miércoles, 4 de junio de 2008

Los herederos del fascismo

En condiciones de indigencia intelectual y primitivismo, la confusión de los nombres hace estragos porque la gente termina defendiendo aquello que dice condenar. Caso típico es el del término “fascismo”, que los fascistas han convertido en insulto contra quienes los contradicen. El motivo de ese desprecio fue el fracaso del fascismo histórico en la segunda guerra mundial, y la aparente oposición con el socialismo marxista. En la jerga de esta corriente, a medida que se perdían las ilusiones que había creado tras la Revolución rusa, toda oposición se fue convirtiendo en “fascismo”. Pero el fracaso del comunismo en Rusia y su periferia forzaba a la “izquierda” de los países subdesarrollados a adoptar una retórica amalgamada y brutal que sólo se puede describir con un adjetivo: fascista.

El fascismo de Mussolini es sólo una variante del socialismo, la tradición colectivista-estatista del siglo XIX que surgió de las ideas de Rousseau y Hegel, entre otros. Mientras que el marxismo se proclamaba internacionalista y partidario de la extinción del Estado tras la destrucción de todas las instituciones liberales, algunos socialistas encontraron un terreno perfecto para hacer prosperar sus ambiciones en el patriotismo y en el refuerzo incesante del Estado-nación. Eso es el fascismo. El que coincidiera con los antisemitas alemanes y austriacos era inevitable, lo mismo que el surgimiento de una sucursal española basada en la nostalgia imperial y dedicada a ofrecer un elixir infalible contra la angustia de la disolución que sufría ese país desde la pérdida de las colonias americanas durante las guerras napoleónicas y del resto del imperio en 1898. (Pero hubo tremendos movimientos fascistas en Rumania, Hungría, Croacia y otros sitios, mientras que el nacionalismo árabe de las décadas posteriores era típicamente fascista.)

Las coincidencias entre el fascismo y el comunismo son muchísimas, pero quedaron ocultas por la confrontación de 1939-1945, en que los socios de Hitler en la conquista de Polonia quedaron legitimados por la necesidad que tuvieron los aliados de su aporte para vencer al régimen nazi. Eso permitió a los intelectuales comunistas —también muy parecidos a los fascistas como corruptores del lenguaje, justificadores de atrocidades, miembros de una secta intransigente y propagandistas del culto del Estado y de la personalidad de los líderes— obrar impunemente en muchos países, sobre todo en los del Mediterráneo europeo y en Latinoamérica. La identidad con el fascismo quedaba disfrazada por la oferta de un futuro de armonía entre las naciones y reconocimiento de todos los grupos étnicos. Una vez declarada caduca la utopía comunista, los herederos del comunismo resultan sólo típicos fascistas.

Es lo que ocurre con Chávez, esa lamentable especie de Mussolini tropical: militar golpista, patriotero brutal, abierto antisemita, destructor de la institucionalidad democrática, profesional de la injuria y la amenaza. Hace falta un mundo de extrema ignorancia y deformidad moral para no ver en el siniestro émulo de Sadam Husein (su amigo) a un fascista típico. No es raro que sus seguidores y socios sean personajes como el temible Ollanta Humala, defensor de una versión delirante de nacionalismo racista que sólo se distingue del fascismo en lo remoto y precario del imperio que quieren reivindicar. O los “justicialistas” argentinos, cuyo fundador pretendía ante todo emular a Mussolini. ¿Alguien recuerda que los Kirchner se hayan apartado alguna vez de la herencia de Perón? También el nacionalismo de Evo Morales tiene ingredientes fascistoides.

Otra característica del fascismo es la reivindicación de la violencia política por parte del grupo que encarna el mito nacional: lo que para los discípulos de Mussolini era “violencia caballeresca” para los sicarios que reinan en las universidades y en la judicatura en Colombia es “delito político”, una legitimación del crimen que ciertamente no se acepta en ningún país civilizado. La espantosa intimidación de los fascistas que usufructúan al Estado en sus universidades no es más que aplicación de esa clase de violencia, que en tiempos del fascismo italiano se llamaba “acción directa”.

