jueves, 9 de octubre de 2008

Coalición uribista: ¿En átomos volando?

La oposición presiona para que el Presidente pronuncie un monosílabo y así recuperar la esperanza perdida y contemplar la posibilidad de retomar el poder. Sin embargo Uribe, como torero en faena, hace pases con el capote, lo maneja con ambas manos y dibuja verónicas y chicuelinas que estremecen a sus bandos contradictores.

Imagino en sus noches intranquilas a Cecilia López, a Carlos Gaviria y a Gustavo Petro, entre muchos otros, teniendo pesadillas con Uribe como candidato y luego pasar a una fase de sueño más tranquilo con el Presidente anunciando que no se lanza a una segunda reelección.

Lo ha dicho en todos los términos: desde aquella declaración de la
hecatombe, Uribe manifestó que no se lanzaría a un nuevo periodo, salvo que la supuesta coalición de gobierno no lograra ponerse de acuerdo para elegir y apoyar a un solo candidato a la presidencia. El reto directo fue a las vanidades de los caciques del “uribismo” quienes, como doncellas veleidosas, se consideran a sí mismos como los únicos llamados a ocupar el puesto que debe dejar Uribe el 7 de agosto de 2010.

Sin embargo, al margen de las vanidades y de la credibilidad que le otorgan a sus círculos íntimos –esos que les dicen al oído que son predestinados-, la supuesta coalición de gobierno debe pensar en algo fundamental: la decisión popular.

Puede que a Nancy Patricia Gutiérrez le parezca de lo más chirriado su jefe Vargas Lleras, o que a Carlos Ferro, el nuevo presidente de la U, le llame la atención Juan Manuel Santos, o que a Hernán Andrade, el senador conservador que hoy ocupa la presidencia del Senado, le gusten Holguín Sardi o Andrés Felipe Arias, pero todas esas simpatías son simples anécdotas que no garantizan la sintonía de sus líderes con los ciudadanos.

El
último llamado que hizo el Presidente a la supuesta bancada oficialista es prácticamente una amenaza que deben estudiar con juicio: o analizan bien a quién van a respaldar de manera unánime, establecen un acuerdo y lo apoyan hasta el final; o de lo contrario voy por la segunda reelección en la que seguramente no necesitaré la maquinaria ni el respaldo de sus agrupaciones políticas… en otras palabras, corren el riesgo de salir de la torta burocrática y eso, en la práctica, condena a muerte a algunos de esos movimientos.

Los votos de Uribe no son transferibles. Tampoco implica que si toman una decisión equivocada de respaldar, por ejemplo a Holguín Sardi, éste tenga la posibilidad de atraer a los votantes que siguen al Presidente. En realidad el trabajo que le espera al hipotético candidato del “uribismo” es enorme y requerirá un esfuerzo importante para heredar el caudal electoral y llegar a la silla presidencial.

En todo este proceso es muy probable que la “coalición” estalle como “Ricaurte en San Mateo”. Nada raro que las vanidades, la incapacidad o la ausencia de sintonía entre el candidato y los ciudadanos, termine por entregar la presidencia a un miembro de la oposición que venga trabajando desde hace tiempo en deslindarse del concepto primario que tienen los colombianos de lo que significan las Farc.

Así las cosas, si el tortuoso camino que le espera al referendo para la segunda reelección sufre algún accidente y no puede continuar, la “coalición” quedaría en “átomos volando” y la otra coalición, la que se está formando entre el sector aparentemente menos radical de la izquierda y el liberalismo, terminaría recibiendo la banda presidencial el 7 de agosto de 2010.

En este escenario entraría a jugar una nueva reforma constitucional para que Uribe pueda aspirar a la presidencia en 2014, contando con que conservará, además de las mayorías en el Congreso, el mismo respaldo popular que tiene en la actualidad y que la gestión del inquilino de la Casa de Nariño entre el 2010 y el 2014 sirva para que los ciudadanos hagan un ejercicio de contraste que sea lo suficientemente contundente para que se añore el retorno al poder de Uribe Vélez.

La apuesta es altísima, pues ya se vio en Bogotá que ellos llegan al poder y así no hagan nada -o peor, destruyan la ciudad como lo hizo Luis Eduardo Garzón- se ocupan cuidadosamente de instalar sus maquinarias y aceitarlas juiciosamente para atornillarse y apoderarse del mando. Con cuatro años en la presidencia ellos podrían cambiar la Constitución, reducir el gasto militar a los niveles paupérrimos de los años 90, impulsar acuerdos humanitarios con despeje y todo y entregarle al aparato militar de las Farc, el tanque de oxígeno que tanto necesitan.

