viernes, 6 de junio de 2008

Iniquidad, al revés

El paradigma está orientado a que los más pudientes (empresarios, empleados e independientes) subsidien a los que menos tienen (desempleados e informales). Una especie de socialismo, que alivia las tensiones sociales propias del capitalismo.

En el caso de la Ley de Servicios Públicos y de Seguridad Social, se crearon los llamados subsidios cruzados, mediante los cuales unos pagan más que otros, sin que ello les afecte la calidad de los servicios que reciben (cero preferencia) al menos en teoría. El sistema ha funcionado bastante bien en su fin de hacer asequible la salud y los servicios públicos a todos, sin intervención directa de la burocracia ni de los políticos.

Pero en algunos casos –específicamente en el de la salud- los que más aportan perciben que el servicio recibido no se comparece con los aportes que hacen, y que con el mismo dinero pondrían obtener mucho más en la consulta particular. Y en odontología, la situación es realmente escandalosa, e intolerable.

El trabajo odontológico es secuencial, se va realizando poco a poco, pero las citas solo es posible conseguirlas de una por semana, y eso con suerte porque el número de profesionales, o de consultorios, es insuficiente, a pesar de cumplir –según el decir de las EPS- con lo establecido por Ley.

El procedimiento indica que la primera cita es de diagnóstico, la segunda de profilaxia (aseo) y solo en la tercera se inicia el trabajo. Las emergencias no resuelven problemas sino que calman dolores.

A los especialistas hay que pagarles, además de la cuota “moderadora”, otro cargo que llaman “copago”. Sumando citas y cuotas, casi no hay diferencia económica con la consulta particular, y los profesionales sabiéndolo, invitan a los pacientes a sus consultorios, donde el tratamiento es mas expedito y por lo menos hay a quien reclamar.

Un caso que ilustra lo anterior, se presentó en Salud Total. Una paciente con un fuerte dolor de muelas fue a la emergencia, donde le calmaron el dolor, e inició el calvario descrito arriba. La tentación de abandonar todo e ir a la consulta particular era cada día mayor, pero pudo más su testarudez. Casi 30 días después y a horas de un viaje al exterior, le tocó humillarse -tiquete en mano- pidiendo caridad frente a profesionales incrédulos, insensibles o maniatados por los procedimientos administrativos.

Por favor, pedir caridad –dice la paciente- si a mi esposo le quitan mensualmente el 12% de su pensión, con lo que no solo se paga el servicio solicitado, sino que se subsidia a los pobres, quienes paradójicamente no padecen esos tratos. En otras palabras, los que no tenían salud sienten que ganaron, pero los que si, que fueron degradados: sucede siempre que se redistribuye.

Podrían ser imperfecciones del sistema, porque al no poder igualar a todos por lo alto, terminan igualados por lo medio, o por lo bajo. Pero a ella nadie le saca de la cabeza, que los galenos creen, que si tiene para viajar al exterior, debe tener también para ir a la consulta privada. Como tampoco, que le degradan el servicio a los más pudientes, para que vayan a sus consultorios particulares.

No obstante lo que se percibe es que el paradigma confunde justicia con iniquidad al revés, como si se tratara de venganza de clases, propiciada por estos profesionales de la salud.

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

1 Comments:



At <$Comentarios$>, MTR

Miguel, los temas que usted expone son siempre utiles, importantes por la actualidad y ademas amenos a la lectura.

Pero generalmente pocos comentarios o discusiones generan, como si NO tuvieran importancia esos temas.

Lo digo como respuesta a la inquietud que expone.

De nuevo se trata del tema de la salud, de progreso y superacion.

Pero si hablan de matanzas, de vendettas, de sicariato, de encuerismo y sexo, de prostitucion de la constitucion, alli si que se llena el blog. La atencion es total.

Claro que estoy de acuerdo con avanzar acorde con las prioridades, pero hay que recordar que esas son para arrivar a lo mas importante.

Yo conozco personal medico orientados al servicio de la salud, y esos no tienen cabida en el sistema que ya viene rigiendo por largo tiempo, y algunos tienen que terminar adaptandose para subsitir o ejercer lo que en realidad quieren hacer.

Sera que hay que reformarlo a conciencia? pero quien le pone el cascabel al gato?

Otra de las ironias del nuevo mundo, del siglo del conocimiento, problemas en vez de soluciones.

Nota: segun lei en el Universal, y espero que sea noticia errada, la nueva exigencia para que una mujer aspire a la presidencia es que no tenga marido para poder ganar esa silla de poder. Eso ya es el colmo del salvajismo. Si es asi la cosa, por ley hay que establecer que los varones sean solteros, y sin hijos.

Por que no se dan cuenta que es aqui donde la verdadera medicina debe aplicarse.

Buena suerte con su columna, le gana en lexico al cachaco de Ruiz!