viernes, 17 de agosto de 2007

Desempleo

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
Especial para Atrabilioso.
myances@msn.com

El empleo (el trabajo, o los ingresos de sus ciudadanos, quedaría mejor dicho) es en última, el tema más importante en un país. Si todos tuvieran trabajo e ingresos para vivir al menos modestamente, muchos de los males del mundo desaparecerían.

El primer paso para lograrlo es crear riqueza (o tenerla en el suelo como los países del medio oriente) para luego distribuirla a través del empleo, cuando el crecimiento vaya acompañado de mas empleo, y no de mayor productividad o automatización, por ejemplo; o apropiándose de ella a través de la tributación, para redistribuirla en forma de asistencia social.

Pero los países se compiten por atraer puestos de trabajo, y para se exitosos en esa lucha hay que crear estímulos y ganar en competitividad: 1) reduciendo la tributación, pero si mucho, ¿qué se reparte entonces?; 2) desarrollando infraestructura de transporte, comunicaciones y de servicios públicos buenos y eficientes, ¿de dónde sale el dinero? y 3) reduciendo los costos laborales y el poder adquisitivo de la moneda, pero ¿qué se puede comprar entonces con lo que se gana?

Esa es la gran disyuntiva, pero no hay otra formula diferente a la de dosificar todo lo anterior. La otra estrategia -el Estado empleador- conlleva exceso de burocracia, ineficiencia y corrupción.

Pero detrás del fenómeno del desempleo se esconde otro mayor: que la gente no quiere emplearse. Primero porque pierde su libertad, tanto en movilidad como en la capacidad de tomar decisiones; y segundo, porque es poco lo que se gana y mucho lo que se pierde en asistencia social.

Eso lo puedo decir sin temor a equivocarme de nuestra gente Caribe, porque aunque rudimentariamente, uno hace sondeos de opinión. No del resto del país porque son otras idiosincrasias, pero podría explicar por qué tantos puestos de trabajo en la ciudad están siendo ocupados por personas de otras regiones.

Recién hablando con un lanchero que tenia en venta su la lancha, le propuse que se la compraba y el podría seguir trabajándola para mi. Según mi perspectiva ese era un buen negocio para él: recibía una buena suma de dinero con el que podría levantar una modesta casa, y continuaba con su trabajo.

Tal vez no iba a ganar lo mismo, pero ese que podría ser el tema a discutir, ni siquiera fue considerado por él. Me respondió que no aceptaba: “mire, compa –me dijo- yo ahora termino mi trabajo (eran las 2 de la tarde y se había ganado 50 mil pesos) y me voy a festejar el día del padre. Si fuera su empleado no podría hacerlo, tendría que cumplirle un horario, o haber logrado una cuota que usted me exigiría.”

El negocio era entonces –supuse- venderme la lancha mas cara y comprarse otra, con lo cual se ganaba unos pesos extras, mantenía el trabajo, los ingresos y la libertad. Nada de eso podría hacer si fuera empleado.

Lo cierto es que hay tareas que son desagradables de realizar, y otras que aunque sean agradables, repetidas “ene veces” se vuelven monótonas y aburridas: son las que quienes pueden, sistematizan y delegan. Entre las pocas que se salvan están las relaciones sociales, y las artes y los deportes, hasta que se comercializan.

También hay gente para todo, me dirán, y eso es cierto. Hay personas que se sienten mas seguras y útiles haciendo cosas monótonas, y hay muchos grados de monotonía, pero nuestra gente es por naturaleza –sostengo que es culpa del mar- alegre, creativa y amante de la libertad, y por lo tanto muy difícil de encasillar.

Además si los pocos puestos de trabajo que se crean en la ciudad son ocupados por personas de otras regiones, no afectan el censo que sirve de base para calcular el desempleo, y el índice no se afectará. En eso, otras regiones son más celosas que la Costa Caribe.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

Comments:



At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Miguel, ese tema del empleo da para muchas discusiones. No puede ser el tema más importante de un país porque en tal caso Cuba y Corea del Norte serían países ejemplares y todos los de Occidente serían países con problemas. Tampoco parece muy sensato distribuir la riqueza a través del empleo, ni oponer el crecimiento basado en el empleo y el basado en la productividad.

En general el trabajo es un esfuerzo que sería preferible no hacer. Si el resultado de ese esfuerzo se puede multiplicar gracias a la técnica, SIEMPRE será una buena noticia. Si un solo obrero produce las camisas que antes producían mil obreros se puede decir que se ha librado a esos mil obreros del trabajo de hacer las camisas. De algún modo en el futuro los trabajos pesados estarán excluidos de la vida humana. Es la mejor noticia para la humanidad necesitada.