La misma pasión antiamericana de las clases acomodadas ligadas al Estado en un lugar como Colombia es típica del fascismo: la obsesión con un enemigo al cual siempre derrotar y culpar de todo lo que ocurre es típica del fascismo. Para los nazis eran los judíos, para los fascistas italianos eran los británicos. En Latinoamérica, ya con Perón, el fascismo se obsesiona con EE UU. El fascismo es esa cultura del odio de la chusma contra el enemigo que los gremios de divulgadores de ideología le ofrecen, siguiendo la rutina patriotera.

Pero en definitiva hay algo que caracteriza al fascismo: la corrupción del lenguaje. En tiempos de Franco su régimen se definía como “democracia orgánica”, siendo el apellido el que legitimaba la negación del nombre. Bueno, la Falange Española de las JONS (sigla que significa Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista) surgió como un intento de desarrollar en España un movimiento como el de Mussolini. Del régimen italiano heredaron otra expresión del mismo jaez: Justicia Social. Era el nombre que servía para justificar cualquier atropello del poder estatal, legitimado por eso “social” que sólo define por antonomasia al Estado y que se usaba cuando convenía para soliviantar los sentimientos anticapitalistas que estaban en la base popular del movimiento fascista. Los jesuitas con los que se formó Fidel Castro la transmitieron a los fascistas latinoamericanos. Para reconocer a un fascista hoy en día basta con verlo explotando esa típica expresión fascista. Mejor dicho, “justicialista”.

Por Jaime Ruiz. Columnista del Sistema Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

10 Comments:



At <$Comentarios$>, Camilo Andrés

Me pregunto por que el tiempo no explica tambien que el joven se dirigio mal hacia la fuerza publica y uribe le respondio que los soldados y policias han puesto muertos en este deseo de convatir a las farc y por este echo debian ser tratadas con respeto...el auditorio aplaudio esas palabras...luego le explico al joven que el estado ofrecia educacion gratuita atraves de las universidades publicas pero no las dirigiapersonalmente...el auditorio segia aplaudiendo a uribe....y por ultimo (lo mas importante) un cartagenero denuncio el echo de que piedad cordoba habia llegado a cartagena con tres buses de jovenes de otros lugares...quienes habian hecho destrozos en un parque y son los mismos que gritaron e insultaron a uribe...incluido este joven de la guajira.


At <$Comentarios$>, Camilo Andrés

La corte mafiosa de justicia está dañando la farcopolítica:

http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=112392

Hasta videos hay y estos hp dicen que no hay indicativos de ilícitos.

INCREÍBLE LA CORTE MAFIOSA DE JUSTICIA.

PEDIMOS LA INMEDIATA CREACIÓN DE UN TRIBUNAL LEGAL E IMPARCIAL Y LA MUERTE EN LA HOGUERA DE TODOS LOS MAGISTRADOS DE LA CORTE MAFIOSA DE JUSTICIA.


At <$Comentarios$>, Camilo Andrés

http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-defensa-de-piedad-cordoba-misma-de-magistrado-valencia-copete


At <$Comentarios$>, Camilo Andrés

Alfredo Beltrán, que tipo tan degenerado y cínico.


At <$Comentarios$>, juanbi

Antes que nada debo de presentar mis disculpas al señor Restrepo y a los lectores por introducir este comentario a una columna pasada (miercoles 28 de Mayo). Pero desafortunamente no tengo facil acceso a un computador ni el tiempo disponible para responder en corto plazo a cualquier mensaje.

