lunes, 9 de julio de 2007

El si condicional

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso

Dice la Real Academia que la palabra si, en uno de sus usos, denota condición o suposición en virtud de la cual un concepto depende de otro u otros. En otras palabras, que un hecho depende específicamente de que ocurra o no otro. A eso lo conocimos hace años (ignoro si ocurre actualmente) como el si condicional.

La carta de Gustavo Petro a Carlos Gaviria puede ser interpretada de muchas maneras, pero hay una parte que merece un análisis por ser una carga de profundidad contra el mismo Polo Democrático Alternativo.

Petro dice al finalizar la carta,: “Las FARC deben entender que ningún militante de la izquierda democrática de Colombia y el mundo les apoya si continúan su marcha de violencia y de muerte.”

El si condicional puede pasar desapercibido después de la andanada del actual Senador contra los violentos, contra el Gobierno e incluso contra el mismo PDA. Sin embargo ahí está, en todo su esplendor, para describir una de las grandes preocupaciones de los colombianos frente al Polo.

Dice Petro que ningún militante de la izquierda democrática apoya a las FARC si (el si condicional) continúan con la violencia en el país. Esto significa que si las FARC decidieran abandonar la violencia y el secuestro, entonces de inmediato recibirían el apoyo de la izquierda democrática colombiana.

Ni más ni menos: el Polo entraría a respaldarlos por dejar de cometer crímenes y seguramente ese apoyo incluiría el acoger las doctrinas antidemocráticas que han promulgado las FARC durante más de cuarenta años. De hecho el Polo recogió, en el programa de gobierno de Carlos Gaviria, los planteamientos de las FARC. Así mismo, en su Congreso programático recibió con los brazos abiertos a Yesid Arteta, terrorista de las FARC que cumplió su condena pero NUNCA se desmovilizó ni renegó de la agrupación terrorista.

Total, al Polo no le queda difícil oficializar “acuerdos programáticos” con las FARC ni mucho menos convertirse en una tribuna para que asesinos que hicieron un receso en sus brutalidades, tengan espacios para sus planteamientos políticos.

Preocupa además la actitud que asumiría el Polo frente a un hipotético abandono por parte de las FARC de la violencia y del terrorismo que han practicado durante décadas, pues que decidan de un momento a otro dejar de cometer crímenes, no implica que el país vaya a borrar de tajo la historia de las atrocidades que el grupo terrorista ha cometido en Colombia.

De igual forma, que las FARC hagan un receso criminal no implica bajo ninguna circunstancia que la justicia colombiana deba suspender sus indagaciones y los procesos que adelanta en contra de los terroristas, pues eso implicaría de inmediato que el Tribunal Penal Internacional abocara el conocimiento de los crímenes de lesa humanidad que han cometido.

Lo evidente es que el si condicional de Petro a las FARC es una autorización tácita para que el grupo terrorista siga delinquiendo, secuestrando, asesinando y torturando, pues finalmente con el solo anuncio de la suspensión de los crímenes podrían hacer parte de una fuerza política y optar por el poder antidemócrático en cuya búsqueda han regado de sangre, destrucción y muerte al país.

Dice Petro en la carta que “la absurda política adelantada por los violentos está a punto de hundir la Constitución”: ¿será que ese apoyo que él promete en caso de que dejen la violencia no es arrasar con la Constitución y con el país?

Posteriormente el senador del PDA señala que “cree que para la opinión pública no es suficientemente clara nuestra posición respecto a las FARC. Pese a que en nuestros estatutos condenamos la violencia como forma de resolver los conflictos sociales y políticos del país, la sociedad colombiana no encuentra definidos totalmente los hechos que nos separan de las FARC”. Pero el si condicional, y el párrafo que lo incluye, deja más clara la posición respecto a las FARC y distancia al Polo de la supuesta condena a la violencia que tiene en sus estatutos, pues no es solo el discurso de condenar, sino la actitud que se asume en el castigo a los culpables de crímenes de lesa humanidad y evidentemente, por lo menos, esa actitud es complaciente.

