miércoles, 6 de febrero de 2008

La hora dulce de Uribe

Los acontecimientos de los últimos días son, desde el punto de vista de la legitimidad, excepcionales para el gobierno de Uribe Vélez, pues la animosidad del gobernante venezolano pone a la inmensa mayoría de los colombianos de parte del presidente colombiano y la movilización contra los crímenes de las FARC debilita los argumentos de los críticos y deja en minoría a todos los opositores.

Pero no toda fortuna de un momento ha de conducir por fuerza a un desenlace feliz: el impresionante capital político del presidente en este momento, evaluable también en reconocimiento en el exterior, le plantea la necesidad de invertirlo de forma acertada. Es decir, nada garantiza que a partir de ahora las cosas sigan siendo tan agradables y que no despilfarre su enorme popularidad y liderazgo en políticas que podrían dañar su papel en la historia.

El mayor error que podría cometer el presidente sería dejar sin resolver la cuestión sucesoria, por si una hecatombe lo convierte de nuevo en el hombre providencial e imprescindible. Esa posibilidad lleva en sí muy diversas amenazas para la democracia colombiana, la mayor de las cuales es la caída en la rutina y en la repetición de una visión acertada para un momento pero anacrónica unos años después, y el consecuente peligro de abrir la puerta a un ascenso de elementos indeseables en 2014. Un nuevo presidente podría cometer errores graves, pero sería reemplazado por otro defensor del legado de Uribe: dos períodos de buen gobierno dejarían un recuerdo en la gente que los sucesores tendrían que emular. Es la experiencia de El Salvador, país en el que no ha habido presidentes que duren largos períodos pero desde la época de Alfredo Cristiani sigue gobernado por el mismo partido.

Entre las muchas opciones que habría para asegurar una sucesión ordenada que signifique de todos modos retroceso de los chavistas y cómplices de las guerrillas, se podría pensar en un acuerdo para lanzar a Santos en 2010 y a Vargas Lleras en 2014. Así se conjuraría relativamente el peligro de división que podría favorecer el ascenso de algún candidato de la coalición PDA-PL.

Ese peligro de división hace pensar en la incapacidad de Uribe para construir un partido de centro derecha con una doctrina clara y coherente. Puede que como ex presidente tuviera la autoridad y el liderazgo para hacerlo, también por eso conviene resistir la tentación de buscar una segunda reelección. Mientras la alternativa al chavismo sea la lealtad a un caudillo, unos partidos tradicionales carcomidos por la corrupción, un nacionalismo vago y un poco forzado y una igualmente vaga adhesión a los valores de Occidente, la dispersión favorecerá las ambiciones del hampa.

Pero al pensar en idearios políticos siempre se asoma la cuestión del marco jurídico de la sociedad colombiana en esta época. Otro gobernante con ideas más claras aprovecharía la situación actual para convocar una Constituyente que redactara un texto que reemplazara al embeleco totalitario del 91 (según el cual la propiedad es una función y la violencia política merece reconocimiento por su vocación altruista: un miembro de ETA que hirió a un gendarme francés corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua, en Colombia por matar a un soldado o a un policía, prácticamente dan premio). ¿No deseará esa mayoría que apoya al presidente y se rebela contra los altruistas vivir bajo una constitución parecida a la de un país del Occidente y no una que inspiró la Constitución chavista de 2000?

Una Constituyente también sería la ocasión para cambiar a la cúpula judicial, tan claramente conformada por prevaricadores que en una sociedad más informada y guiada por principios morales claros serían vistos como criminales de la peor ralea. Las salidas para los miembros de bandas armadas dejarían de estar sujetas a la falacia criminal del “delito político” y serían vistas según su conveniencia para pacificar al país.

En todo caso, es mucho lo que la popularidad le permite al gobierno. Por ejemplo, podría hacer de verdad el esfuerzo de reducir el gasto público, tal como le aconsejó la Comisión nombrada en su día con tal fin. Sería la única forma correcta de impedir a la vez que las tensiones recesivas que experimenta la economía mundial dañen en exceso a la economía colombiana, y permitiría incluso suprimir un impuesto nefasto como el del 4 X 1000, desplazando recursos que la sociedad podría emplear en inversión o consumo. Eso no se podría hacer en momentos de debilidad del gobierno, por el riesgo de perder apoyos, pero es necesario encararlo en algún momento.