Señor Ruiz: Usted siempre ha tratado de demostrar que es alguien muy instruido, tal ve lo sea tal vez no. Pero eso en realidad no importa aqui, solo en el sentido que siempre ha tratado de callar o demostrar por medio de su gran facilidad de expresion algo que es obvio y por lo cual lo felicito, que los que no estan de acuerdo con usted estan equivocados . Pero para mi eso es tan solo una muestra de una posicion pseudointelectual.
Posicion que usted confirma con sus inuendos que solo usted esta capacitado para tratar temas complicados. Ademas corrobora una actitud hipocrita, pues aunque usted toma una posicion de defensa de los menos favorecidos; no puede evitar expresiones como "la chusma estara anciosa por ver desollar A Karina" esa chusma, "camarada", es el pueblo. Ese pueblo que clama, ruega, desea, exige, anhela el exterminio de las far. Y esto en realidad es el tema de mi comentario. Aunque usted puede tener razon en que los verdaderos diringentes o simpatazantes (cuantos sean poco importa,porqu son una minoria) no seran castigados, el pueblo solo quiere la desaparicion de esa maldicion que son las far.
Otra prueba de su pocision pseudointelctual es tan basica, que da pena leer, y es que los crimenes de las far son el resultado de una "guerra revolucionaria" que mamertazo!.
Usted asume que yo creo que las far son una fuerza revolucionaria y que estoy de acuerdo con el socialismo mostrando una osadia mayor al pretender saber que piensan o sienten los demas. Y luego con un aire magno quiere extender su sentido de comprension y darme "consuelo" por ser uno de tanto "equivocados"; para a continuacion expresar conjeturas totalmente infundadas; pues en lo minimo justifico la "lucha revolucionaria" y por lo tanto obviamente no me hago responsable de las consecuencias del terrorismo, como usted reclama que yo deberia de hacer. Por lo contrario rechazo enfaticamente dicha posicion y creo que son personas como usted que deberian de ser culpados. En ningun momento dudo que muchos respalden a los terroristas de manera clandestina. Pero eso no tiene nada que ver con mi comentario.
Creo que usted se sentira obligado a responder a este comentario y es claro que es su prerrogativa pero por mi parte esta discucion esta terminada asi que no espere otra respuesta, pues no solo no dispongo del tiempo sino que ademas no quiero someter a los lectores a una "pelea de gatos".
Pd La columna de hoy es otra muestra de su estilo esteril de hablar (escribir) mucho y decir poco. Deberia de haberla titulado "Bouillabaisee", no, mejor "Sancocho criollo de definiciones de movimientos politicos".


At <$Comentarios$>, El Minotauro

Al contrario del anterior comentario, yo considero que el analisis del movimiento fascista hecho es bastante bueno.

No hay mucha diferencia entre Castro, Chavez y Mussolini o Hitler.

El fascismo no es lejano al marxismo en fin que el totalitarismo es uno solo, no importa de que nombre se quiera disfrazar.

El ejemplo de Chavez es bastante preciso, uno ve a Chavez y su Bolivarianismo viene a ser una version criolla de los valores 'germanicos' que utilizo el partido nazi.

Y si vamos al justicialismo Chavez tambien se define Socialista (no era Nacional Socialista el partido Nazi).

Asi que este articulo de los herederos del fascismo ha sido ejemplar, a mi me ha servido de punto de partida para confirmar ciertas ideas.

En especial este articulo debio doler mucho a esos legitimizadores del totalitarismo.

Un Saludo


At <$Comentarios$>, Gmar

A raíz del suceso ocurrido en Cartagena donde una persona increpó al presidente Uribe, ex estudiante, desde hace 2 años, miembro de la JUCO, la gran cantera de las Farc y, y paso previo a integrar ese grupo terrorista; que continuaba en la universidad dedicado a labores políticas y organizativas en el gremio estudiantil, se ha conocido el caso de varios estudiantes de la Universidad Nacional de Bogotá que llevan más de 28 años estudiando. ¡Uno de ellos lleva 29 años “estudiando” !.

Ningún periodista le ha preguntado, en las diferentes entrevistas que le han hecho, cómo es eso de que “estudia” en la Universidad de la Guajira, vive en Bogotá, y viajó expresamente a Cartagena a organizar la manifestación contra el presidente. Tampoco nadie le preguntó quien le pagó los pasajes, aunque no es difícil intuirlo.
29 años dedicado a organizar pedreas, fabricar bombas en forma de papas, destruir las instalaciones de la Universidad, asesinar policías y demás actividades diferentes a la de estudiar. Y por supuesto perdía una y otra vez el año porque su finalidad principal no era estudiar, quitándoles la oportunidad a otros que si estaban interesados en el estudio.
A casos como este me refería en el comentario anterior.