No hay que llamarse a engaños: entregar el poder al PDA, o al liberalismo, o a ambos, no será un experimento de ensayo y error sino una oportunidad para que se queden en el poder mediante políticas asistencialistas, exacerbación de los ánimos antiyanquis, arengas de “dignidad” y la promesa de la unidad latinoamericana. Además será la oportunidad para que recuperen el poder los retardatarios de siempre, como Ernesto Samper, Alfonso López Caballero y otros de la misma casta.

No es lanzando al “escarnio” público como Uribe debe preparar a su sucesor. En su momento deberá dar un guiño y su respaldo frontal a una persona capaz de continuar la tarea y preservar los tres pilares de su gobierno. Además, debe mirar más allá de sus afectos o inquinas y considerar la opción que sea capaz de aglutinar más votantes y ganar unas elecciones.

Ciertamente el Presidente no tiene motivos para anunciar desde ya su decisión. Por el contrario: la estrategia puede obligar, en teoría, a la conformación de una verdadera alianza en torno a la seguridad democrática, la cohesión social y la confianza para el inversionista, con una sola cabeza visible y un enorme grupo de obreros, anónimos si se quiere, cuyas vanidades y ambiciones quedarán aplazadas o sepultadas definitivamente.

Pero tarde o temprano llegará el momento de la decisión y mientras eso ocurre, el “uribismo” debe exhibir como precandidatos a tres o cuatro pesos pesados de la política nacional. Que no nos vengan con Holguín Sardi, ni con Martha Lucía Ramírez, ni con el ministro Arias… seamos serios: Nohemí Sanín, Juan Manuel Santos o Germán Vargas Lleras son nombres de peso, toreados en varias plazas y seguramente capaces de continuar las labores emprendidas. ¡Claro! En la lista no puede faltar Sergio Fajardo, un fenómeno que sabe trabajar la política, le resulta simpático al elector y puede posicionarse como una figura refrescante en el mapa electoral colombiano.

Eso si: ya es hora de que Juan Manuel Santos se retire del Ministerio, que Nohemí abandone las mieles de la reina Isabel y que Germán Vargas ponga la cara. Hay que tomar la temperatura de la ciudadanía frente a cada uno de los pesos pesados y pulir el mecanismo de consulta para que sean los electores los que decidan a quién le darán el guiño en las urnas.

La hecatombe anunciada por Uribe no es tan fácil de desactivar, pero hay que hacerlo desde ya.

Por Jaime Restrepo. Director de Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

13 Comments:



At <$Comentarios$>, Maria Antonia

"segunda reelección en la que seguramente no necesitaré la maquinaria ni el respaldo de sus agrupaciones políticas"...

jeje, eso sí es optimismo, caramba. Eso sí sería algo digno de verse, algo que no se habría visto jamás en la historia del país. Para echar harina y decir todas esas cosas de "grandeza", "patria", "diosito", "berriondera" y todo eso que les gusta a los uribistas.

Por otro lado, me parece increíble que haya pegado esa pendejada de la hecatombe. Ahora, además, parece que significa algo distinto para cada persona. Para algunos, aparentemente, es como una bomba de tiempo que puso el mismo Uribe en algún lado...


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

MARIA ANTONIA:
Cierto. Jamás en la historia del país se ha visto el triunfo de un candidato presidencial sin respaldo de maquinarias partidistas. Pero tampoco se había visto que durante seis años un Presidente mantuviera un índice de popularidad tan alto. Total: esa es la apuesta que podría hacer Uribe si quisiera y pudiera lanzarse a un segundo periodo, dos cosas que son difíciles e inconvenientes para el país.

En cuanto al tema de la hecatombe, seguramente su interpretación, que todos desconocemos, debe ser una pieza brillante de análisis y opinión. Es una lástima, duele profundamente, que usted le haya negado al país la oportunidad de acceder a tan magistral texto haya dejado a los ciudadanos solo con las modestas interpretaciones que algunos hemos intentado ofrecer. Anímese y nos suministra el enlace de su obra para que aprendamos algo.

Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.

