lunes, 15 de diciembre de 2008

Intercambio humanitario al estilo Uribe… ¿funcionará?

Después del anuncio del Presidente de otorgar libertad y recompensa para los terroristas que entreguen secuestrados, el Comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, extendió la propuesta para los cabecillas de la guerrilla, es decir, para el Secretariado de las Farc.

A primera vista,
la propuesta parece absurda: no me imagino al ‘Mono Jojoy’ huyendo de sus camaradas con un secuestrado para llegar a una base militar y entregarse con la “mercancía”.

Tampoco creo que les interese: ¿Acaso los cabecillas del terrorismo necesitan una recompensa? Ellos se saben jefes de una banda de narcotraficantes que además se encuentra resguardada en algunos sitios aislados de la geografía nacional, disfrutando de la libertad que les han negado a miles de colombianos. A esos no los mueven ni las recompensas ni las promesas de libertad.

Sin embargo, desde el punto de vista estratégico, seguramente las Farc van a analizar la situación con detenimiento, pues lograrían “limpiar” jurídicamente a algunos de sus comandantes, que podrían desplegar acciones políticas en compañía de piedades, gavirias y borjas. Así, las Farc le quitarían la última C al PC3, pues en la práctica dejaría de ser clandestino.

En el peor de los casos, si la justicia no lograra el lavado profundo que requieren los prontuarios de la cúpula terrorista, los que se acojan a la propuesta pasarían a ser prisioneros políticos revitalizados en lo moral y en lo ético, pues la imagen del que se entregue será la de un mártir que liberó a un secuestrado y recibe como pago una celda en prisión.

Así las cosas, la imagen de la cúpula de las Farc, aparentemente desmovilizada gracias a los beneficios de la propuesta gubernamental, sufriría una transformación que legitimaría sus actos ante una sociedad y un mundo que olvida rápidamente y que vive acosado por el vértigo de los acontecimientos: más de 3 mil secuestros en los últimos 10 años, miles de muertos, desplazados, ataques, destrucción de infraestructura, masacres como la de Bojayá y acciones terroristas como la del Nogal; pasarían a la historia por lo conmovidos que se sentirían muchos colombianos y extranjeros con el “gesto” de grandeza que tendrían algunos miembros del Secretariado.

Ciertamente la propuesta es arriesgada en lo político y también en seguridad, pero es la nueva carta que presenta el Gobierno para un intercambio humanitario. Ocurre, sin embargo, que la cúpula de las Farc está condenada por delitos atroces y eso, para las leyes nacionales e internacionales, no es perdonable. Si el Gobierno decidiera otorgar lo que en la práctica sería una amnistía, la Corte Penal Internacional tendría en sus manos el primer paquete de procesos en Colombia.

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

18 Comments:



At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Jaime, no me parece mala la propuesta. Primero habría que evaluar si tiene resultado o no, es decir, si algún miembro del secretariado deserta o no. En el segundo caso, si no hay ninguna deserción (que es lo que suponemos), no se pierde nada con ofrecer salidas generosas a quienes son presentados fuera de Colombia, incluso por los demócratas estadounidenses, como unos disidentes políticos que combaten a un régimen reaccionario y genocida.

Pero todo eso es suponer mucho: ¿cómo que están resguardados? ¿Qué le pasó a Iván Ríos? ¿Acaso Jojoy vive tranquilo cuidando un huerto en su finca? Ni siquiera en el exterior están a salvo de ser capturados o muertos. Incluso, dada la situación, por mucho que la prensa intente convencernos de que las FARC no han perdido nada, puede ocurrir que alguien de muy alto rango discrepe de la dirección y se vaya desmoralizando, y que de ese modo aproveche la situación para salir impune.

Pero lo de que entreguen secuestrados con miembros del secretariado para limpiar la imagen y pasar al frente político parece realmente absurdo. ¿Qué dirían los demás mandos, expuestos a morir o a pasar muchíisimos años a la sombra, del ejemplo de su jefe? ¿Cómo pretenderían las FARC sacar provecho de la derrota evidente que se daría al entregarse a las autoridades? ¿Con qué cara se presentarían los supuestos desertores ante la gente cobrando los demás secuestros?

Aparte, ¿no es eso opuesto a la idea de que viven tranquilos?

La propuesta del comisionado es muy buena. Los patrones de las FARC y sus cientos de miles de partidarios dedican ingentes esfuerzos a demostrar que el gobierno no busca salidas ni quiere negociar sino que practica "una política de tierra arrasada". Lo peor que se podría hacer sería ayudarles a proyectar esa imagen falsa. O visto desde otro enfoque, como con una luz distinta, el gobierno no tiene rivales por la derecha (o por el lado "guerrerista", lo cual es la clave de su éxito), ¿cómo es que siendo así no va a buscar ganar terreno por el centro?

Bien, que se entreguen y queden impunes como Isaza (episodio que es otro de los grandes golpes a las FARC). Si no quieren pierden puntos de justificación, si quieren, quienes lo hagan apuestan por la desmoralización y liquidación de las FARC (cuando yo era pequeño jugaba al fútbol y me atravesaba ante mis compañeros pretendiendo engañar a los del equipo contrario, pero sólo estorbaba a los del mío. La suposición de que el Secretariado alienta a uno de sus miembros a desertar para que quede impune y represente a la banda desde la legalidad me recuerda ese cándido ardid).

Saludos.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

JAIME RUIZ:
Siempre he creído que las decisiones y beneficios deben ser planteados de manera diferente para los dos sectores que integran un grupo operativo armado ilegal: un tratamiento para las bases y uno más político, para la cúpula.

Especulando sobre la situación, la propuesta puede obedecer a dos asuntos: o que el Gobierno quiere salirle adelante al intercambio epistolar de los “intelectuales” de Piedad, o que tiene ya contactos con algún miembro del Secretariado y le ha notificado, oficialmente y ante el país, la disposición que tiene para dejarlo en paz si se entrega con un secuestrado.

Eso ya ha pasado: a Karina el Presidente le notificó su disposición unas dos semanas antes de la entrega, en un consejo comunitario.

Sin embargo, ya en cuanto a la propuesta, insisto en que a los miembros del Secretariado no los mueven ni el dinero de una recompensa, ni vivir en el exterior, pues perderían el contacto con el grueso del negocio del narcotráfico y no podrían seguir con sus hijos estudiando en Suiza.

Además, muchos de ellos están más que resguardados: los que viven cómodamente en Venezuela (se sabe que por lo menos dos de ellos residen en tierras dominadas por Chávez) y uno hace tránsito continuo entre Colombia y Ecuador. Quedan en acoso constante dos miembros del Secretariado (Cano y Jojoy), otro que no tiene mucha presión (el del bloque sur) y otro que prácticamente tiene a sus filas en standby y no está practicando ninguna acción operativa.

Lo que veo que podría ocurrir es que el Secretariado tome una decisión conjunta de enviar, de una vez, a algunos de sus miembros al terreno político haciendo uso del puente que tendió el Gobierno. Es decir, la acción tendría el beneplácito de los demás miembros de la cúpula y sería parte dela estrategia de la combinación de todas las formas de lucha. Las Farc ya hicieron eso en el pasado, cuando el ahora psíquico Braulio Herrera fue designado por el Secretariado para que se moviera en la legalidad de la política.

Esa decisión podría parecer una derrota, pero en realidad el “desmovilizado” entraría al terreno político en compañía de los que ya conocemos. La cara que usted menciona, cobrando los demás secuestros, es la misma que han venido utilizando los miembros del brazo político de las Farc: sin vergüenza, con cinismo y frialdad. Basta ver a los ilusos bogotanos que incluso eligieron a alguien que de alguna manera justifica las atrocidades de su hermano…

La propuesta me parece arriesgada. Sin embargo es una opción que queda abierta para desactivar la presión por los secuestrados.

Un abrazo y gracias.


At <$Comentarios$>, Anónimo

OTRO MOTIVO PARA QUE URIBE RENUNCIE A LA RELEECION Y SE FUNDE UN PARTIDO URIBISTA CON URGENCIA: LA ENTREVISTA DE RODRIGO RIVERA PUEDE DARNOS UN INDICIO QUE LAS BANDERAS POLITICAS SE PUEDEN ROBAR Y LA SEGURIDA DEMOCRATICA JALA OTROS DOS POSTULADOS IMPORTANTES PARA EL DESARROLLO DEL PAIS Y SU PASIFICACION COMO SON LA CONFIANZA INVERCIONISTA Y LA COECION SOCIAL.


VEAMOS QUE NOS DISE RODRIGO RIVERA.

'No se debe cerrar la puerta a reelección de Uribe': Rodrigo Rivera
El ex congresista liberal y precandidato presidencial en 2006 se confiesa partidario de la reelección de Uribe y advierte que en 2010 podría llegar un mandatario que entregue el país a las Farc.


Rafael Pardo dice que R. Rivera va en contravía a los planteamientos del partido Liberal (La W)
Petición hecha por editorial de EL TIEMPO a Uribe calienta el debate sobre la reelección Al respecto, Rivera argumenta que un presidente "manoblandita" podría buscar una solución negociada al conflicto.

El precandidato liberal, que obtuvo más de 500 mil votos en la consulta interna de su partido, anuncia que se pone del lado del presidente Álvaro Uribe para emprender una cruzada que garantice la continuidad de la Seguridad Democrática.

Rivera parece dispuesto a meter sus aspiraciones presidenciales, por ahora, al congelador, solo en caso de que Uribe logre pasar a la contienda en 2010.

¿Le llegó el momento de las decisiones políticas?

He recorrido unas 17 ciudades y tenido la oportunidad de conversar con mucha gente, de presentar mis reflexiones en temas de seguridad y economía, pero ante todo, escuchar lo que la gente está sintiendo.

Siento que la gente percibe avances extraordinarios en materia de seguridad. Este año ha sido estelar. No creo que haya en la historia del país un año comparable con este desde el punto de vista de los logros y de los golpes que se les han dado a todos los actores de la violencia: a la guerrilla de las Farc, por supuesto, pero también a la cúpula narco-paramilitar, que fue toda extraditada, y a la cúpula del gran cartel de las drogas, el cartel del norte del Valle, que ya fue totalmente desmantelada.

Veo la tremenda preocupación de la gente por la consolidación de esa política. Veo incertidumbre, temor de la gente sobre la sostenibilidad de esa política en el futuro por razones económicas, por razones políticas y por razones internacionales.

Veo el anhelo de la gente, esperanza, pero también la preocupación de que los logros de esa política se traduzcan en bienestar en el bolsillo.

Con base en esto he tomado la determinación de promover activamente la continuidad de la política de Seguridad Democrática como bandera fundamental del ejercicio político durante las próximas semanas y meses, de hacerlo buscando interlocución con distintos sectores políticos frente a los cuales hay que tratar de lograr consensos en esta materia.

Pero con un muy fuerte protagonismo de la población, de la ciudadanía, que ha sido el principal sustento de esta política de seguridad, cuando ha habido tanto escepticismo y tantas críticas de algunos sectores políticos e intelectuales del país.

Esto implica buscar un consenso sobre mínimos que deben caracterizar la continuidad de esa política. Tiene que canalizarse su permanencia, que no sea una política de coyuntura sino una política constante del país.

Ni un paso atrás en materia de Seguridad Democrática, sino su consolidación alrededor de unos mínimos que tenemos que procurar, mínimos como la garantía de la vigilancia de las vías de comunicación del país y de los cascos urbanos de todos los municipios. Este no puede ser un tema negociable ni sujeto a escarceos de política fiscal.

En segundo lugar, la utilización de todos los medios legítimos legales para procurar la libertad de los secuestrados, incluido el rescate.

En tercer lugar la proscripción de toda forma de despeje, tanto para negociaciones de paz como de acuerdos humanitarios, en la medida en que esas zonas de despeje representan un alivio estratégico para fuerzas violentas frente a las cuales tenemos que seguir a la ofensiva.

En cuarto lugar, el establecimiento, el acuerdo sobre la necesidad de que los parámetros de la Ley de Justicia y Paz, de Justicia (verdad y reparación), que se utilizaron para la negociación con los grupos paramilitares, en cualquier eventual proceso de reinserción y de desmovilización de grupos guerrilleros también sirva como mínimo básico de ese proceso.

Y en quinto lugar, un compromiso con la transparencia en el más absoluto respeto por los derechos humanos utilizando elementos de justicia y de responsabilidad política para lograr ese proceso.

¿Se puso el traje de fatiga uribista?

No es una posición nueva. En noviembre del 99, cuando la zona de despeje del Caguán apenas llevaba unos diez meses y la dirigencia nacional e internacional desfilaba por allí celebrando lo que estaba ocurriendo, yo fui el primer congresista que hizo en el Senado un debate contra esa zona de distensión, advirtiendo lo que estaba pasando y pronosticando lo que iría a ocurrir finalmente: que ese sería el talón de Aquiles del proceso de paz.

Luego, en el 2003, cuando fui presidente del Partido Liberal, mi política fue de colaboración con el presidente Uribe y no de oposición, fundamentalmente por mi respaldo a la política de Seguridad Democrática.

En el 2006, cuando fui candidato presidencial, fui el único de los precandidatos liberales que dijo que no estaba en la oposición, sino el la proposición, fundamentalmente también por ese respaldo.

Y el año pasado fui al Congreso liberal a decir que el liberalismo se equivoca manteniendo esa línea de oposición, el liberalismo tenía que apoyar la política de Seguridad Democrática.

Lo que ocurre ahora es que encuentro en mi recorrido por el país que hay una preocupación razonable de la gente sobre la continuidad de esa política.