Y más, también el control de los frentes urbanos del terrorismo se hace más fácil teniendo un amplio respaldo popular. No será muy difícil para los servicios de información averiguar cuáles son los colegios de secundaria (sobre todo) y cuáles los profesores dedicados a reclutar milicianos, así como controlar las actividades de las redes guerrilleras en las universidades. Incluso una reforma universitaria que forzara a los estudiantes a pagar y ofreciera créditos a los insolventes es algo que podría hacer el gobierno gracias a su firme respaldo social. También, pensando en el narcoterrorismo y sus redes, el gobierno podría convocar un referendo prohibiendo el precio político de la paz y los despejes de territorios a favor de los terroristas: sus reclamos necesitarían una victoria militar que hoy por hoy está bien difícil, y sus agentes en la prensa y en los juzgados no podrían embaucar a nadie con el cuento del intercambio.

Claro que lo mismo se podría decir de infinidad de reformas necesarias, como la supresión de la parafiscalidad y la reducción de todos los demás impuestos que gravan el empleo. Pero siempre se tiene que repetir que la posesión de grandes recursos no lleva en sí la certeza del acierto: la inacción es una tentación aún más poderosa que cualquier sueño.
Por Jaime Ruíz. Columnista del Sistema Atrabilioso.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

14 Comments:



At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

El idiota moral europeo

EDURNE URIARTE

ABC

Si nosotros, los europeos, ignoramos durante años los millones de crímenes estalinistas, también los nazis al principio, con mucha más tranquilidad hemos dado la espalda a los cientos de miles de crímenes de los terroristas colombianos. Las víctimas colombianas están muy lejos y las excusas ideológicas de los criminales muy cerca. Son las mismas que las de todos los terrorismos de extrema izquierda, las mismas que las de ETA. Algunos europeos aún las comparten y ni siquiera reconocen a los asesinos. Sospechan de las propias víctimas y de los demócratas colombianos.
Por eso hemos tardado varias décadas en salir a la calle en Europa y en el resto del mundo a decir Basta Ya a las FARC como lo hicimos ayer. Quienes hasta ahora hablaban en Europa eran los ideólogos del conflicto, los que sí entienden que los crímenes de los paramilitares son sólo crímenes, pero persisten en confundir los otros crímenes, los del otro terrorismo, con el conflicto.
Y luego viene el otro lado de la idiocia moral europea. Aún hace sólo una semana, una prestigiosa y respetable revista francesa de centro derecha preguntaba al presidente colombiano por qué llamaba terroristas a la guerrilla. O si su política antiterrorista era fruto de la venganza porque su padre fue asesinado por las FARC. Preguntaba el idiota moral europeo. Desde la izquierda, llama conflicto al crimen. Desde la derecha, llama venganza a la firmeza democrática. Demasiadas aberraciones, demasiada ignominia contra las víctimas colombianas para que un día de protesta sea suficiente. Queda un largo camino para que Europa repare su deuda moral con Colombia.


At <$Comentarios$>, cañaña

A Ruiz:

Puede que se explique con la psiquitria o ciencia moderna. O con la antigua.

O con la racionalidad callejera: se aferran a ignorar, o a descartar, o lo reinterpretan a su conveniencia para disminuir el impacto a la conciencia. Un mecanismo de sobrevivencia seria.

El problema es que eso se acumula y termina en efecto boomerang.

Ojala europa logre integrar de verdad a sus inmigrantes.


At <$Comentarios$>, Anónimo

El grupo de llamo a la marcha debe y tiene que formar un grupo político moderno y que guié a Colombia a crear las bases del desarrollo. Eso no que nosotros no nos vamos a meter en política no es valido. Primero, ya entraron en político al organizar la marcha por que fue una marcha política en contra de las FARC (le quitaron el ultimo respiro político que tenían las FARC con la marcha). Segundo, organizar una marcha tan exitosa en tan pocos días demuestra la capacidad de los organizadores, capacidad y liderazgo que necesita el país.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.

