideología de la clase dominante colombiana. ¿Cómo surgieron las democracias occidentales? Qué curioso, surgieron de los disidentes religiosos que salieron de Gran Bretaña y se asentaron en el Nuevo Mundo. ¿Habrá alguien que ignore que la religión siempre ha sido importante en la formación de ese país y que las instituciones de la democracia moderna se desarrollaron precisamente en ese medio religioso?

Amos a pesar de todo
Pues no: ni cortos ni perezosos los cómicos doctores del triste trópico resultan los veedores de la verdadera democracia, pues sus diplomas los autorizan, claro. ¿Puede faltar alguna otra prueba de la indigencia cultural que define a una sociedad como la colombiana? Los adolescentes caen fácilmente, gracias a la autoridad de sus profesores, en la seguridad de que Dios no existe y de que quienes siguen siendo creyentes son sólo menos listos que ellos. Pero el creacionismo se mantiene absolutamente idéntico: ningún estudiante de esos podrá explicar nada del origen del universo ni muchísimo menos del sentido de que haya habido algo como la religión, pues en su mundo estrecho (entre otras cosas precisamente debido a la herencia inquisitorial) no hacen falta preguntas como ésa. Ya con la fácil respuesta que les ofrece el nuevo clero tienen suficiente, no vaya a ser que les echen a perder la rumba. No es difícil notar que la persona más acendradamente “camandulera” está menos ideologizada que esos niños, sobre todo porque la religión en cierta medida la pone a salvo de adoptar la arrogancia y el atrevimiento de los ignorantes.

Palin y Ahmadineyad
El discurso de la prensa colombiana, es decir, la ideología de la universidad colombiana, tan tosca como los ideales de su brazo armado, se basa en el halago continuo a ese público pueril y de limitada curiosidad intelectual. Se crea un bando religioso y uno “científico”, al que se pertenece por pura adhesión a lo que predica el profesor. ¡Y de ahí sale una lindeza tan expresiva de lo que es Colombia como que Sarah Palin es equivalente a Mahmud Ahmadineyad! (aparece en el texto enlazado arriba). ¿Realmente se puede creer que un creyente de cualquier religión llega a tanta vulgaridad? Cuando yo era niño y le comuniqué a mi madre mi certeza de que Dios no existía ella me preguntó si entonces yo era igual que una mula o un marrano. Ahora compruebo que tenía razón, la pérdida de la religiosidad en un medio primitivo y a la vez corrupto puede llevar a una animalización espeluznante.

Religión con otro nombre
Según Octavio Paz, la religión es lo mejor y lo peor que ha creado la humanidad. En el caso del orden esclavista de Hispanoamérica la adopción de ideas ajenas a la religión sólo conduce a hacer hincapié en lo peor. ¿O es concebible algo más atroz que el intento de mandar a la gente pobre a matarse para asegurar el poder de unos cuantos sacerdotes metidos a caudillos políticos, como ocurre con la llamada Teología de la Liberación? ¿O hay algún criminal más cabalmente responsable de sus actos y más resueltamente dedicado a mandar matar gente que el jesuita Javier Giraldo? (Aunque todos los jesuitas colombianos deberían rendir cuentas por lo que hacen sus compañeros.) Del mismo modo, eso “peor” que hay en la religión lo ha heredado el totalitarismo, que en lugar de un mito milenario y una tradición rica como toda una vasta literatura y aleccionadora en términos morales (de Moisés a Francisco de Asís), ofrece la idolatría del Estado y del matón que lo dirige (aunque el ídolo legitimador haya muerto hace 180 años).

Objeto y efecto
A eso contribuye la campaña de la prensa y de la universidad colombiana contra la religión. A que la gente que nunca ha inventado nada ni producido nada ni menos ha honrado instituciones basadas en la rectitud moral resulte heredera de todo eso y escandalizada porque los que sí trabajaron e inventaron mantengan sus convicciones. Tal vez nada les haga tanta falta para resultar ministros vitalicios como la patética superioridad de sus alevines.

Por Jaime Ruiz. Columnista de Atrabilioso.

martes, 2 de diciembre de 2008

¡A que nos recuerda algo!

A esto lleva el intervencionismo del Estado: el pueblo se convierte en carne y pasta que alimentan el mero artefacto y máquina que es el Estado. El esqueleto se come la carne en torno a él. El andamio se hace propietario e inquilino de la casa.

Cuando se sabe esto, azora un poco oír que Mussolini pregona con ejemplar petulancia, como un prodigioso descubrimiento hecho ahora en Italia, la fórmula: Todo por el Estado; nada fuera del Estado; nada contra el Estado. Bastaría esto para descubrir en el fascismo un típico movimiento de hombre-masa. Mussolini se encontró con un Estado admirablemente construido —no por él, sino precisamente por las fuerzas e ideas que él combate: por la democracia liberal. Él se limita a usarlo incontinentemente; y sin que yo me permita ahora juzgar el detalle de su obra, es indiscutible que los resultados obtenidos hasta el presente no pueden compararse con los logrados en la función política y administrativa por el Estado liberal. Si algo ha conseguido, es tan menudo, poco visible y nada sustantivo, que difícilmente equilibra la acumulación de poderes anormales que le consiente emplear aquella máquina en forma extrema.

El estatismo es la forma superior que toman la violencia y la acción directa constituidas en norma. Al través y por medio del Estado, máquina anónima, las masas actúan por sí mismas.

Las naciones europeas tienen ante sí una etapa de grandes dificultades en su vida interior, problemas económicos, jurídicos y de orden público sobremanera arduos. ¿Cómo no temer que bajo el imperio de las masas se encargue el Estado de aplastar la independencia del individuo, del grupo, y agostar así definitivamente el porvenir?


José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, 1930.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Hay que decirlo…

Si un paramilitar habla de que vio un helicóptero que sobrevolaba una zona en la que se estaba perpetrando una masacre, de inmediato esa declaración recibe toda la atención y la credibilidad de los medios de comunicación.

Pero si el testimonio involucra al Presidente, o a alguien cercano al Gobierno, no solo tiene cobertura sino que generan una presión de tal magnitud en el público que el involucrado termina siendo condenado sin juicio previo.

No obstante, si el testimonio del delincuente perjudica a ciertos sectores de la izquierda democrática, el silencio de los medios es sepulcral. Hace un par de semanas, el paramilitar Luis Fernando Muñoz Mantilla, alias ‘Chito’, aseguró que recibió órdenes del
sindicato de trabajadores de Ecopetrol para atentar contra los oleoductos ubicados en Barrancabermeja y en la región del Magdalena Medio.

Según la declaración de ‘Chito’ ante la Fiscalía, las órdenes las recibió de la USO cuando era miembro del ELN en los años 80, la misma época en la que
León Valencia, el prestigioso “investigador” de Arco Iris, formaba parte del Comando Central de la organización terrorista. ¿Coincidencia?

De igual forma, el silencio es más sensible cuando un testimonio señala a los “luchadores de derechos humanos”. Ya se vio la actitud sesgada e inmoral de Noticias Uno, la red de chuzadas independientes, con
el caso de la Comisión Intereclesial Justicia y paz: los testigos fueron entrevistados por los periodistas de ese medio y no publicaron ni una sola palabra, tal vez porque esos testimonios tienden un manto de duda sobre las actividades del cura Javier Giraldo en el Urabá y complican a los acusadores del general Rito Alejo del Río; personaje y propósito en los que se la ha jugado el noticiero de Coronell… Ni más faltaba que unos campesinos chocoanos fueran a dañar la campaña emprendida por Danielito y sus esbirros.

Otro paramilitar, esta vez Mario Jaimes alias ‘El Panadero’ aseguró ante la Fiscalía que un ex congresista y el presidente de la ONG Credhos, David Ravelo, dieron la
orden de asesinar a David Nuñez, candidato a la alcaldía de Barrancabermeja en 1997. El testimonio no proviene de un paramilitar raso: ‘El Panadero’ comandó la masacre del 18 de mayo de 1988 en el sector oriental de Barrancabemeja en la que 32 personas fueron desaparecidas o asesinadas, en uno de los tantos crímenes de lesa humanidad cometidos por las Autodefensas.