Cuando las cosas van bien lo que menos quiere la gente son cambios. El País es consiente que el Gobierno de Uribe es un Gobierno exitoso de fuertes resultados y a la hora de ir a las urnas querrán asegurar algo que se asimile a ello si es que no pueden elegir al mismo Uribe. La oposición trata de hacerle creer a los colombianos que si se obtuvo éxitos-solo los más estupidos siguen sosteniendo que con unas guerrillas fuertes se vivía mejor- en la política de seguridad en otras no. hablan de una corrupción galopante de una perdida de moral sin limites y de una carente política social. Pero al mismo tiempo esculcan para obtener “argumentos” en unos paramilitares que fueron desmovilizados en este Gobierno y que gracias a ello hoy los pueden acusar sin que nadie sea asesinado y donde los mismos ex miembros de las extintas AUC sirven de testigos en los show que ellos montan, mejor dicho, la supuesta corrupción galopante y la supuesta perdida de moral carecen de sustento por que la historia se desenvuelve en un laberinto que los lleva a todos al mismo lugar. En las acusaciones sobre la política social aun no se han puesto de acuerdo por que mientras unos la ponen como culpable del déficit fiscal otros dicen que no existe y en esa discusión bizantina pasan el tiempo como dos locos que perdieron la razón.

Pero si, existen posibilidades que retomen el poder pero más por errores que puedan cometer dentro del Uribismo que por iniciativas propias. Estoy de acuerdo con usted: esto es una guerra para hombres y los niños se deben quedar en casa, los pesos pesados no son otros sino Juan Manuel Santos, German Vargas Lleras y la Sannin. Se ha propuesto que Santos y Vargas Lleras lleguen a un acuerdo donde uno se lance en el 2010 y el otro lo haga en el 2014. German Vargas Lleras no tiene nada que ganar fuera del Uribismo y si mucho que perder. Si se va peleado la gente lo vera como un traidor y no podrá capitalizar nada, lo único que lograra es darle oxigeno al PL en detrimento de su propio partido.

Ahora, si es importante aprobar la reelección para el 2014 por que le llegaría un fuerte mensaje a la gente: voten por mi candidato mientras tomo unas merecidas vacaciones pero en el 2014 nos vemos de nuevo. Aunque no ocurra el esperado regreso.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

BRABONEL:
Me concentraré en el tema de la segunda reelección. Hay varios factores que me impiden respaldar esa iniciativa.

El primero tiene que ver con el personalismo, o caudillismo o mesianismo: el país no puede incurrir en el error de respaldar un nombre, pues finalmente el deterioro y la condición humana lo desgastarán demasiado. Ese nombre DEBE ser un capital político que respalde decididamente la estructuración de un ideario, de doctrinas que dejen en segundo plano al personaje que las ejecute.

Promover una segunda e incluso una tercera reelección es motivar un vacío político gigantesco, pues se patrocinará el caudillismo y se aplazará la conformación de una verdadera estructura política.

Uribe debería ocuparse desde ya en la conformación de un partido político con ideas liberales, definiendo los matices de su aplicación en la colombianidad, e impulsando un proyecto de largo aliento que concrete el desarrollo del país. Eso va a ser imposible si sigue gobernando o peor, si se toma cuatro años de receso.

Es increible como países supuestamente más atrasados en el tema político, han estructurado idearios y programas de gobierno de largo aliento, mientras que la política colombiana se circunscribe a solo nombres.

Un amigo me preguntaba ¿por qué Uribe no funda un partido político y establece la matriz ideológica? No se si Uribe tenga ese plan, pero ya se debería ver algo de eso y en el panorama no se avisora nada.

Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.


Bueno, yo no hable de cuatro años para regresar sino para asegurar el triunfo de su susesor. Pienso igual que usted: lo importante es asegurar un proyecto de largo aliento que asegure el desarrollo del Pais y eso no se puede hacer con caudillismo o proyectos personalistas. Se necesita un partido politico con ideas, en eso estoy claro. Esperamos que Alvaro Uribe Velez invierta su capital politico y su prestigio en crear uno.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