Yo creí que la confianza en esa política iba a ser intocable, pero cuando veo que unos actores comienzan a hablar prematuramente de posconflicto sin haber terminado todavía la tarea; que empiezan a hablar prematuramente de negociación y de salidas políticas al conflicto, cuando la guerrilla no lo está pidiendo, ni esta consumando hechos de paz, ni está dando ninguna muestra de estar cambiando su vieja actitud de combinar todas las formas de lucha, para aprovecharse de las expectativas de paz y de las ilusiones de paz de los colombianos y fortalecerse militarmente, porque realmente no creen en la paz, creo que es razonable que todos nuestros esfuerzos los dediquemos a la tarea de luchar para que esta política se convierta en un patrimonio de todos los colombianos, de todo el Estado y en una política de Estado que tenga continuidad y permanencia y no simplemente sea una política de coyuntura.

Pero, ¿sí es un hecho nuevo su anuncio de ponerse al frente de una cruzada para mantener la Seguridad Democrática?

Sí, un hecho evidentemente nuevo, consistente con todo lo que han sido mis convicciones, con lo que ha sido mi conducta. Los colombianos tenemos que buscar causas políticas para que la incertidumbre se convierta en confianza y en certeza, para que cualquiera que sea el presidente que llegue a gobernar el país en el año 2010, tenga un umbral de mínimos, acordados por los colombianos, que no le permita las libertades extremas que en el pasado nos pusieron de rodillas frente a la guerrilla de las Farc, o frente a los grupos paramilitares también.

¿Esto implica su salida del liberalismo?

El liberalismo ha dicho que apoya esa política de Seguridad Democrática, pero he registrado cierta incomodidad en el hecho de que yo estoy defendiendo estas banderas. Eso lo que demuestra es que la gente tiene razón cuando se preocupa por la continuidad de esta política, porque aquí tenemos que ponerle puntos y comas específicos al apoyo que de dientes para afuera se dice tener la política de Seguridad Democrática.

¿Pero esto sí es un apoyo incondicional a la doctrina de Uribe?

Yo estoy de acuerdo con esta política, estoy de acuerdo con esa doctrina, entiendo que hay algunas aristas, algunos aspectos específicos de la política que requieren ajustes, porque Colombia ha venido construyendo camino al andar en esta materia, pero creo que la columna vertebral, el corazón de esta política merece el respaldo que los colombianos le estamos dando y merece que se convierta en política de Estado, que tenga continuidad por varios gobiernos.

¿Sugiere usted que la continuidad de esa política democrática estaría en riesgo si no se aprueba la reelección de Uribe en 2010?

Hay un riesgo cierto de que en 2010 llegue a gobernar el país un presidente 'mano blandita' incapaz de resistir la presión de los vecinos o de algunos países europeos, o quizá con su propia ambición de ganarse el Premio Nobel de la Paz, y le entregue a la guerrilla de las Farc una zona de despeje y la reviva (a la guerrilla) 10 ó 20 años más, cuando estamos a punto de acabar con ella. Eso no sería grave, sería funesto para el país. Estamos a meses, quizá a años, pero no muchos, tres o cuatro, de que terminemos estos más de 40 años de guerra.

¿Estamos a meses de ganarle la guerra a las Farc?

De ganarle la guerra definitivamente a la violencia o de conducirlos a doblegar su decisión de usar la violencia en contra de los colombianos y conducirlos a una salida en donde los colombianos podamos imponer nuestros valores y principios al estilo de lo que ocurrió en Justicia y Paz y no someternos a sus principios, como era lo que se planteaba en el Caguán.

Eso que está a punto de ser conseguido, que podría ocurrir en los próximos meses, porque la implosión de las Farc, la desarticulación de sus frentes, los éxitos de las fuerzas armadas contra ellos podrían bien brindarnos ese escenario, está en grave riesgo por la falta de consenso nacional sobre esta política.

Porque esta política está atada al liderazgo del presidente Uribe y no existe en los sectores políticos un consenso, un acuerdo, que le brinde tranquilidad a los colombianos a la continuidad de esa política con puntos y comas en los temas más polémicos, más controversiales.

De dientes para afuera dicen que la apoyan, pero se rajan en todas las pruebas ácidas sobre los componentes controversiales de esa política.

Le repito: ¿Es la reelección de Uribe en 2010, requisito indispensable para ganarle la guerra a las Farc?

Esa es una opción.

¿La comparte usted?

No es la única.

¿Pero usted la comparte?

Déjeme decírselo de esta manera: creo que los enemigos de Colombia, adentro y afuera de las fronteras nacionales están contando las horas para que se acabe el gobierno del presidente Uribe y con él la política de Seguridad Democrática. Ante ese hecho cierto que está en la convicción más íntima de los colombianos, todos deberíamos ser capaces de considerar todas las opciones, incluida la reelección del presidente Uribe.

¿A qué otras opciones se refiere?

Menciono una: que nos pongamos de acuerdo en los contenidos mínimos básicos de esta política de Seguridad Democrática y que le mostremos más allá de cualquier duda o sospecha a los colombianos, a los violentos y a la comunidad internacional, que cualesquiera que sean los gobernantes que dirijan los destinos del país en los próximos dos o tres períodos, no tendrán las manos libres para volver a poner a Colombia de rodillas frente a los violentos al estilo de lo que ya nos ha ocurrido en el pasado; no tendrán las manos libres para replegar la Fuerza pública en el territorio; no tendrán las manos libres para abstenerse de perseguir a los secuestradores y buscar el rescate de los secuestrados; no tendrán las manos libres para entregar una zona de despeje a grupos violentos y se convierta en un santuario; no tendrán las manos libres para aplicar distintos raseros con consideraciones ideológicas a terroristas a violentos que en su práctica son exactamente iguales afectando a los colombianos.

¿Otra opción es usted?

Yo no estoy de candidato. Para tomar decisiones sobre temas de candidaturas el país debe avanzar todavía un poco más en esa clase de consensos, creo que el interés del país está por encima del interés de los candidatos, de los que hay sobre la arena, de los que pueden aparecer. El escenario de orden público, en Colombia, que es el escenario doméstico, y el escenario internacional no están lo suficientemente claros como para que digamos que tenemos todas la piezas del rompecabezas para tomar decisiones de esa magnitud.

¿Usted no será candidato presidencial en 2010?

No soy candidato en este momento.

¿Y no lo será?

No voy a tomar decisiones políticas todavía sobre ese tema. El tema que ya nos debería unir a todos los colombianos es que no volvamos, no regresemos al viejo discurso de las palomitas, al viejo discurso de la salida política negociada al conflicto, que no hace otra cosa que dejarnos en manos del secretariado de las Farc para pedirles permiso a ver si podemos disfrutar de la paz. No, nosotros tenemos la decisión de conquistar la paz, tenemos la decisión, como colombianos, de doblegar la violencia y no le vamos a pedir permiso a ningún actor violento para conseguirla.

¿Se despide usted de una candidatura liberal?

