jueves, 20 de noviembre de 2008

La nueva economía

George Soros es un reconocido multimillonario dueño de un grupo de gestión de fondos de cobertura, (Hedge Funds) que durante años ha estado cuestionando el conocimiento fundamental que se tiene sobre cómo operan los mercados.

Hasta ahora su teoría no es la generalmente aceptada, pero cada vez parece volverse más evidente en la medida en que las predicciones de Soros se cumplen y él insiste en que se ha hecho millonario aplicando esas teorías.


Desde el primer año de estudios, todos los economistas estudian que los mercados siempre tienden al equilibrio. Es decir que puede haber crisis, alzas y caídas inesperadas, pero finalmente los mercados y los precios que se reflejan en ellos regresan a un equilibrio.

Según Soros, quien hace poco volvió a enfatizar en su teoría durante una audiencia en el Congreso, los mercados no vuelven a su equilibrio y no necesariamente reflejan el verdadero valor de los activos que se negocian en esos mercados. Y esto ocurre porque la teoría imperante, según Soros, desconoce que en los mercados actúan individuos pensantes que distorsionan la realidad. Y esto es de doble vía: la gente afecta a los mercados y los mercados afectan a la gente.

Por ejemplo, en economía se supone que todos los que actúan en un mercado toman decisiones "racionales". Pero se ha demostrado que esto no es necesariamente cierto. Por ejemplo, En Estados Unidos la gente pensaba hasta hace poco que los precios de las casas aumentarían de por vida y por ello no paraban de comprar a cualquier precio. ¿Hay algo menos racional que eso?

Soros está de moda de nuevo y muchos están prestando atención a lo que dice este viejo zorro de Wall Street de origen Húngaro de 77 años.

Soros dice que el gran problema es que la economía se ha estudiado con los mismos fundamentos matemáticos de la física y otras ciencias naturales donde en realidad los seres pensantes no tienen efecto sobre muchos de los fenómenos que la ciencia explica.

A todo esto Soros lo llama la teoría de la reflexividad y está moviendo el piso de la economía moderna.

¿Van a salvar a todas las empresas de la quiebra?

Es difícil recordar otra época en la historia de los últimos cien años en la que
nuestras finanzas estuvieran más amenazadas que hoy. Y no es solo nuestra estabilidad inmediata la que está en juego por el desempleo creciente y una economía global que se tambalea. Nuestro futuro está en peligro. ¿De qué vamos a vivir cuando estemos viejos si nuestra capacidad de ahorro y nuestros ahorros están en crisis y si el gobierno todos los días tiene una nueva petición de rescate multimillonario?

Ayer fueron los deudores hipotecarios y ahora es General Motors Corp.: o el gobierno la salva o se va a la bancarrota. ¿Cuánto nos cuesta todo eso? ¿De dónde saldrá el dinero? Los recursos de un estado no son ilimitados y aunque a diferencia de las personas, los estados pueden imprimir dinero, eso también tiene un límite.

Cuando un país emite dinero sin respaldo en su crecimiento y producción, ese dinero genera un efecto muy nocivo de alza de precios. La moneda empieza a perder valor por simple abundancia de la misma en un mercado, tal como ocurriría con cualquier otro producto. Dicen que los gobiernos no quiebran, pero ha pasado. ¿Se acuerdan de Argentina en 2001 y 2002?

Es un mundo lleno de amenazas y resulta muy difícil protegerse y aislarse de lo que está ocurriendo en nuestro entorno. Nuestra única defensa es el ahorro y la prudencia con nuestros gastos. Estos son tiempos para realmente ajustarnos a nuestras capacidades y tratar al máximo de no usar el crédito porque "para que esto mejore, tendrá que empeorar aún más", dice un adagio popular y mientras tanto tenemos que navegar en estas aguas tormentosas de la economía actual.

Y aunque el nuevo gobierno de Barack Obama sea menos propenso al libre mercado, no es viable que se rescate a todo el mundo de sus crisis y quiebras. Las empresaa automotrices tienen que salir de su crisis solas tal como ha ocurrido a lo largo de la historia y los contribuyentes no tenemos porque pagar por esas quiebras. Ya tenemos suficiente con los bancos. ¿Quiénes serán los próximos en tocar las puertas del gobierno para un rescate?

Por Jaime Mejía. Editor de Tu Blogsillo de AOL Latino.

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