Además, ese si condicional ubica al Polo, y a Petro concretamente, en una posición de pasar por alto más de cuarenta años de historia de violencia y terror en que han sumido las FARC al país y deja un sabor de impunidad y de mentira que contrasta con la supuesta búsqueda de la verdad que tanto proclama.

Lo que si hay que reconocerle a Petro es su voluntad de adelantar un debate sobre las relaciones FARC con la clase política del Caquetá: ojalá en ese debate también se incluyan las reuniones que se produjeron en 1998 de algunos políticos con los altos dirigentes de las FARC, SIN AUTORIZACIÓN DEL GOBIERNO, para torpedear iniciativas populares que en esa época se estaban ambientando en el país.

Eso también deberá formar parte de la verdad.



El liberal colombiano: ¿Adiós a María Emma?
El hormiguero de Cali: Samaritanos de la calle.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

14 Comments:



At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Jaime, no puedo compartir en absoluto el sentido de este post porque parte de ver una amenaza donde otros vemos una promesa, olvidando lo que ocurre ahora, que ciertamente es mucho más grave que lo que anuncia Petro.

A mí la desmovilización de las FARC a cambio de impunidad y su integración en una fuerza chavista me parece algo completamente deseable, y el planteamiento de Petro realmente promisorio. ¿En qué empeora la situación actual? Querría decir que la "izquierda" que saldría de la unión del PDA y las FARC entraría en el juego electoral y propondría su programa a la sociedad sin presiones ni amenazas.

Lo que ocurre ahora es que las FARC masacran y secuestran gente y el PDA cobra esos hechos. ¿O qué es la "solución negociada"? ¿O qué es el "intercambio humanitario"? Ambos conceptos forman parte del programa del PDA y de la declaración política de su último congreso.

Lo que me parece a mí es que ese documento de Petro no cuenta con respaldo mayoritario entre los miembros del PDA y de ninguna manera tiene más valor que el programa ni que la declaración política. Y el aspecto liquidacionista de ese apoyo condicionado no será aceptado de ninguna manera por las FARC.

Pero si el PDA adoptara la propuesta de acoger a las guerrillas y promover su impunidad al tiempo que pide su desmovilización (que es en últimas lo que va implícito en la carta) sería el paso decisivo hacia la democratización de Colombia y sin la menor duda habría que saludarlo. Nada de eso ocurrirá en el corto plazo, el clientelismo armado y la industria del secuestro generan todavía demasiado poder y demasiadas rentas como para que los amigos de las FARC acepten la democracia.

Lo que me parece a mí es que por fuera del mundo comunista y afín hay una enorme hipocresía en la sociedad y la gente deja pasar las palabras eufemísticas como fingiendo que los que condenan los asesinatos de civiles (cosa que por lo demás no cuesta nada ni cambia nada) y de paso aprovechan para alentar el de militares y policías (DIH, delito político, etc.) son personas decentes de las que nos separa alguna opinión pendeja, alguna coma mal puesta.

Esa distracción hipócrita o frívola es más grave de lo que parece, por mucho que sea tedioso repetirlo tanto: los que divulgan la falacia del "conflicto" no son menos asesinos que los peones que lo viven. Sólo son de estrato más alto. Parece que es lo único que interesa a los colombianos.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

PARA JAIME RÚIZ:
Evidentemente veo una amenaza por varias razones: el premio que obtendrían las FARC por sus desmanes sería una tribuna política y para participar en ella simplemente tendrían que suspender su accionar, haciendo borrón completo de más de 40 años de destrucción y muerte.
Y veo amenaza porque Colombia quedaría sujeta a repetir la historia, posiblemente con diferentes actores, ante la ausencia de principios elementales como verdad, justicia y reparación. Eso me parece igual de grave a lo que ocurre actualmente, pues generaría nuevas espirales de violencia y sumiría al país en varias décadas más de muerte.
Fíjese que usted señala que la "izquierda" que saldría de la unión del PDA y las FARC entraría en el juego electoral y propondría su programa a la sociedad sin presiones ni amenazas. Sin embargo, ¿qué pasaría si esa coalición no recibe el apoyo popular y son despreciados por los electores? Me temo que se retirarían del juego político y recurrirían a las armas, con más sevicia, pues su es claro que el propósito de poder de las FARC es antidemocrático y una derrota democrática sería un nuevo aire para el accionar terrorista.
De otro lado, evidentemente la carta ha recibido fuertes críticas de Carlos Gaviria y de Robledo, aunque no veo el aspecto liquidacionista en el documento, pues sería más bien un receso de acciones violentas para acceder al poder y destruir lo poco que tenemos de democracia.
Así las cosas, no soy tan optimista como usted en ver el tema como un paso decisivo hacia la democratización, pues eso implica acatamiento de las reglas del juego y asumir como última palabra la decisión popular.
Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Anónimo