Sobre candidaturas y mi posición frente al liberalismo no he tomado ninguna posición.

¿Va a trabajar por la reelección del presidente Uribe en 2010?

Por crear conciencia. Hay que dejar puertas abiertas y opciones en la mesa y no sacar del abanico opciones que pueden ser demoledoras frente a la violencia. Me impresionó mucho una declaración que Íngrid Betancourt hizo cuando fue liberada, y es que las Farc piensan que el mayor golpe recibido ha sido la reelección del presidente Uribe. Con esa consideración, yo me pregunto si lo sensato es que el país cierre esa puerta. Creo que no. Esa opción debe estar al alcance de los colombianos para que como familia la consideremos y no para que la descartemos de plano.

¿Y esa es su nueva bandera?

Voy a trabajar intensamente porque que la política de Seguridad Democrática se convierta en política de Estado. Es una agenda de país, que creo que nos puede unir y es una agenda que implica que exprese con responsabilidad y con franqueza mis convicciones sobre un tema tan contencioso y controversial como el de la reelección, de la manera como se lo he dicho.

¿No cree que esta nueva postura lo apure a tomar decisiones frente al Partido Liberal?

Soy liberal y ejerzo. Para mí, liberalismo no es ni unanimismo ni borreguismo, ni una cárcel intelectual que le impida a uno expresar sus convicciones, menos cuando son convicciones animadas por un interés absolutamente patriótico.

Esta posición y este debate tienen plena acogida en el liberalismo, en el conservatismo, en Polo Democrático, donde hay sectores que están planteado posiciones muy interesantes, y por supuesto en el uribismo, donde hay también el gran reto de que las ambiciones personales por la sucesión de Uribe no terminen eclipsando las responsabilidades políticas por la consumación de acabar con la tarea de exterminar la violencia.

¿Ha emprendido un viaje sin boleto de regreso al liberalismo?

Véame anclado en el lugar que siempre han estado mis convicciones, en el colombianismo.

Pero lo veo saliéndose del aparato del Partido Liberal

Yo soy liberal, lo que ocurre es que hay un tiempo para cada cosa. Hay un tiempo para los partidismos extremos y tiempo para los patriotismo responsables.

¿Está asumiendo la jefatura de debate de la reelección del presidente Uribe para el 2010?

Lo que estoy planteando es un tema que no debería polarizar a los colombianos, sino un tema que nos una.

Pero usted sabe que la política polariza.

Sí, pero aquí hay una política que tiene un gran respaldo de la gente y lo tiene porque la gente tiene instinto de conservación, no porque la gente tenga filiaciones partidistas.

Entonces no necesariamente es Uribe

La reelección de Uribe es una opción para consolidar esa política, pero el acuerdo entre los partidos es otra opción.

¿Qué piensa de la situación en que está el referendo de la reelección?

No me quiero meter en el tema adjetivo procedimental en el que se ha concentrado el ciento por ciento de la discusión hasta ahora, lo que si me sorprende...

Pero decidir la vía jurídica para la reelección no es cualquier cosa.

Pues es un tema que lo tendrán que discutir los congresistas; es su rol, es su función, yo no estoy en el Congreso. Lo que sí quiero decir es que ese debate ha debido tener, y todavía puede, mucha más sustancia de fondo en relación con el tema crítico, que es la seguridad nacional.

Desgraciadamente se le ha dado un manejo leguleyo, le ha faltado grandeza y responsabilidad para poner el tema de fondo que está inspirando en esos más de 5 millones de colombianos que firmaron el proyecto ¿Qué es lo que los inspira a ellos? Lo que los inspira es una preocupación legítima por la continuidad de esta política. En el debate ha brillado por su ausencia cualquier consideración de fondo. El tema grueso, que es la necesidad de que esta generación de colombianos que está cerca de conseguir la victoria, no fracase, no se ha abordado. No quiero meterme en lo adjetivo procedimental que tiene suficientes protagonistas y dolientes en el Congreso.

¿Cómo va a generar esos consensos alrededor de la política de Seguridad Democrática?

Voy a empezar de la forma en que lo estoy haciendo. Voy a poner sobre la mesa un debate sobre el hecho de que no es cierto que haya un consenso de la alta élite política sobre esta política de Seguridad Democrática.

Por el contrario, hay muchas aristas y muchas discrepancias y hay un riesgo cierto de que esa política sea replanteada en el 2010. Por lo tanto vamos a hablar de ese tema con distintos actores políticos, con distintos líderes políticos que están vinculados con el Gobierno, con sectores de la oposición y vamos a meterle mucho pueblo a este proceso, vamos a hablar con la gente, porque creo que el gran protagonista de este provecto en todos los partidos tiene que ser el pueblo.

En mi recorrido por Colombia he encontrado gente del uribismo, del liberalismo, del Polo, del Partido Conservador que tiene estas mismas preocupaciones, que en otros temas tiene diferencias, matices, pero que tiene esa misma preocupación, o sea, he encontrado un terno de colombianidad, donde creo que hay materia prima para construir una política de unidad nacional.

¿Comenzará un itinerario por directorios, partidos, sociedad civil tratando de generar ese consenso?

Sí, con lideres políticos, estamentarios, sociales, pero también con la gente, porque tengo mucha fe en que tal como logramos en el 2003 el acuerdo nacional contra el terrorismo podamos ahora avanzar en esa dirección, pero incluyendo al Gobierno, por supuesto, y a sectores de oposición.

¿Cree que una pieza definitiva para generar ese consenso es el presidente Uribe?

Por supuesto. ¿Cómo construir consenso sobre un tema tan delicado sin el presidente Uribe? ¿Cómo creer que el Presidente podría tener objeción a una resuelta decisión de los colombianos de distintas orillas de respaldar esa política con las aristas más controversiales, y respaldarlo de manera inteligente, también planteando los ajustes constructivos que la política requiera para salvarla y consolidarla y garantizar que cualquiera que sea el Presidente no va a tocar el corazón de esa política?

¿Ha hablado con el Presidente sobre eso?

No he hablado con él sobre eso. Cuando nos reunimos el 8 de octubre, hablamos sobre los logros que veía en esta materia. Sobre esta idea concreta, esta retroalimentación que he recibido de los colombianos en este recorrido por el país, no he tenido ocasión de conversar con él.

¿El Partido Liberal debería formar parte de ese proyecto de consenso?

Por supuesto que sí. En el pasado el liberalismo ha sido abanderado de políticas nacionales, de consensos nacionales, por lo menos en el orden público. Así fue como el liberalismo condujo al país a enfrentar perturbaciones muy serias como el narcoterrorismo de Pablo Escobar en la década de los noventas o a finales de la década de los ochenta la embestida violenta, impresionante, que protagonizó el M-19.

¿No es demasiado ingenuo u optimista pensar que estamos a meses de ganarle la guerra a la guerrilla?

Es demasiado ingenuo pensar cuando tenemos el año más exitoso con los golpes más demoledores de toda la historia contra distintos actores de la violencia que algunos corran a sacar del cubilete la propuesta de negociación política o de salida negociada al conflicto, que lo único que hace es convertir a la democracia en una subasta pública para ver quién de nosotros les da más a las Farc.

De esa equivocación solo ganan las Farc, como solo han ganado en el pasado. Colombia necesita unidad nacional de todos los actores políticos para que no dejemos que las Farc saquen provecho de la 'torre de Babel' en la que sobre este tema se ha convertido la democracia colombiana.

¿No es dogmático plantear que al país lo único que le queda es la Seguridad Democrática?

Soy el primero que ha planteado la necesidad de que los logros de la política de seguridad se empiecen a traducir en bienestar para el bolsillo de la gente, que la confianza que tenemos los colombianos hoy, recuperada gracias a los logros de esta política, la traduzcamos a nuevos logros en la agenda económica y social. Hay que pasar a la seguridad económica y empezar a plantear propuestas concretas en este sentido. De hecho, he venido planteando una propuesta de desarrollo acelerado e incluyente para Colombia que parte también de la necesidad de que busquemos consensos.

¿Será candidato a la Presidencia por el Partido Liberal? ¿Sí o no?

No estoy tomando ninguna decisión sobre ese tema.

¿Está asumiendo un puesto de vanguardia en el uribismo?

Tampoco estoy tomando ninguna decisión sobre ese tema, estoy asumiendo un puesto de vanguardia en el colombianismo, que en este tema concreto se confunde con los logros más destacados de la política de Seguridad Democrática del presidente Uribe.

¿Está usted listo para entrar al gobierno del presidente Uribe?

No, no estoy pensando en eso. De hecho, mi reunión con el Presidente el 8 de octubre generó algunas suspicacias de esa naturaleza, porque buena parte de los observadores políticos del país no pueden creer que dos líderes se reúnan a hablar sobre temas de país y no de temas secundarios o de puestos o de candidaturas.


At <$Comentarios$>, david santos

Atrabilioso! Yo quería desearte una feliz navidad y que siendo amigos en el 2009!

Abrazos Y no bajes los brazos nunca.


At <$Comentarios$>, Anónimo

...en momentos en que el pais requiere de un gobierno energico,recursivo,que se den metas cumplidas, logros tangibles, el considerar formar un nuevo partido como alternativa a la reeleccion del Presidente actual, que ha demostrado capacidad para resolver los gravisimos problemas que arrastrabamos por generaciones, es como ofrecer un piadoso pero inocuo placebo a un enfermo grave, o actuar con franciscana ingenuidad desconociendo la efimera existencia de nuevos partidos politicos, o recurrir a la estrategia de de sugerir la preservacion de los postulados de un lider en doctrinas y dogmas que pronto se olvidan y asi oponerse a una necesaria reeleccion.

En nuestra historia son muchos los "nuevos partidos" fundados con el prestigio de lideres del momento,brillantes solo al divulgarlos, alegrias de gallo capon , muchas crestas y plumas pero a la larga poco, poquisimo kikiriki,sus dogmas y postulados pronto se fosilizan, sus directores o jefes empiezan a competir por el poder, llegan las divisiones, cada uno se apodera de un potrero para acomodar su rebaño personal y acaban disfumandose sin mayor gloria ni merito, acaso no lo estamos palpando ahora mismo?

El ofrecer un nuevo partido como alternativa a la reeleccion seria como ofrecer a los colombianos una absurda "piramide politica" con muchas promesas de grandes beneficios, sin explicar quien o como podran lograr tanta bondad, o que acaso llamen al nuevo embeleco "DEMOCRATICAMENTE MEJOR GOBERNADOS" y de esta manera embaucarlos en una nueva "DMG"...si a usted amigo y amable lector no le parece?....a mi si...


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

DAVID SANTOS:
Muchas gracias y le deseo lo mejor para el 2009.

Un abrazo.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

ANÓNIMO:
La diferencia entre la reelección eterna y un partido político formado por Uribe está en dos puntos fundamentales: la visión de largo plazo (objetivos, trabajo por etapas, etc.) y la supervivencia del proyecto político del Presidente, pues cuando falte Uribe, se acabará todo el impulso que tiene dicho proyecto.

Esa es la necesidad de un partido, aunque usted lo está interpretando como los partidos de garaje que se han visto en muchos países. Lo que usted insinúa, basado en experiencias pasadas, es que en Colombia no se puede instituir un partido serio como el Demócrata o el Republicano y ciertamente el país va por un camino que desembocará en una nueva especie de bipartidismo. Yo lo veo como un partido serio, con una estructura con vocación de poder, con un programa que independientemente de quien lo encabece se sepa en qué va a terminar, con ideario y doctrinas que permitan prolongar en el tiempo las bases que ha dejado el Presidente. Y es él quien lo tiene que instituir, como ocurrió en El Salvador… ¿será que en Colombia, Uribe no podrá ocuparse de un trabajo político de largo aliento que se asemeje a lo que hizo el mayor Dawson en el país centroamericano? Esa conformación ha gobernado durante 20 años seguidos en El Salvador y se llama Arena.

De hecho el propio Presidente ya lanzó ese partido y van adelantadas las bases ideológicas y doctrinarias: se llama Primero Colombia.

Un abrazo y gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.

Agregare algo de lo dicho por atrabilioso en lo que respecta a la formación de un partido político apoyado en los logros del Presidente Uribe y en las metas que aún faltan por cumplir.
Que hayan existido partidos políticos inseríos de garaje o pocos comprometidos con el futuro del país le da más fuerza a la iniciativa de crear un Partido Político verdadero. Ahora, es cierto que pueden existir los forcejeos descritos por el anónimo pero es mucho más fácil reformarse dentro de un partido con programas y metas que poner en cintura a un grupo de intereses detrás de un caudillo. Si comienzan a ver divisiones es porque muchos no quieren seguir el programa del partido entonces se van pero el partido sigue vivo, las ideas siguen vivas, las metas siguen en pie.
Yo creo como muchos que apostarle a una tercera reelección de Uribe es un riesgo que no se debe tomar, los más beneficiados que eso ocurra son los partidos políticos de garajes los totalitarios y politiqueros ¿Quién no sería más beneficiados de un tercer periodo que todos aquellos que le temen a que Colombia asimile la modernidad? El desgaste que sufriría Uribe a consecuencia de un tercer mandato seria bárbaro y con ello se llevaría sus ideales por delante. La política de seguridad democrática que fácilmente puede arrastrar otros postulados quedaría inservible o como un buen recuerdo del pasado. La formula seguridad democrática es igual a confianza inversionista y por lo tanto igual a cohesión social quedaría olvidada. Si hay algo a lo que le temen los grupos de intereses y las fuerzas totalitarias es que esa ecuación se perpetué. La seguridad democrática termina con la idea de que el futuro del País se defina en una constitución que salga a imagen y semejanza de las fuerzas totalitarias por la presión de las masacres. La confianza inversionista no es más que la forma en que el País comprenda que las fuerzas productivas son las lleva a un verdadero desarrollo. La cohesión es la forma en que la gente se superara por sí misma como ha ocurrido en todas las naciones que antes eran pobres y hoy son prosperas.