At <$Comentarios$>, la colombia inclaudicable (lci)

Bueno, es que todo totalitarismo es fascismo, y todo fascista es un totalitario. Todo aquel que encarne un proyecto colectivista es un fascista. Fidel Castro es un fascista. Tirofijo es fascista. El PDA es fascismo. Eso de convocar gente bajo lemas hegemónicos salvadores de la nación, o del pueblo, o de la raza, o que son la encarnación de la justicia social, o del bolivarismo, es cosa de esclavista para borregos con vocación de esclavos. Y que no les mienten las cadenas porque las aman con todo su ser.


At <$Comentarios$>, vulturno

He visto y escuchado segmentos largos de los enfrentamientos verbales entre Uribe y los que lo abucheaban en la Javeriana, también cuando recibió a Moncayo en las gradas del Capitolio y en el incidente de Cartagena. En todos esos espacios dijo algo con lo que estoy de acuerdo, que se espera del universitario que exponga argumentos y que no se refugie en la consigna y en la increpación soez.
En las tres ocasiones sus contradictores no estuvieron a la altura de ese reto, seguramente por incompetencia sumada al nerviosismo escénico que ya ha sido dominado por quien anda curtido en esas lides desde sus tiempos de estudiante de la de Antioquia en los setenta.
En el más reciente incidente la televisión se centró en destacar la controversia acerca de la expresión "bota militar", sin ir a la sustancia de la tensión que tiene hoy en la cabeza Uribe acerca del tratamiento político de unas situaciones penales. En términos prácticos hizo un reclamo a propósito de la corrección política y la etiqueta; él, que ha hecho coro de las aventuras lingüísticas de José Obdulio, elevándolas a verdades fundacionales de obligatoria y universal aceptación para la unidad de la patria.
Lo último que le oí decir fue que el público debía saber que los dos son activistas y - mediante un giro discursivo muy familiar para quienes alguna vez nos metimos en discusiones políticas en la universidad - que la filiación de su contradictor era conocida. Acto seguido varios medios divulgan que el joven no es estudiante regular y otros detalles.
Aunque a todas luces enviar un personaje no vinculado a una universidad y presentarlo como estudiante de esta es un papayazo político en este tipo de escenarios, ampararse en esa circunstancia es renunciar a controvertir los argumentos (o su ausencia) y aferrarse a esa vieja manía de nuestra política: la descalificación del personaje.
Sin duda caben las reflexiones éticas sobre el malgasto de los recursos públicos, sobre la ética al respecto que deberían tener quienes hacen la política evocando que son beneficiarios de tales privilegios. Que nunca salgan notas periodísticas preguntándose qué tan competentes son en sus otras profesiones los titulares de alcaldías, concejos, asambleas, cámaras y otras investiduras políticas ya es otro lío. Pero es claro que la secuela periodística del incidente no se ocupa del contenido de la discusión.
El asunto del ingreso de tropa uniformada (sin chanclas, ni abarcas, ni tenis, ni zapatos cocacolos) con exhibición abierta de su armamento se agitó con el incidente de la Pedagógica. Un tropel allí sirvió de pantalla para algo que se está cocinando en la agenda del gobierno. El regaño televisado a unos detenidos y la orden de judicializarlos (¿eso no es de oficio y además competencia del poder judicial?), enrostrando que volvía de atender damnificados en el Magdalena Medio; intervención del comandante de la Policía y luego (eso no salió en tv) padres de algunos detenidos entran en escena para emprenderla a golpes contra sus hijos.
Como era de esperarse, las diligencias asociadas a la captura se hicieron con las patas (para no ofender el sagrado calzado), se demostró que fueron indiscriminadas o que estaban plagadas de errores que condujeron a que ninguno de los amenazados públicamente por Uribe (con conocer el 'rigor' de la Ley) se encuentre detenido. Una más acerca del voluntarismo y la persistente imagen del líder omnipresente.
El impertinente guajiro de Cartagena evocó los muertos del 8 y el 9 de junio. A esta altura de la historia me parece plausible la explicación de Valencia Tovar (un tanto divergente de la oficial de Rojas Pinilla) acerca del tiro accidental por inexperticia de un soldado y la respuesta del resto del pelotón confundido al ver herido a uno de sus mandos. Aunque persiste la figura (concebida entonces) de pedir permiso a la autoridad universitaria antes de asaltar, existe en la legislación permanente (por extensión de normas de conmoción interior y estado de sitio) la posibilidad de la entrada en caliente por sospecha seria de que se comete un delito. El punto de Uribe parece tener que ver con otra obsesión que no tiene mucho que ver con las cada vez más esporádicas pedreas. En esos terrenos es muy fácil generar roces con escenarios académicos y políticos desprovistos de ilegalidad; vamos a ver qué tan cuidadoso es al respecto.
Lo que no me gustaría ver es un show como el del allanamiento ordenado por Luís Camilo Osorio cuando lo de los morteros, con manipulación torpe y malintencionada de materiales de estudio como si la sindicada fuera la academia. Ni la Policía ni el Ejército se han amañado en el pasado patrullando instalaciones universitarias; el problema no es tanto de uniformes. La recreación de la guerra declarada por Carlos Lleras (egresado de la Nacional y de joven aficionado a los enfrentamientos con la autoridad), en el terreno del sectarismo político, sí resultaría nefasta como lo fue la original.