La frase que analizas, además quiere decir que antes de los últimos actos de violencia (si continúan con…….) si las apoyaban.

MIGUEL


At <$Comentarios$>, Gmar

Tengo que mostrarme de acuerdo con lo que plantea Jaime Ruiz: Un organismo sano puede darse el lujo de no utilizar un medicamento con efectos secundarios, pues su no uso no representa peligro para su vida, pero un organismo enfermo con una infección bacteriana sistémica, por ejemplo, que hace peligrar su vida, necesariamente tiene que apelar al medicamento para salvar su organismo, aceptando el daño colateral que pueda sufrir.

Si Colombia estuviera en una situación normal, sin violencia ni narcotráfico ni corrupción, podría darse el lujo de rechazar cualquier medida que lleve consigo la impunidad, pero infortunadamente la situación es otra y muy delicada, no tiene mucho para escoger. Y ese es el error cuando se trata de evaluar medidas como la ley de justicia y reparación, que se quieren aplicar como se aplicaría a cualquier país en estado normal, olvidando que por ser una situación especial, amerita un tratamiento especial.

Así que con tal de salvar el organismo (el país en este caso) hay que permitir medidas que lleven consigo gigantescos sapos que hay que tragar. Históricamente, en todas las desmovilizaciones ha habido impunidad, y ese tema lo tratamos a propósito de los paramilitares. Igualmente, una supuesta desmovilización de las farc llevaría consigo altísimas dosis de impunidad, inevitablemente. Pero es el precio que hay que pagar para obtener la paz. La otra, someterlos militarmente, si tiene éxito, no sería en menos de 15 años, no porque las farc sean fuertes sino por la características especiales de la modalidad militar de la guerrilla que dificulta su ubicación y por ende la confrontación directa. La guerrilla y el gobierno (el país) es como el león y las moscas volando alrededor de su cabeza: Ni el león puede acabar con la molestia de las moscas, ni las moscas pueden acabar con el león.

Ahora, si ocurriera el caso que menciona de que al ser rechazados por el pueblo, regresen al monte, pues sería más fácil no perderlos de vista y ahí si acabarlos militarmente


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Jaime: el aspecto liquidacionista es la renuncia a reivindicar la solución negociada. Si no se va a negociar el orden legal con las guerrillas, éstas pierden su objetivo político declarado. Pueden querer tomar el poder, pero no es lo que dicen. Y si el PDA dijera que no aceptará ningún gobierno que no salga de las urnas las FARC se quedarían en una minoría ínfima. El problema colombiano es que el PDA pide abiertamente el reconocimiento del poder guerrillero y el resto de la sociedad esconde la cabeza y se queda como en tiempos del Caguán haciendo las cuentas de lo que sacaría de provecho en un caso así.

Y no, no volverían al monte por la sencilla razón de que la desmovilización le daría una ventaja increíble al Estado en el control del territorio. En este siglo las aventuras guerrilleras están mandadas a recoger y de hecho no hay conflictos con guerrillas en ninguna parte de Latinoamérica. El camino de reinserción de las guerrillas fue el que se siguió en El Salvador.