At <$Comentarios$>, Anónimo

...apreciadisimos Atrabilioso y Brabonel, en religion como en politica hay nmandamientos , sacramentos. Evangelios que son el camino a la perfeccion espiritual, todo ello esta escrito y en mayor o menor intensidad nos guian, pero no obran en si mismos, requiere que se guarden y se cumplan, creen ustedes que los postulados y dogmas politicos por nobles y altruistas que parezcan pueden por si mismos resolver los graves, gravisimos problemas que esta resolviendo el Presidente Uribe?,la solucion a ellos esta comprometida no a las doctrinas prtidistas,de hecho el presidente es independiente, se hacen realidad por las dotes personales del Presidente y estas desgraciadamente son absolutamente personales e intransferibles.

El asunto de El Salvador, con sus veinte años de Arena no es muy confiable, fijense , la experiencia lo ha demostrado, esos paises donde un partido domina el ecsenario por muchos lustros, el partido dominante en el poder termina dominando a los medios de informacion, el caso de El Salvador es tipico, una cosa es lo que nos parece y nois venden y otra muy distinta la que viven los salvadoreños, aunque no pueda hablar con propiedad de su intringulis politico, tengo contacto muy directo con salvadoreños que diariamente tienen que abandonar su pais precisamente porque sus gravisimos problemas no han sido resueltos en veinte años de arena , el partido en el poder, problemas de toda indole, seguridad, primero que todos, sociales, economicos, de corrupcion, falta de autoridad, impresiona el enterarse de la proporcion tan considerable de la poblacion salvadoreña que sin ser emigrantes estan obligados a emigrar en forma ilegal a otros paises centroamericanos o a USA, alguien de ese pais me decia que hoy es tan peligrosa la vida alli como hace veinte años, asi que algunas veces un partido dueño del poder por muchisimos años no es ni prueba ni garantia de que sus problemas esten resueltos, o que al menos en El Salvador sea cierto lo que dice el tango de Gardel de que veinte años no son nada...

Los colombianos somos,digamos mas bien que de mala suerte para esos asuntos a "largo plazo", mas bien quedemos en que somos acelerados o muy impacientes, nos gusta el enriquecimiento rapido y facil, lo estamos viviendo,eso no solo en sentido economco, tambien en el politico, recordemos...al finalizar el primer periodo del presidente Uribe. algunos conceptuaron que lo hecho hasta entonces era mas que suficiente, en eso coincidian algunos de mis buenisimos amigos, que lo mejor era que otro presidente fuera quien terminara lo iniciado por Uribe, que la reeleccion escandalizaba por antidemocratica, que de prontoo podria debilitarse su mistica imagen y que patatin y que patatan, al fin logramos su reeleccion contra todas esas bien intencionadas chacharas y hemos disfrutado de los asombrosos golpes a las guerrillas, el continuo ataque al paramilitarismo y la fenomenal limpieza de corruptos enquistados en nuestras mas queridas instituciones patrias,se presenta ahora la disyuntiva de o reelegir nuevamente a un Presidente capacitado y entregado a su pais para terminar lo que aun falta para dejar las bases firmes para que se revitalicen los partidos tradicionales sobre esas bases para preservar sus logros con diferentes opciones, o formar un embeleco de partido como "arena" el pri, los colorados, o el mismisimo chavismo", siendo los colombianos rabiosamente "bipartidistas", negandole al pais la oportunidad de resolver sus problemas de una buena vez, fijense bien OCHO AñOS en el poder el Presidente Uribe para algunos era demasiado...Atrabilioso y Brabonel....entonces de que "a largo plazo "estamos hablando....? a ustedes no les parece?....


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

ANÓNIMO:
Ciertamente las doctrinas de un partido político no obran en si mismas, ni solucionan los problemas, pues necesitan un ejecutor. Un partido político serio tiene las doctrinas y la capacidad de elegir al que va a aplicar los programas y el desarrollo de las ideas de dicho partido. Fíjese que Uribe está aplicando principios y doctrinas políticas en el marco de la aplicación de algunas soluciones que ha dado el Presidente a algunos problemas nacionales. Además, esas ideas de Uribe (Seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social) son la base para la fundación de su partido, y por lo tanto, si hay un respaldo de un partido para que funcionen y las hagan perdurables en el tiempo, ese será el mayor legado de Uribe.

¿Usted qué entiende por doctrinas partidistas? De hecho las soluciones Uribe son doctrinas que ahora requieren un esfuerzo para que se profundicen y se conviertan en un estandarte de miles y miles de colombianos que más que uribistas, nos sentimos representados en los postulados, propuestas y visión que presenta el actual Presidente.

En cuanto a El Salvador, usted se va por las ramas. ARENA fue un partido instituido en las bases dejadas por el mayor Dawson y ha funcionado como partido al punto de estar durante 20 años rigiendo los destinos de ese país. Que sus resultados, según usted, no sean satisfactorios, es accesorio, pues ningún gobierno sale bien librado del escrutinio, pero ese partido enfrentó a la guerrilla del FMLN, ha permitido la cohesión social y la confianza inversionista. Usted tiene amigos salvadoreños que hablan mal de Arena… ¡Que bueno por ellos que van a votar en las próximas elecciones por Mauricio Funes, del FMLN, beneficiario de Chávez y de Castro y colega del PDA colombiano!

Sin embargo el punto es que ARENA demuestra que un partido serio, seguidor de una doctrina y de un ideario, si es posible, lo que usted anteriormente rechazó enfáticamente.

Pero mire esta frase suya: “tengo contacto muy directo con salvadoreños que diariamente tienen que abandonar su pais precisamente porque sus gravisimos problemas no han sido resueltos en veinte años de arena…

¿Acaso la gente no sale de Colombia por los gravísimos problemas que no han sido resueltos en 6 años de gobierno de Uribe? Lo invito a mirar las cifras de crecimiento de El Salvador, y a compararlas con otras de Centroamérica, para que pueda tener elementos de juicio más fundamentados que el conocimiento de gente que emigra porque al salvadoreño le quedaron lazos familiares y personales en Estados Unidos, cuando en masa la gente se refugiaba de la guerra en EE.UU.

Otro asunto es que sus argumentos podrían ser utilizados divinamente contra Uribe y su tercer periodo: “problemas de toda índole, seguridad, primero que todos, sociales, económicos, de corrupción… Esos problemas también los vivimos los colombianos y nadie podrá decir que Colombia disfruta de plena seguridad, ni que en su seno no hay problemas sociales y económicos o que la corrupción fue desterrada… para la muestra un ministro como Fabio Valencia Cossio, los asesinatos para lograr fines de semana de permiso, etc.