El mismo día que Colombia rechazaba a las FARC y sus métodos se celebraban un aniversario más del golpe de Estado liderado por el coronel Hugo Rafael Chávez Frías en Venezuela.

La intentona golpista del 4 de Febrero de 1992 fue celebrado por la mayoría del pueblo Venezolano que no ocultaban sonrisas de satisfacción los días que siguieron después del golpe, inclusive, días después el disfraz para niños mas vendido fue el de Chávez con boina roja.

Después de 60 años de terrorismo de las FARC los colombianos por fin reaccionaron y salieron a gritar que rechazaban a esa organización terrorista y todo lo que significa, es decir, mientas hace 16 años los venezolanos de una forma frívola le abrieron las puertas a una ideología gemela a las FARC. Colombia 16 años después de una u otra forma dijo que no la quería.

Como bien usted lo anota -Jaime Ruiz- el país esta pasando por una coyuntura que se debe aprovechar al máximo sin cometer errores por que una oportunidad como esta solo ocurren en países como Colombia cada 400 años.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Los mismos que convocaron la marcha deberían convocar a un referendo para consultar a los colombianos si quieren o no que se negocie las leyes y la constitución con unos asesinos.


At <$Comentarios$>, Anónimo

El Presidente Uribe debería declarar hilegal pertenecer al polo democrático y ejercer la docencia universitaria y luego cazarlos como ratas. Eso solucionaría gran parte de los problemas de la Patria.


At <$Comentarios$>, la colombia inclaudicable (lci)

Jaime, cordial saludo.
Pienso que lo mas importante de la marcha es el tamaño. Con lo que se demuestra una vez mas que el tamaño si es importante.

Importante por que demuestra que tan hondo ha penetrado en el sentir de los colombianos la noción de democracia y libertad. Ya a todo el mundo le suena a cuento eso del conflicto social y armado con la tal solución negociada. A esta Colombia joven de hoy le suena a cuento viejo la justificación de tanto crimen por el tal conflicto.

Importante el tamaño por que se constituye en carta de navegacion de esta colombia de jovenes,sin necesidad costituciones.

Importante el tamaño por que revela un nuevo país. Jaime este es un país cada vez menos bizarro.
Un abrazo


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Cañaña:

Yo creo que se explica con la historia, pero nunca tenemos una forma válida de evaluarla. El problema de Europa es lo que tarden nuevos europeos en darse cuenta de que sus antepasados echaron a perder un poderío y un liderazgo mundial impresionante. A partir de 1914 el líder del mundo dejó de ser Europa y pasó a ser EE UU. Johann Strauss fue a EE UU y llenó todos los teatros donde se presentó, era para la época como fue Michael Jackson en los ochenta. Después de la Gran Guerra los europeos comenzaron a escuchar jazz, y sigue, los estilos musicales, las películas, los libros, los inventos... todo tiene su centro en EE UU. Eso genera rencor en Europa, por eso las resistencias que los llevan a una desmoralización incesante, manifiesta en hechos como la adhesión a las FARC, a Chávez, a Castro, a Guevara, a Allende, a Mao...

Un elemento característico de la adhesión europea a las FARC es la nostalgia de la revolución: parecía tan hermoso ponerlo todo patas arriba y quedar uno como el enderezador de la historia. Hubo países de Europa que experimentaron la revolución y países que no la vivieron, los segundos son los más felices, las monarquías del norte, sobre todo. Pero en su momento la revolución fue una gran empresa que atrajo a millones de personas y todos esos sueños quedaron truncos. Cada generación que llega busca en el acervo que le ofrece el mundo, y la imagen del revolucionario sigue siendo atractiva, sobre todo cuando es sólo una diversión pasajera.

