jueves, 13 de noviembre de 2008

El futuro de la economía no va a ser fácil

Con este post damos la bienvenida al grupo de trabajo de Atrabilioso al periodista Jaime Mejía, especializado en el área económica y con un importante recorrido profesional en Colombia y en los Estados Unidos.
Con el nuevo liderazgo de Barack Obama al frente de Estados Unidos sin duda hay vientos de cambio. Pero la situación económica de este país es muy seria y no se pueden esperar milagros.Hoy recibimos otra mala noticia en el frente del empleo. Se perdieron en octubre otros 240,000 empleos y la tasa de desempleo llegó al 6.4%, la más alta desde 1994.

La gente espera que el próximo año se vean acciones concretas como un nuevo paquete de estímulo tal vez como el de este año en forma de cheques enviados por el IRS. Y además ya está en acción el paquete de rescate financiero que aprobó en Congreso de $700,000 millones. La magnitud de los gastos que tiene el gobierno de EE.UU. es de proporciones nunca antes vistas. A todo esto hay que sumarle el costo de la guerra en Irak que es de varios miles de millones por día. Como es apenas lógico, el gasto debe tener un límite.

Paul Krugman, premio Nóbel de economía,
dice en su columna de The New York Times, que el déficit fiscal del gobierno llegará a $1 trillón ( un millón de millones). Y no olvidemos que la deuda de EE.UU. ya es de $10.5 trillones. Estas son cifras que ni si quiera caben en una calculadora normal por la cantidad de ceros a la derecha. Dice Krugman que no importa. Claro él es parte de un grupo de economistas que piensa que, cuando un país está en crisis, lo correcto es tener un déficit fiscal temporal para estimular la economía (hay déficit cuando los gastos superan los ingresos).

Y es posible que tenga la razón. Al fin y al cabo la elección de Obama fue justamente un clamor popular para que EE.UU. sea un país donde el gobierno intervenga más en la economía y no que deje todo en manos de la empresa privada y el mercado libre. Esta corriente de pensamiento económico supone que el Estado utilice sus recursos para generar empleo con gasto en obras de infraestructura, por ejemplo.

Otro grupo de economistas, los que han dominado la política económica en la última década, piensan que esto no es bueno porque, entre otras cosas, impide el crecimiento de la empresa privada. Todos los extremos son malos y seguramente terminaremos con una mezcla más equilibrada de Estado y mercado libre. Por ahora, insisto, no podemos esperar milagros.

¿Llegó el socialismo?

Por supuesto que no. No creo que nadie con un mínimo de cordura crea en esa falsa teoría que circulaba en nuestros emails hace poco de que Obama era un socialista en potencia. Ofrecer un estado que actúe más y le devuelva más a sus ciudadanos en salud, educación o seguridad social no es socialismo. ¿O será que Canadá o Suecia son países socialistas?

Lo que sí es evidente es que el reto del nuevo presidente es de enormes proporciones. Reordenar esta economía para volver al rápido crecimiento y la generación de empleo no será tarea fácil y no se pueden esperar resultados inmediatos. Desafortunadamente las economías se pueden desplomar en unos cuantos días, pero se demoran años en recuperarse.

Para salir de la crisis de
nuestras finanzas tendremos que poner todos un poco. Lo más importante es volver a generar ahorro y dejar atrás esta fiesta irreal de consumo que había cegado a todo el país con la falsa creencia de que teníamos riqueza acumulada en nuestras casas y acciones de empresas. Si hay un enorme valor pero no tanto como el que creíamos y estabamos gastando por encima de las capacidades.

Por Jaime Mejía, editor de Tu Blogsillo, blog de finanzas personales de AOL Latino.

0 comentarios: