viernes, 3 de agosto de 2007

La absurda ley

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
myances@msn.com

Los ingenieros y arquitectos están acostumbrados a que ninguna obra humana es perfecta, siempre es factible mejorar los inventos, y las construcciones. También los artistas (escritores, pintores, escultores y compositores entre otros), encuentran aspectos que el común de la gente no percibe, que le permitirían mejorar la creación.

Por lo tanto en la evaluación de tales creaciones, inventos y construcciones, siempre habrá un balance entre el todo y los detalles, que determina finalmente su aceptación o su rechazo.

Con las leyes y su aplicación sucede igual. No son perfectas; los hombres le buscan la “caída” para violarlas. La ley escrita y la correspondiente aplicación de justicia de la que se enorgullecen los países mas civilizados, contrasta con la de los pueblo más atrasados, que sin tenerla (está sobreentendida, o tácitamente pactada entre todos) produce mejores resultados en la cohesión de la organización social.

Algunos autores atribuyen la capacidad de engañar y hacer trampas, no a falencias de las leyes, sino a la mayor evolución del cerebro humano. Según esa teoría, no es que la ley escrita sea menos perfecta que la tácitamente aceptadas por la sociedades menos evolucionadas (pensemos en las tribus, por ejemplo) sino que al ser los hombres de la ciudades mas evolucionados están mejor dotados para burlarla.

Sea como sea, la culpa parece tenerla un principio jurídico que establece que “al ciudadano todo le esta permitido mientas no esté expresamente prohibido por la ley”, principio que excluye la vergüenza y el repudio como reguladores primarios de la conducta; mientras que “al empleado público nada le esta permitido, sino está expresamente permitido en la ley” que limita la iniciativa, que si tienen los particulares.

Esta extraña paradoja (exceso de libertades para unos, prohibición de la iniciativa para otros) encierra una excesiva valoración de lo escrito -que representa lo humano- sobre lo ético y lo moralmente aceptado por la organización social, que es lo divino; y “ahí fue Troya”.

La ley escrita nunca podrá superar la que las organizaciones sociales van creando y aceptando en su cotidianeidad; cuando más se convertirá en un intento de codificarla y registrarla, para enseñarla, difundirla e imponerla. En otras palabras, si bien es necesario escribir las leyes, lo valioso es su espíritu, que es el reflejo de lo que la sociedad considera justo y necesario, y lo que le ha dado origen.

A la luz de estas reflexiones, es incomprensible que quienes violan todas las leyes y los principios que cohesionan la sociedad, sean mejor tratados por la justicia que quienes exponen sus vidas primero, y luego su libertad, en defensa de la de los demás. Son exabruptos que no encajan en la conciencia ciudadana, debilita las instituciones y desestimula a quienes las defienden, aunque se escriba y se acepte que jurídicamente se esté procediendo en derecho.

En la evaluación de las operaciones militares -como lo habíamos dicho para las creaciones, inventos y construcciones- siempre debe haber un balance entre el todo y los detalles, que determine finalmente su aceptación o su rechazo. Seguramente la sociedad toleraría algunos errores, siempre que estén orientados a conseguir el bien común.

En la que recuperó hace 21 años el palacio de Justicia, por ejemplo, muchos fueron asesinados por los guerrilleros, y unos pocos desaparecidos estando en poder de los militares (censurable) pero no tiene sentido que el Estado sea mas benévolo con los asaltantes a quienes se les aplicó el concepto de “perdón y olvido”, que con los militares que están siendo sometidos a juicio. Como tampoco que se indemnice a los familiares de los que murieron en la operación y no a quienes se encuentran desaparecidos.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

3 Comments:



At <$Comentarios$>, Anónimo

Estoy absolutamente de acuerdo, y lo mismo pasa con los paramilitares, que deben ser considerados como delincuentes políticos igual a como son considerados los guerrilleros, por que unos son ahora senadores y los otros que nos defendieron del terror del M19,tienen que ser juzgados la ley es para todos si hay perdon y olvido para unos lo debe haber para los otros.


At <$Comentarios$>, Argos

lo que creo yo es que finalmente debe llegar a reconocerse que tanto los unos como los otros son una caterva inmunda y pestilente de vulgares asesinos.


At <$Comentarios$>, Camilo Andrés

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Fue publicada el 31 de Julio de 2007