¿Cómo así que no se dice nada sobre la posible vinculación del director de una ONG con la determinación de un asesinato, perpetrado y acordado con los paramilitares? ¿Ni siquiera se lavan la cara pidiendo exhaustivas investigaciones? Es que así como difunden las entrevistas de algunos testigos –que muchas veces no coinciden con las declaraciones ante las autoridades o no son validadas con las pruebas prometidas-, los medios deberían dejar de estafar al público con falacias como la objetividad, la independencia y el profesionalismo.

Por si fuera poco, el sesgo y voracidad de esos medios, como Noticias Uno, son premiados por los mismos colegas que envían un mensaje siniestro al periodismo nacional: acomode y sesgue la agenda informativa por dinero (¿o no Daniel y Ramiro?), que eso genera rating y mejora el negocio.

Pero también llama la atención el silencio de la clase política ensañada en la oposición: ¿No tienen nada que decir frente a Credhos, o frente a la ONG Justicia y paz, o frente a las denuncias contra la USO?

Es que esas tres organizaciones tienen vínculos muy estrechos con ciertos sectores de la izquierda democrática colombiana. Justicia y paz, por ejemplo, es muy cercana a varios miembros del Polo Democrático Alternativo – como Gloria Cuartas- que han respaldado a esa ONG en su accionar e incluso se han mezclado para ocultar pruebas, como ocurrió en el caso de San José de Apartadó.

En cuanto a la USO, basta con mencionar al “eficiente” ex alcalde de Bogotá, Luis Eduardo Garzón, quien hizo fama y fortuna en ese sindicato de trabajadores petroleros. ¿Garzón no tendrá nada que decir sobre la denuncia de estrechos vínculos entre el ELN y la USO? Es que fue en su época de dirigente de la
Unión Sindical Obrera cuando se dio ese maridaje en el que la USO daba las órdenes y el ELN las cumplía.

Credhos es un asunto especial. Comencemos por señalar que
Wilson Borja y la USO han mantenido relaciones cercanas con la ONG en el Foro Social del Magdalena Medio.

Además, la historia de esa ONG resulta llamativa: En 1991 Credhos era
dirigida por Jahel Quiroga Carrillo, emblemática activista de derechos humanos en Barrancabermeja. Pero unos años después, Jahel Quiroga decidió escindirse de Credhos y fundar su propia ONG: Reiniciar. ¿Qué motivó a la señora Quiroga a separarse de Credhos?

¿Podría ser que las relaciones de la señora Quiroga Carrillo con organizaciones cercanas a las Farc, como el Partido Comunista Colombiano y Anncol hayan sido un obstáculo para el desarrollo de sus actividades en Barrancabermeja, escenario de una fuerte disputa entre el ELN, que consideraba la zona como uno de sus bastiones, y los paramilitares?

Resultaría útil que Credhos le explicara al país por qué mientras en los 90 era dirigida por una persona cercana al PCC, unos años después, el presidente de la organización es señalado como determinador de un asesinato cometido por los paramilitares.

¿Por qué se oculta todo esto ante el país? ¿Acaso, por algún cálculo electoral, no es conveniente que los ciudadanos conozcan estos hechos y les puedan hacer seguimiento a través de los medios de comunicación?

Es sano que los medios ejerzan la fiscalización de las acciones de Gobierno, que investiguen y saquen a la luz los miles de problemas que padece Colombia y que en las columnas de opinión se cuestione al Presidente o al Gobierno, pues eso no solo es conveniente sino necesario para la democracia colombiana. Lo deplorable es que oculten información que afecte a sectores afines ideológicamente con los propietarios de los medios, con el fin de mantener la farsa de la inexistente autoridad moral de sus patronos políticos.

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.