Hay un escritor marxista colombiano que todo el mundo debería leer: Estanislao Zuleta. Él pronunció una serie de conferencias sobre La montaña mágica en las que menciona por ejemplo las descripciones que hay en la novela del espectáculo cinematográfico en sus comienzos. Aparece un déspota oriental que corta cabezas y eso resulta irresistible para los burgueses que van a verlo, como si, siguiendo el modelo freudiano que interesaba a Mann y a Zuleta, algún anhelo inconsciente se satisficiera en las atrocidades de ese déspota oriental. La visión de los europeos con la guerrilla es la misma, las personas mediocres y aburridas sueñan con ser héroes de grandes misiones históricas y en ellas se encuentran forzando a los de arriba a obedecerles. En el plano personal es psicológico, pero sólo podemos verlo como cuando el profesor se encuentra con una infestación de piojos en su clase, es un hecho vulgar que la gente vulgar tenga una pasión vulgar. Lo interesante es el conjunto, lo que muestra eso de decadencia, de desmoralización, como ya dije: el hecho de que la medida de una sociedad la den los individuos más vulgares, envidiosos y desaprensivos, el hecho de que llegue a darse esa simpatía por los terroristas y tiranos del tipo de las FARC y Chávez.

La integración de los inmigrantes en Europa es complicada por eso mismo, por la antigüedad de Europa, por el apego a un esplendor que cada día queda más lejos: como esas personas cuyos bisabuelos fueron próceres o ministros, se aferran a una superioridad que sólo podrán mantener a punta de violencia. Pero a su vez eso generará un retroceso de Europa y una pérdida de peso en la sociedad global.

Gracias por participar.


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Anónimo 10.23 AM.

Por nada del mundo se puede esperar que el grupo que convocó la marcha vaya a liderar otras iniciativas. Éstas tienen que proponerse en otro contexto, aunque ciertamente dirigidas a la sociedad que participó. El sentido de mi post es precisamente esperar que el gobierno lo hiciera, pero con lo que salen es con el chorro de babas de la reelección, que si no lleva a alguien de la alianza POLO-Partido Liberal en 2010, lo llevará en 2014.

Lo de no meterse en política tiene un sentido profundo y no se resuelve diciendo que ya se metieron en política. Es como cuando un carro no arranca y va uno con sus amigos por la calle y lo ayuda a empujar, eso no quiere decir que sepa de mecánica y vaya a remediar los problemas del carro.

La torpeza del gobierno es una tragedia, así como la ausencia de políticos con ideas: tanto el referendo como la constituyente como muchas otras medidas serían buenas excusas para que un candidato alternativo se lanzara, aun contra Uribe. El problema está en que toda la oposición baila alrededor de Chávez, pero eso es casi ventajoso: si otro candidato se lanza contra Uribe y con las ideas expuestas, lo apoyaríamos y si después hay una segunda vuelta en que esté Uribe contra uno del PDA, puede que haya que apoyar a Uribe. Aunque a lo mejor ni siquiera pasa a segunda vuelta, no hay que despreciar a la sociedad, podría ser que el candidato alternativo (pero antichavista) hasta disuadiera a Uribe de presentarse.

Lo que no podemos hacer es cargar de tareas a quien ni puede ni quiere dedicarse a eso.


At <$Comentarios$>, Apelaez

Bueno y como es el cuento de la lucha antiterrorista urbana? Bastará con esgrimir ideas de izquierda, si se quiere de izquierda anti-sistema, para ser llevado a las mazmorras como medida preventiva?


At <$Comentarios$>, Anónimo

Es la dulce hora de justificar con la marcha, la barbaridad de un rescate de los secuestrados a sangre y fuego.

Amanecerá y veremos.


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Brabonel, pues ya empiezan los errores con la reelección. Es preferible un sucesor mediocre que un caudillo cambiando la ley cada vez que le conviene.


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

La Colombia que no claudica: tiene toda la razón, lo importante es que sea tanta gente que se pone de parte del sistema democrático. Señal de que la prédica de los medios ha fracasado.


At <$Comentarios$>, la colombia inclaudicable (lci)

... y la importancia de los medios alternativos como estos. Adelante Jaime.