Reducir la tributación por dar trabajo debería ser una meta razonable de cualquier política económica sensata. Si gracias a que trabajar no es perseguido fiscalmente tal vez no haya de dónde repartir, pero tampoco el ejército de mendigos que lo piden. Lo mismo para los programas de asistencia que para otros como la educación básica o la construcción de infraestructura los recursos pueden salir de los recursos del subsuelo, del IVA o de algún impuesto progresivo sobre la renta personal (no principalmente sobre la de las empresas). Las fluctuaciones de la moneda no determinan la prosperidad o la miseria de un país, si el dolar estuviera a 3.000 pesos habría sectores que se beneficiarían en lugar de otros, pero la economía colombiana podría estar más o menos igual.

El resto de la entrada es particular. No sé nada de la indiosincracia costeña (aparte del lugar común: "costeño trabajador busca pereirana virgen"), pero no creo que haya un grave problema en la pereza de la gente. Tendría que haber verdaderamente oferta de empleo que no se cubre para pensar que eso es algo determinante. La independencia del lanchero, incluso para gastarse el producto de la venta en juerga y volver al rebusque después, no puede ser cuestionada de ninguna manera: las sociedades de mercado se basan en la idea de que la gente será capaz de escoger lo que más le conviene.

Lo interesante para mí es la cantidad de elementos que obstruyen la contratación: trámites, impuestos a las empresas, parafiscalidad, dificultades para obtener créditos, salario mínimo... Si fuera fácil crear empresas y contratar gente, seguro que si en alguna ciudad no surgían los empresarios pero sí había gente necesitada de un salario, los empresarios llegarían de fuera.

Es decir, el problema de las particularidades culturales es secundario si se piensa en la falta de incentivos para el trabajo. Si alguien prefiere ser pobre porque no quiere hacer grandes esfuerzos trabajando nadie debería reprochárselo. Pero en Colombia el esfuerzo de los que trabajan es muy mal recompensado por el desvío de recursos hacia el Estado y sus clientelas.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Para el superman enrevesado.
Tipica forma de pensar de un oligarca explotador. Que barbaridad tener a estos hominidos en este país. Esta forma de pensar del explotador es lo que genera violencia y luego se aterran de los niveles de esta. Que barbaridad!


At <$Comentarios$>, Anónimo

Los extremos son dañinos, de ahi que la tal polarizacion sera siempre util para la violenciar, sin o con razon.

Y parece inevitable en toda sociedad y a traves del tiempo es reproducible. Que los matematicos muevan el cerebro, lo expliquen con ecuaciones de su preferencia, y nos lo traduzcan a lenguaje comun y corriente. Sera aplicable a la economia?

Notica: ahi tienen tema de postgrado aquellos que necesitan uno, que tienen el cerebro privilegiado para los numeros, y que segun las voces tiene una composicion de dos polos geneticos, X,Y.

Miguel:

En su ejemplo veo al inversor en busca de multiplicar su apreciado sinero, con la compra de un negocio con potencial.

En el lanchero, veo a alguien recursivo que se ideo uno y que a pesar de sus limitaciones mantuvo activo para el sustento minimo. Este lanchero obviamente tiene aspiraciones y experiencia de las que tambien quiere capitalizar.

Dos iniciativas con potencial, pero se dejan permear por el medio corrupto, se incuba aun mas la desconfianza y la polarizacion (divide y conquistaras) y los tiburones-pirañas (jajaja....) se los tragan a ustedes dos.

Y todo por mover el cerebro para el bien.

Que queda entonces?

Yo creo que estamos en el periodo de la esclavitud moderna, y que ironicamente el siglo del desarrollo y de la maxima expresion y realizacion del individuo ha resultado en so, esclavitud moderna!

La pregunta es si la raza humana tiene la capacidad que dice tener para superar lo denigrante ya vivido.

Sr Ruiz, la automatizacion es necesaria, pero se tiene que balancear, y por mucho que se comente y documente de sus beneficios, queda una masa humana rezagada si esta no se hace parte de la sociedad. Y de verdad, no de propaganda.

Esa masa tiene que sobrevivir: incluyendo la violencia.

La paz... es el balance... y este la propsperidad, la razon de vivir la vida al maximo. Ni siquiera se necesita de drogarse para ser feliz asi.

El lanchero es sabio!