At <$Comentarios$>, jaime ruiz

Camilo Andrés, la muerte en la hoguera de los miembros venales y funestos de esa corporación sería lo que más favorecería la posibilidad de un gobierno chavista en Colombia. Hay que tener cuidado con lo que se dice, porque suele terminar haciéndose, con pésimos resultados.

Juanbi: la chusma es la clase de gente que está dispuesta a aprobar atrocidades, trátese de los universitarios que se alegraron el 11-S, trátese de los que se alegran de que torturen a los guerrilleros. No tiene nada que ver con ser pobres. Y eso no tiene mucho que ver con el odio a las FARC, yo por muchos años casi he dedicado más tiempo a denunciar las falacias que en mi opinión dan lugar a los crímenes terroristas que a ganarme la vida. No espero que el fin de la banda criminal venga por sí solo, ni espero que derive en el sufrimiento atroz de nadie. Usted no apoya el levantamiento revolucionario, pero sí le otorga reconocimiento, como la mayoría de los colombianos, al suponer que es algo menos condenable que "matar para enriquecerse" (de no ser porque la gente ha pensado eso durante décadas, Carlos Gaviria no lo habría dicho).

Vulturno, en la discusión anterior escribí un comentario sobre lo que ocurre en las universidades públicas y mi idea de que el gobierno debería simplemente cerrarlas. No creo que en la realidad los trabajadores y sobre todo los profesores sufrieran merma en sus ingresos, al tiempo que el problema de equidad que hay en el fondo, el de que los recursos de todos se gasten en seleccionar a los más aptos y prepararlos para que Australia y Canadá tengan población productiva me parece una atrocidad. Una persona que yo conocía consiguió entrar a la Nacional y empezar una carrera, pero no tenía recursos para mantenerse y por ser primíparo tenía clases a la hora en que funcionaba la cafetería, con lo que tenía que escoger entre las clases y la comida. Si hubiera un crédito para todo el que quisiera estudiar y aprobara el bachillerato o el examen del ICFES, no se gastaría más que con las universidades públicas, se permitiría que los futuros australianos y canadienses emigraran bien dotados pero en capacidad de restituir a los demás colombianos lo que se gastó en su educación y sobre todo el negocio dejaría de ser la presión para disponer de recursos y discrecionalidad para gastarlos, que es la causa revolucionaria en su sentido básico (como el derecho de pernada es sólo un "programa mínimo", el bárbaro quiere tener a todas las muchachas en un harén: claro que si los líderes del profesorado, es decir, los de mejor origen social, fueran ministros vitalicios, estarían más contentos, pero de momento el tener el derecho a gastar recursos comunes es lo que defienden, y los tirapiedra ciertamente defienden a toda la comunidad universitaria, tanto al que estudia 29 años como al que sólo "enseña" la propaganda de su partido: todos los miembros del Comité Ejecutivo Central del PCC son profesores universitarios).

Pero no caerá esa breva, decirle a Colombia que no siga por el camino de una teocracia bárbara y delirante (pues Alfonso Cano es el producto típico de la UN), es como proponerle a un transexual cuarentón que se case y forme una familia. Lo que es de elemental sentido común suena a disparate en un mundo envilecido y a un tiempo primitivo.