Hay algo de tu último post que resulta terriblemente "guerrerista". Das por sentado que la derrota de la guerrilla es segura y que vale la pena pagar ese precio. Pero precisamente el poder de presión de todo el "establecimiento" (la parte de la sociedad que se esperanzó con el Caguán) demuestra lo contrario. En cierto momento el Partido Comunista obtuvo 22.000 votos. Ahora una fuerza controlada por ese partido consigue 120 veces más. A medida que pasa el tiempo la facción afín a la guerrilla expande su poder a la sociedad haciéndose portavoz de nuevas clientelas.

Eso por no hablar de los "países amigos", de los vecinos, de los demócratas estadounidenses... Y en todo caso para que la mayoría del PDA acepte eso que propone Petro faltan varias décadas. Lo que me inquieta es que se viva en medio de eso sin querer verlo. ¿Cómo se explica la unanimidad de la prensa en el "acuerdo humanitario"? Hasta un niño se da cuenta de que se trata de tirar un balón de oxígeno a las FARC. (Creo que Gmar planteó bien la cuestión.)


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

PARA MIGUEL:
Es una interpretación adicional que me parece válida.
Un abrazo.

PARA GMAR:
Coincido con usted en que los absolutos son imposibles en condiciones normales y absurdos en condiciones complejas como las que vive el país. Sin embargo, recordando la doctrina Jojoy, cualquier acción que les permita la conquista del poder (negociaciones, concesiones, acercamientos, acuerdos programáticos,etc.) son solo mecanismos que ellos consideran transitorios.
Verá: yo no veo a las FARC aceptando las reglas de juego de la democracia y por tal motivo, si se les concediera total impunidad, nada de verdad y ninguna reparación; eso conduciría simplemente a una nueva frustración de la nación, porque una vez el electorado se pronuncie en contra, no tendrán ningún inconveniente en volver a recurrir a sus acciones de terror.
De esta manera, aceptar que ellos dejen (temporalmente) la acción armada y hagan un intento político gracias a la total impunidad, solo conducirá a una farsa y al recrudecimiento de la violencia. Es que la doctrina Jojoy dice que incluso después de ellos conquistar el poder, la violencia no terminará y que a Colombia le esperarían años de guerra.
Sin embargo, los planteamientos que usted hace los encuentro válidos y pertinentes, porque ven el asunto a mediano y largo plazo.
Gracias por sus comentarios.

PARA JAIME RUÍZ:
No conocía el aspecto liquidacionista y me parece que es fundamental a la hora de analizar el tema.
Su hipótesis sobre el retorno a la violencia es una visión a largo plazo, muy válida, aunque mientras el Estado combate por el control del territorio se presentará una nueva escalada de sangre y muerte. Sin embargo a futuro evidentemente lo que usted señala es lo que ocurriría, siempre y cuando la nación esté dispuesta a no claudicar también en ese tema.
Muy importante aclarar que no tengo una visión guerrerista del asunto. Es más: veo con preocupación cualquier desenlace del tema, ya sea por la vía negociada, o por el receso de acciones terroristas o por la vía militar. No creo que la derrota de las FARC sea segura (solo con el componente militar) y estoy convencido de que eso debe terminar con un acuerdo político (ya sea rendición o negociación).
Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Jaime, bueno, creo que no se entienden bien las cosas. Fíjate en este párrafo tuyo:

Dice Petro que ningún militante de la izquierda democrática apoya a las FARC si (el si condicional) continúan con la violencia en el país. Esto significa que si las FARC decidieran abandonar la violencia y el secuestro, entonces de inmediato recibirían el apoyo de la izquierda democrática colombiana.

El "apoya" de la primera negrita es una mentira: la llamada izquierda sí apoya a las FARC. La novedad es que según Petro no lo deben hacer "si" "continúan...", la segunda negrita. Es decir, deben dejar de matar para que los apoyemos. Pero insisto en que sí los apoyan (cuestión que explico después). Lo correcto sería si siguen con la violencia no los apoyamos más. Eso es lo que es una novedad importante.

Tu frase que sigue a la negrita es muy interesante: también crees que el PDA no apoya a las FARC y que si se desmovilizaran sí lo haría. Eso es lo que me parece un error. De todos modos el PDA apoya a las FARC y está entreverado con ellas, el problema es si están por la desmovilización o por la continuación de la guerra.