No estoy muy de acuerdo con lo de los pesos pesados. Noemí Sanín no se sabe muy bien a qué juega ni en qué cree, salvo en su propia carrera, para la que no vacilaba en gastarse los recursos del erario en invitar a España a personajes como Collazos o la Duzán. Vargas Lleras es un clientelista de manual, como el arquetipo del clientelista; recuerdo su actitud cuando la oposición y los amigos de los paramilitares sabotearon el referendo de 2003: verdadero alivio. En cuanto a Santos, pese a ser el que menos me disgusta de esa terna, resulta siempre demasiado sinuoso y dedicado a intrigas mezquinas. Me ha llamado la atención que en esta conversación de Fernando Londoño y el general Del Rìo se lo mencione como el que obstaculiza en El Tiempo las denuncias que afectarían a los sumos sacerdotes del genocidio (como Javier Giraldo) y a todo el trust Münzenberg. (Aparte, esa grabación es genial, el delito es lo que hace Noticias 1, la manipulación es el intento de descalificar la denuncia contra el jesuita, fuera de eso no hay nada reprochable en la conversación de esos señores.) Santos, para colmo, tiene quién sabe qué lealtades con su hermano, el principal promotor del Caguán y aun de las guerrillas, y con personajes que se mueven en la ambigüedad más escandalosa: recuerdo una columna en que se quejaba del despido de Gómez Buendía de Semana. ¿Quién es Gómez Buendía? Uno de los que firmó el llamado de Piedad Córdoba al Secretariado.

Mucho peor sería que Uribe dejara su sucesión en manos de alguien como Sergio Fajardo, que unas semanas antes del fin del despeje todavía pedía "una nueva oportunidad", y quien al fin de cuentas todavía no ha dicho qué piensa de Piedad Córdoba y compañía, sólo que él sabe muchas matemáticas y ha gobernado muy bien.

Creo que tendría mucho más sentido lanzar a alguien que no tiene todos esos hándicaps: el ministro Zuluaga, Luis Alfonso Hoyos... Hasta Gina Parody (eso sí, ningún godo podría ganar elecciones ni representar a la mayoría que ha apoyado a Uribe en este tiempo). Pero es la clase de cosas sobre las que uno puede hacer muchas cábalas sin llegar a ninguna parte, porque al final Uribe hará lo que quiera, y al respecto no tenemos ni idea, sólo que todo hace pensar que lo que haga no será muy bueno.

Es verdad que la oposición no tiene muchos argumentos para convencer a la gente, pero se corre el riesgo de razonar como esos inversores que hace un mes seguían felices de especular en la bolsa. La burbuja era muy rentable, pero por fuerza tendría que reventar. La reacción contra los excesos de la guerrilla fue muy productiva y generó mucha ilusión, pero Cundinamarca no es Dinamarca, y todo el karma colectivista sigue vivo, de modo que aun la gente más uribista cree que el problema es que el Estado dé servicios de salud y educación y que a los empresarios los pongan a obrar con criterio social.

Y la temida metida de pata de los dirigentes del uribismo ya es un hecho, no una posibilidad. No hay una organización, no hay un ideario, no hay más liderazgo que la aprobación circunstancial al gobierno. Los chavistas tienen la prensa, las universidades, la función pública, recursos fabulosos y un formidable ascendiente sobre la gente. Creo que Brabonel peca otra vez de optimismo evaluando la madurez ciudadana: ¿cómo fue que alguien como Samuel Moreno le ganó la alcaldía de Bogotá a Peñalosa? Es muy probable que Vargas Lleras vuelva al Partido Liberal y lo represente contra el uribismo: Piedad Córdoba adquiriría un perfil bajo, el PDA presentaría un candidato que no pasaría a segunda vuelta, y en ésta se enfrentarían los continuadores del narcoparaestado y los regeneradores que representan a toda la gente decente, incluidos los godos, que descubrirán que su verdadero líder es Pastrana.

Una coalición semejante incluso podría ganarle unas elecciones al mismo Uribe: Colombia no es Venezuela, los presidentes vitalicios nunca han permanecido mucho tiempo. Y esa oposición de rateros y asesinos es a fin de cuentas muy representativa del país.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

JAIME RUIZ:
Es cierto: son cábalas que solo Uribe confirmará con el tiempo. Me aterra la posibilidad de una segunda reelección pero fíjese que la ausencia de un programa político estructural y de largo plazo es lo que hace que se vean con desconfianza los nombres de los pesos pesados. Si existiera el programa, el ideario, los nombres serían accesorios, pues estaría vigente el compromiso de ejecutar dicho programa y el partido estaría vigilante del cumplimiento. No conocía lo de Sergio Fajardo, pues en la época del Caguán no era una persona conocida, por lo menos para mi.

En cuanto a la conversación de Londoño y el general del Río, coincido en cada punto. Pero más grave que esa manipulación fue la entrevista a un condenado que afirmó que tenía las pruebas de la participación de Uribe en la masacre de El Aro, cambiando la versión que rindió ante la Fiscalía y acomodando por lo menos una mentira: la participación de un general fallecido en una reunión.

Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, la colombia inclaudicable (lci)

Va a tocar por pedido de la oposición. Si los paramilitares que elegimos a Uribe en 2006 fuimos 7.3 millones. Tocara hacernos contar en el 2010.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.

Mi “optimismo” siempre parte de algunas bases. La suerte de las elecciones Presidenciales dependerá de Uribe. Hasta ahora no existe nada que nos haga pensar que la popularidad del Presidente se desplomara y mientras se mantenga alta las maquinarias seguirán arrodilladas.

Por mucha rabia e impotencia que sientan los que se ven amenazados por un nuevo País pero si no cuentan con efectivo será poco lo que podrán hacer. Pastrana puede que sea el verdadero Godo y que el Partido Conservador sienta que él es su verdadero jefe. El problema es que el Partido Conservador si sigue vivo es gracias a la respiración artificial que le dio Uribe y como las cosas las mueven los intereses esa gente no abandonara el barco sino hay algo mejor además seguro.

Hablemos del partido de la U. un partido político que nació gracias a la popularidad del Presidente que fue utilizada por conveniencia por políticos que lo fundaron.

Cambio Radical es un partido con más personalidad que el de la U y también más clientelista. Su jefe-German Vargas- más que un domador de fieras es un político curtido que conoce las condiciones de triunfo-se retiro a tiempo cuando percibió que el PL se desmoronaría- y sabe que para triunfar en las elecciones venideras se tendrá que contar con el voto de opinión, algo que está muy lejos de alcanzar la coalición opositora que se esta cocinando. German Vargas sabe que se necesita el guiño de Uribe y mientras eso sea de esa forma seguirá agarrado de ahí.

Si, seguirán conspirando además de poner cascaras y palos a las ruedas pero mientras no tengan nada mejor que ofrecer no tendrán futuro.
Yo no veo peligro en el 2010, ahora no sé que pueda pasar más allá.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

LCI:
No entendí la parte de su comentario sobre la oposición. Indudablemente, en un escenario de hecatombe, los uribistas nos haremos contar nuevamente. Pero no es lo ideal, ni lo conveniente, ni siquiera bueno para el país si se mira a largo plazo el asunto.

Yo quisiera que se rompiera esa moda lationamericana de los caudillismo y emprendiéramos el camino de la estructura programática acompañada del ideario político. Y Uribe es el llamado para emprender esa tarea DESDE YA. Eso, más que la gestión como Presidente, será el legado más importante en la historia reciente de Colombia.

Un abrazo.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

BRABONEL:
Las cosas cambian muy rápido en Colombia, lo mismo que los vaivenes de las opiniones privadas que son reunidas en la llamada opinión pública.

Un abrazo.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Bueno, parece que calientan motores para las siguientes elecciones, y parece que hay poco acuerdo entre los comentarios, en cuanto a quienes serian mejores candidatos.

El que le siga a Uribe va a tener que esforzarse muchisimo para no quedar mal ante el desempeño de este gobierno. Y sin duda que la continuidad de la politica de seguridad democratica es necesaria, pero es tambien refrescante alguien que aporte algo util y nuevo que enlace con la seguridad democratica.

ojala se encontrara alguien que tenga la dedicacion de Uribe, y el problema con la segunda reelecion es que la gente lo asociaria con lo de 'vitalicio', porque despues de todo como que todavia hay preferencia en la poblacion por la democracia. Y mas bien irritacion con la idea de presidente tipo Chavez.

Es como incomodo el que el horizonte solo muestre guerra (Brabonel se refiere a esto y ademas indica el tipo requerido para manejarla)

Si es asi lo que se espera, guerra continua, la situacion es de poca esperanza, no tendria arreglo suba quien suba al gobierno. Es desmoralizante siquiera imaginarlo. No se cansan de eso?

Y a Ruiz no le parece bien ninguno, entonces a quien?

Yo lo que mas recuerdo de Sanin es el 'frac' con que vistio a Uribe, y en cambio tengo impresion favorable de ML Ramirez. Pero tal vez es efecto mediatico.

Quien gane solo haria un trabajo excelente si la poblacion lo apoya.

MTR


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

MARY T:
Cierto. Hay desacuerdo y todavía las preferencias se basan en juicios por situaciones del pasado. Difícil tarea la que nos espera en esta situación.

Un abrazo y gracias por sus comentarios.