lunes, 23 de junio de 2008

Frenazo, agárrense

Hace poco más de un año recordaba en este mismo espacio, una vieja propuesta del Banco de la Republica de dividir la moneda por mil que yo veía como una forma de frenar la revaluación. Me sustentaba en la certeza de que el peso nunca estaría por encima del dólar, y que forzando la paridad se detendría el proceso. “El piso es uno” titulé en ese entonces.

Imaginaba que si se llegaba a la paridad sin dividir oportunamente la moneda, el salario mínimo equivaldría a 460 mil dólares al mes, y nuestra capacidad de compra en el exterior llegaría a ser “infinita” aunque las ventas y el empleo nulos, pues no valdría la pena producir nada en el país, salvo servicios personales y productos exóticos al alcance de dos o tres personas en el mundo.

El dólar ha seguido cayendo a nivel mundial, lo que se entiende como una estrategia norteamericana para mejorar la balanza comercial y conservar los empleos nacionales que origina -en parte- los altos precios del petróleo.

En Colombia el fenómeno está enfatizado, y sería ingenuo pensar que si los gringos tienen como política devaluar su moneda, no lo estuvieran haciendo en Colombia vísperas del TLC, que lo que pasa aquí son cosas fortuitas, o una simple burbuja que pronto explotará. Sea como sea, ahí esta la duda. Que las continuas intervenciones en el mercado cambiario no den resultado, podría estar confirmando que quienes están vendiendo dólares tienen mayor capacidad de mercado que el propio Banco.

Afortunadamente para reducir la revaluación del peso, hay otras estrategias, entre ellas fijar el tipo de cambio por Decreto; reducir la oferta de dólares, acaparándolos (compras masivas en el mercado) o dificultando su ingreso al país; reducir aranceles para aumentar las importaciones, o dolarizar la economía.

La primera, propicia un retroceso y un nuevo foco de enriquecimiento ilícito y corrupción; la segunda insostenible; y la tercera, impacta negativamente la producción nacional y el empleo; pero la cuarta, la dolarización, pude ser la menos dañina de todas.

Dolarizar es acabar de tajo con el tipo de cambio y por lo tanto con la revaluación y sus efectos nocivos sobre la economía, aunque conlleva el riesgo de la desmonetización. Salvado ese riesgo (siempre se podrá volver a crear una moneda nacional) todo lo demás es ganancia y estabilidad.

La moneda única (antes era el oro) es una condición indispensable del comercio libre entre las naciones, porque la libre flotación del tipo de cambio en el mercado, a la que se le atribuía un alto grado de objetividad, no está exenta de manipulación. La Unión Europea lo discutió durante muchos años hasta que llegó a la creación del euro.

Por otro lado, los países suramericanos están tan enfrascados en luchas de caudillismos regionales, culto a la personalidad, inestabilidades ideológicas, e inmadures económica y política, que dificultan la creación de una moneda común. De manera que se llegó el momento, ya no de dividir por mil la moneda, sino de dolarizar la economía.

No obstante para dolarizar la economía, hay que fijar “por decreto” el tipo de cambio que se utilizará en la conversión, porque algunos no estarían de acuerdo en que fuera el último previo a la decisión, y porque la sola intención, desestabilizará el mercado cambiario.

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
myances@msn.com

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

2 Comments:



At <$Comentarios$>, julian78

BRABONEL.


El ecuador dolarizo su economía y a pesar de ello las exportaciones no petroleras sobrebebieron y crecieron. Sectores como el cultivo de flores y la industria camaronera florecieron con una moneda fuerte. Colombia se debe preguntar por que no puede hacer lo mismo.

Corría el año de1982 cuando el Gobierno de ese entonces empezó a promocionar las exportaciones no tradicionales y para ello se invento el subsidio con un peso barato acompañada de otra medida que era dar incentivos por exportaciones. Luego de unos años la segundo medida fue eliminado por que nació un cartel dedicado a las exportaciones ficticias, pero el peso barato siguió como política de Estado hasta el día de hoy. La Colombia que tomo la medida de subsidiar las exportaciones con una moneda barata es muy diferente a la actual y a pesar de que el dólar se fortalezca en un futuro eso necesariamente no cambiara mucho el panorama de nuestra moneda.

Talvez por primera vez en la historia Latinoamericana los inversores y analistas a nivel Mundial están viendo certidumbre en un País de la región a mediano plazo y ese se llama Colombia. Desde las agencias de riesgos hasta los asesores de banca e inversión no ven razones para dudar de que Colombia estará metida a mediano y por que no a largo plazo, en progresivas medidas pro mercado. Se tiene la convicción de que la “derecha” seguirá siendo el sistema de Gobierno que adoptaron los colombianos y las tendencias de izquierda tienen pocas posibilidades para tomar el poder, pero en caso de que ello ocurriera tendrían que “derechizarce” para llegar ahí. Esa percepción casi unánime esta convirtiendo a Colombia en territorio seguro para futuros negocios e inversiones, si a esto le sumamos las potencialidades que tiene el país la traducción no puede ser otra que no nos diga que aquella Colombia de inicios de los años ochentas del siglo pasado no tiene nada ver con esta Colombia que esta naciendo.

La Colombia casi unánime cafetera y cerrada de los ochentas tenía pocas perspectivas si se compara con la de hoy y por lo tanto ya es insostenible un modelo de desarrollo que tenga como epicentro un dólar barato. A al País no le queda otra que no sea preparase para recibir mucha inversión en diferentas campos y competir con productividad por que los tiempos del peso barato se acabaron.

Aunque hay que reconocer que políticamente el Gobierno debe tomar medidas para que no lo acusen de ser “indolente” con el problema exportador. Ya hay muchas recomendaciones como la que el Gobierno deje de hacer inversiones donde el sector privado puede llegar y la plata que se ahorre en ello la utilice en pagar deuda externa, de esa forma enviaría un mensaje inequívoco en el que se quiere evitar la entrada de dólares para el gasto publico. También se ha hablado en la necesidad de recortar el gasto público para evitar pedir prestado en el exterior además de eliminar el subsidio de la gasolina y solo conservar la del disel y el dinero ahorrado se utilice para prepagar deuda externa. Privatizar las Empresas del Estado que aun quedan en sus manos para el mismo fin. De todas formas serán medidas que lo único que harán se retrasar un poco la nueva realidad de la moneda Colombiana pero se tiene que hacer por que políticamente se vería muy mal que el Gobierno no se diera la pela en ello.


At <$Comentarios$>, El Minotauro

La moneda comun serviria siempre y cuando fueramos prosperos.

Pero es un buen paso para lograr la union de paises y quizas ser menos debiles con ello.

Es mas no adoptemos el dolar americano sino otra moneda, quizas los euros o el patron oro.

Saludos