El comunicado que emitieron con ocasión de la masacre de los diputados decía (punto 5. cito de memoria): "todo este dolor debe hacernos admitir que sí hay un conflicto armado que requiere una solución negociada".

El "si" condicional también está ahí, tácito. "Paz, pero con justicia social". "No te apuñalo, pero sueltas la billetera". "Ya ven lo que pasa por no resolver el conflicto". "Admitamos que hay conflicto y sentémonos a negociar".

Es decir, hay una propuesta de Petro a su gente: "No apoyemos más a las FARC si no dejan de matar y secuestrar". Eso es opuesto a la del comunicado: "Las FARC tienen que seguir matando y secuestrando porque el gobierno no quiere admitir que hay un conflicto y hace falta que todos entiendan que es así y que sin negociación no se podrá resolver nada".

Dices: "aunque mientras el Estado combate por el control del territorio se presentará una nueva escalada de sangre y muerte". Bueno, eso ocurre de todos modos, la diferencia es que la carta de Petro plantea un abandono del apoyo a esos crímenes por parte del PDA. Y si tuviera éxito dentro del PDA sería un golpe definitivo para la parte maximalista de las FARC.

Lo que pasa es que te escandalizas de que de algún modo Petro diga: "Si las FARC dejan de matar y secuestrar (y de ahí a desmovilizarse hay realmente muy poco, pues ¿para qué seguir movilizados si no van a matar y secuestrar y no obtienen ni siquiera impunidad de una negociación), las apoyamos" (es decir, "las seguiremos apoyando"). Y lo escandaloso es lo que dice el resto del PDA ahora. No dicen que apoyan a las FARC sino que les reprochan matar civiles y hasta secuestrar. Sólo que en absoluto les piden que desistan. Petro es el primero del PDA que se atreve a poner una condición para seguir con ellos: que desistan. Eso es lo novedoso.

Cuando hablas de "acuerdo político" de nuevo entras en el campo del lenguaje equívoco. ¿Qué es acuerdo político? Todos los acuerdos son políticos. Sólo que esa palabra se usa para aludir al premio de las masacres, y eso es lo único que hace que sigan, la esperanza de las FARC de que lo obtendrán. Lo único que se puede negociar con las FARC son las condiciones en que se desmovilizarán, incluso con garantías de impunidad. Los "acuerdos políticos" son generalidades que fácilmente obran como falacias asesinas.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