Entonces, según su rasero, ARENA no funciona por lo mismo que Uribe si funciona… ¡Paradójico!

Finalmente usted habla de que estamos ante la disyuntiva de reelegir a Uribe y eso es falso: en este momento se está buscando aplicar un referendo para saber si se aprueba o no la reelección para un tercer periodo y si lo ganara Uribe, tendría que ir a las urnas para que el pueblo lo confirmara.

¿Embeleco un partido político serio? Me aterra que lo que a usted no le parece, siempre lo descalifica como embeleco o cosas por el estilo… Le faltó decir que es un embeleco como el partido Demócrata o el Republicano. Pero es su ejercicio de la libertad de expresión, esa que a algunos tanto les molesta.

Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

El último comentario de nuestro apreciado anónimo tiene dos partes. Respecto a El Salvador, primero hay que tener en cuenta lo que es ese país, pues la comparación con Colombia no cabe. ¿Cuál era la renta salvadoreña hace 30, 20 o 10 años y cuál la colombiana? ¿Y las instituciones, riquezas naturales, capital humano, etc.? La situación política era tan complicada que Arena es un partido heredero de un criminal, el coronel D'Abuisson, famoso por organizar escuadrones de la muerte. En un momento ese partido accedió al poder, con Alfredo Cristiani, y consiguió liderar la renovación del país.

Para comparar a El Salvador ($6.000) habría que pensar en Honduras ($4.300), Guatemala ($5.100) y Nicaragua ($2.800). Las cantidades corresponden al World Factbook y están distorsionadas por el criterio PPP (paridad de poder adquisitivo). Según ese criterio Camboya y la República Checa son casi equivalentes, y la renta colombiana es como un tercio de la española, aunque en realidad los sueldos de la gente pobre son al menos seis veces menores en Colombia. Volviendo a El Salvador, si se hacen las cuentas en dólares su diferencia es mucho mayor con sus vecinos, y si se tiene en cuenta su superpoblación, su falta de recursos y su retraso tradicional, aun frente a sus vecinos, se tendría una labor de gobierno muy interesante después de Cristiani.

La cuestión de los partidos es simple: todas las democracias de este mundo son "partitocracias" y todos los países prósperos y ordenados son democracias. Nunca una guerrilla ha vencido a una democracia y los regímenes dictatoriales conservadores sólo le abren las puertas a democracias dominadas por la izquierda (caso de España, Chile o Brasil) o a dictaduras totalitarias (caso de Cuba, Nicaragua, Rumania, etc.)

Un uribato de 12 años sería la puerta abierta a un régimen de signo opuesto en 2014, por no hablar de la inestabilidad derivada de la legitimidad dudosa de un presidente asistencialista que reforma las leyes en aras de la reelección perpetua.

Los enemigos de Uribe dicen que es intercambiable con Chávez. Sólo hace falta que termine reelegido de nuevo en 2010 para que al menos fuera de Colombia empiecen a decirlo también los amigos.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Inocultable los logros de ARENA en un país con las dificultades del el Salvador: una nación rular con súper población, un casi 90% de la población sufriendo de algún tipo de analfabetismo, la población joven abandonado al país y de esa forma disminuyendo su capacidad productiva. Salvador viene de una guerra civil cruenta que destruyo lo poco que se había construido donde las secuelas aun permanecen por que la violencia que padece llega de venganzas causadas por los asesinatos de la guerra ¿Qué pasaría con Colombia después de 20 años de Gobiernos profundizando los logros del Gobierno Uribe? Si no me equivoco creo que el Salvador viene de un crecimiento sostenido del 5% anual en promedio durante estos últimos 20 años, algo notable o más bien sobre saliente, en un País con poca tierra cultivable (en un país donde la fuerza productiva es acta para ello) con poco capital humano para dar un salto tecnológico acelerado.

La experiencia de ARENA en el Salvador debe servir como ejemplo para el Mundo y principalmente para Colombia que guardando las proporciones se asilan mucho.


At <$Comentarios$>, Anónimo

lo que recuerdo de Arena, es tenebroso, no lo consideraria de ninguna manera un partido politico serio, como lo define el amigo Atrabilioso, es una coalicion de partidos politicos, que fue util en su momento para termiar la guerra civil de ese pais en ese entonces, otro asunto es que quedaron las guerrillas y escuadrones de la muerte, complicado el asunto con las pandillas armadas que hacen de las suyas no solo en el Salvador sino en USA, no quisiera por nada del mundo "perderme" como me sucedio recientemente en un barrio marginal de Washington aparentemente dominado por los "salvatruchas", el caso Jaime Ruiz es que no me parece adecuado mencionar a Arena como ejemplo para conformar el partido o embeleco que muchos proponen y creo hasta presionan a Uribe para formarlo.

Lo que veo mas interesante es revitalizar y corregir el rumbo de nuestros DOS partidos tradicionales sobre las bases legadas por Uribe, con diferentes opciones cada uno y cuya finalidad fuera preservar ese pais ya con sus problemas resueltos, tarea que debemos dejar que Uribe termine, aun si hace falta la segunda reeleccion.

Seria, como lo menciona Atrabilioso muy saludable calcar en nuestros partidos algo de los partidos Democrata y Republicano de USA,ambos tienen la finalidad de proporcionar al americano el mejor y mas comodo modo de vida,para ello tienen ciertas politicas que no varian , tienen continuidad , en otra que es la mas trajinada , la que decide si quita o pone a determinado partido en el poder es lo concerniente al empleo, es vital, un partido pretende dar esa bonanza a los americanos defendiendo y protegiendo al empleador, a las corporaciones y el otro se concentra en proteger y defender al trabajador, asi buscando el balance se encuentra ese genero de vida, cuando el uno no funciona debidamente es tiempo de cambiar por el otro, mis principios son republicanos y me fue muy grato votar por los democrtaas, creo no me equivoque.

Ni palidamente nos parecemos a El Salvador, alli el partido de calicion de diferentes tendencias ayudaron a terminar una guerra civil, en Colombia no tenemos guerra, la coalicion salvadoreña se turna en el poder, siendo a la larga mas politica que determinados a solucionar los graves problemas que persisten y se hacen cada dia mas graves, en esto puedo estar por las ramas,en Colombia lo que sugieren es un partido serio que aprovechando prestigio de Uribe perpetue sus programas de gobierno como si el asunto fuera diciendo en vez de entenderlo como haciendo.

Si a lo que produce el pais le agregamos las mutimillorarias remesas en dolares que envian los emigrantes de USA a los familiares que han quedado en el pais en espera de poder tambien emigrar, nos resultan unos numeros impresionantes,nos muestra una super economia en contraste con sus vecinos


At <$Comentarios$>, Anónimo

Amigo Atrabilioso , ofatea muy bien aunque solo tangencialmente el asunto Salvadoreño, al ser Arena incapaz de resolver los problemas actuales de inseguridad, y sociales corre serio peligro de que los seguidores de Farabundo Marti hagan la misma gracia que hicieron los Chavistas en Venezuela, un error, pequeño si se quiere y se acomodan por largo rato los enemigos de la democracia


At <$Comentarios$>, Anónimo

La formula necesaria para disminuir la violencia, aumentar la productividad y convivencia en razonable harmonia en medio de la diversidad creo que radica en pocas cosas, que han existido desde siempre, pero que por razones derivadas de la misma caracteristica humana rehusamos aplicarlas generacion tras generacion.

Incluye:

-respeto a los valores propios y ajenos

-libertad con responsabilidad

-aprecio real al conocimiento

-y aprecio a las leyes y justicia que rigen la comunidad

Cada uno de estos es un tema amplio y aquel que se proponga innovar con aplicaciones destructuras lo hace capitalizando en los otros.

Asi es que el balance de estos daria la convivencia.

Francamente no imagino a Uribe como a Chavez, ni en lo de impaciencia, pero como hoy en dia esta de moda la desacreditacion, y hasta de uso exitoso en incrementar 'rating', creo que la asociacion de dictador queda invalida.

La pregunta formal es que es lo que se quiere como sistema de gobierno de una comunidad?

democracia? y si es asi, pasemos a aclarala, vigilarla y cumplirla.

Sin eso no se recupera la economia, solo se reorganiza la esclavitud modernizada. O la colonia o el sistema de realezas, con sus modernas sistemas de pirateria.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Amigo Atrabilioso :me parece muy saludable aclarar que lo que a muchisimas personas,mas de las que Ud pueda imaginarse, lo que nos molesta no es el ejercico legitimo de las libertades, la de expresion incluida,fijese bien, lo que abominamos y condenamos con energia son los abusos que se cometen en nombre de esas libertades.

Vale recordar que las libertades del individuo llegan exactamente hasta donde empiezan los derechos de los demas, el actuar conforme a este sencillisimo enunciado nos permitiria vivir en un mundo un poquito mas amable...si a usted no le parece....a mi, si...

...como ya ensille...es tiempo de retornarle sus cordiales abrazos, reiterandole mis sentimientos de lealtad , amistad y consideracion, deseandole a usted y la familia Atrabiliosa que disfruten de una Navidades llenas de Paz y Alegria y mis mejores deseos para que el 2009 les traiga muchisimas cosas buenas...


At <$Comentarios$>, Anónimo

...abusos de libertad de expresion...chocan a mas de uno.

eltiempo.com / archivo Hágales Pasito, Claudia
El riesgo para algunos columnistas que de la noche a la mañana “pegan” con fuerza en los lectores (por la crudeza con que escriben y la liberalidad de que gozan para publicar) es creerse, con irreflexivo desbocamiento palabrero, poseedores absolutos de la verdad revelada, angelicales criaturas en una sociedad corrupta y, lo más dramático, jueces inapelables de todo aquel que no piense o actúe como ellos quisieran.

La más reciente columna de Claudia López en este diario (‘Mojigatería y politiquería’, martes 16) es el más elocuente ejemplo de satanización a todo lo que se mueva que hayamos leído los colombianos en las interminables semanas anteriores y los días posteriores a la elección del nuevo Procurador, tiempo durante el cual se han divulgado numerosas opiniones, casi todas adversas al candidato que ganó, pero ninguna agresiva y huérfana de sindéresis como esta.

Más allá, mucho más allá de su legítima inconformidad personal con Alejandro Ordóñez; y muchísimo, pero muchísimo más allá de cuanto en idéntico sentido oportunamente expusieron, con todo derecho, respetados columnistas como Daniel Samper o Florence Thomas, la belicosa Claudia dispara su artillería más pesada (concluida la batalla, qué pena) contra el Procurador electo, contra el Senado que lo eligió, contra algunos congresistas en particular y contra el Alcalde de Bogotá. De vainas no insultó también al Consejo de Estado por haber postulado al vencedor.

El lector medianamente informado y tolerante puede, y aun debe, pasar de agache ante el lenguaje descomedido habitualmente utilizado por la señora López y en esta ocasión llevado a simas de flagrante irrespeto al buen nombre de ciudadanos irreprochables. Pero lo que no conviene ignorar es que los ataques de Claudia, edificados sobre suspicacias atolondradas y al parecer sin el mínimo fundamento real, son, más que una opinión periodística, la sentencia condenatoria de 81 senadores que según ella habrían incurrido en una actuación ilegal como el tráfico de influencias al elegir a un “supuesto honorable”(?) magistrado como Procurador a cambio de burocracia en un Ministerio Público donde, por lo visto, el jefe actual jamás ha nombrado siquiera un portero por recomendación de un congresista...

¿Qué tal? Este cargo es muy grave y alguna autoridad deberá avocar la denuncia. Porque aun cuando a ojos desprevenidos aquí no podría haber falta ni delito, es de esperar que, so pena de injuria o calumnia, López tenga en sus fuentes respaldo probatorio suficiente para endilgar una conducta punible que de aceptarse por los jueces competentes acarrearía (¡nada menos!) la pérdida de investidura de los parlamentarios por elegir a Ordóñez vulnerando las normas reguladoras del bien común, la moral pública y la transparencia que debe presidir la marcha institucional del Estado.

De no menor gravedad, pero igualmente deleznable, es la afirmación de Claudia en el sentido de que el nuevo Procurador se comprometió con sus electores a proponer (se supone que por ley o acto legislativo) que su facultad de disciplinarlos pase al Consejo de Estado. ¿Y qué decir de que Iván Moreno compró con su voto por Ordóñez un “seguro antiinvestigación” para su hermano Samuel por “incompetencia” en la Alcaldía de Bogotá? Hágame el favor, compadre.

Ante tan evidentes abusos cometidos al amparo de la libertad de expresión y ante formas tan desabridas y soeces de ventilar las cuestiones de interés común, a un lector raso como yo le queda la impresión (dolorosa, claro) de que el oscurantismo e intolerancia de que mucho se habla en estos días no viven tanto en quienes, como el nuevo Procurador, nunca han ocultado sus verdaderas creencias y actitudes, sino en quienes, como Claudia López, con privilegiadas tribunas mediáticas, están en mora de hacerles pasito y con decencia a cuantos consideran la encarnación terrena de todos los males habidos y por haber.

vimaruiz@hotmail.com


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

ANÓNIMO:
Como lo demuestra la columna que usted anexó, NO EXISTEN LOS ABUSOS EN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN: lo que hay es COMISIÓN DE DELITOS escudados en una supuesta libertad de expresión.

Sin embargo le recuerdo que su molestia con la libertad de expresión en este medio surgió por una CRÍTICA contra Uribe por un disparate... eso a usted le pareció inconveniente y todo un abuso de la libertad de expresión.

Entre delito y crítica hay una enorme distancia.

Un abrazo.