PARA JAIME RUÍZ:
Yo quiero pensar, muchas veces lo hemos hablado, que no se puede generalizar en cuanto a un término tan amplio, si se quiere tan incluyente de múltiples, diversos y hasta contradictorios sectores; como lo es lo que se aglutina en izquierda democrática, aunque las evidencias son cada vez más concluyentes.
De otro lado la carta de Petro podría considerarse novedosa, aunque la válida interpretación que usted ofrece deja en claro que existe en el mismo documento un conflicto, porque establece y acepta el vínculo del PDA con las FARC. Y hablo de contradicción porque el mismo Petro dice que “Pese a que en nuestros estatutos condenamos la violencia como forma de resolver los conflictos sociales y políticos del país, la sociedad colombiana no encuentra definidos totalmente los hechos que nos separan de las FARC”.
Con su interpretación, a la opinión le queda mucho más clara la posición favorable del Polo con respecto a las FARC, elemento del que están intentando huir, por lo menos en el discurso.
Es importante aclarar que el apoyo que veo que otorgaría el PDA llegaría a la oficialización descarada del acuerdo programático (lo que han intentado desvirtuar desde siempre) y dejaría de ser apoyo como tal para convertirse en maridaje: para mi la propuesta de Petro es como decirles a las FARC que si dejan de cometer atrocidades entonces dejarán de ser la amante para convertirse en la esposa.
De otro lado la perspectiva de la desmovilización de los cabecillas (muy distinta a la de los combatientes rasos) es prácticamente la oxigenación de todos esos sectores para proseguir más adelante con la guerra: yo no les creo ni les creería la intención de desmovilizarse.
Ocurre además que lo que usted señala como la propuesta de Petro a su gente, "no apoyemos más a las FARC si no dejan de matar y secuestrar" me parece de una gravedad extrema para el PDA, pues coincido con su interpretación y es el simple reconocimiento de lo que tanto han intentado evadir.
Es que yo veo esta comunicación con un propósito: intenta desligar al PDA de las FARC y consigue todo lo contrario. Esa aceptación es realmente novedosa y es el punto de mi post.
Sin embargo hay un punto que me confunde de su comentario: “si tuviera éxito dentro del PDA sería un golpe definitivo para la parte maximalista de las FARC. ¿La parte maximalista es el PDA? ¿Entonces la propuesta de Petro sería un suicidio del Polo?
De otro lado entramos a una diferencia fundamental dentro de lo que yo considero son las FARC: que dejen de secuestrar y matar no implica desmovilización porque está una de las razones que a mi juicio es fundamental para que sigan operando: el narcotráfico.
Obviamente hay múltiples posiciones del Polo que son escandalosas, entre otras las que usted enumera y con las que coincido plenamente, pero el principio fundamental es que hay un reconocimiento tácito al apoyo (amantes) y al futuro si dejan de cometer crímenes (esposas).
Finalmente el concepto manipulado de acuerdo político, como usted acertadamente lo describe, es un escenario posible en Colombia y por eso, muy a mi pesar debo considerarlo, aunque el deseo es que se de solo un acuerdo de rendición con desmovilización y todos los demás elementos que usted señala.
Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Gmar

La carta de Petro no debe verse más que como una maniobra política dentro de la estrategia del Polo para lograr atraer a algunos votantes que en este momento pueden mirar con algo de simpatía al Polo pero que aún no se animan a votar por ellos, por la percepción de vínculo con las farc que el mismo Petro reconoce.

El lánguido comunicado del Polo a raíz del asesinato de los diputados, a pesar de decir menos y precisamente por ello, hace más visible esa simpatía. Se nota el cuidado al escoger las palabras para no condenar a las farc y sin disimularlo mucho se desvía hacia el discurso de siempre.

Aunque el Polo se perciba como una colcha de retazos en su conformación ideológica, terminara por asumir la que sus dirigentes tomen. No olviden que muchos de los que apoyaron a Fidel Castro jamás pensaron que terminarían metidos en el comunismo. Igual ha ocurrido con los seguidores de Chávez que ahora resultaron militando en un socialismo que hace unos años no imaginaban.

Sería una muestra de la mayor ingenuidad pensar que es real la desvinculación del Polo de las Farc cuando se necesitan mutuamente y van enfocados a una misma meta, sólo que saben que la palabra comunismo y Farc, asusta a las personas y la rechazan.

“Vayan ustedes por ese lado y nosotros por este, por el camino nos ayudamos y al final nos encontramos”, podría perfectamente ser unas palabras de Raúl Reyes a Petro. Definitivamente no creo en la sinceridad de Petro.


At <$Comentarios$>, Lully, Reflexiones al desnudo

Interesante el análisis desde el punto de vista gramatical. Esto me lleva a ser más cuidadosa con el uso de nuestro español, que entre otras cosas, me encanta.

En cuanto a la dualidad posible, hasta me gustaría saber qué haría el gobierno actual si las FARC abandonara (que no creo) esa parte oscura, ¿aceptaría ese arrepentimiento y los vincularía? Es una inquietud muy personal. ¿Sería capaz el Presidente Uribe de perdonar las FARC?

¡Recibe tu Jaime, mi afectuoso saludo con brisa suave nocturna desde Medellín!


At <$Comentarios$>, Jaime Ruiz

Jaime, eso de que el PDA ha intentado desvirtuar desde siempre su afinidad con las FARC es lo que no funciona. Lo que hacen es descalificar a todo el que señala esa afinidad. Algo como "Llámame asesino y te mato". Sólo hay que ver todo lo que dicen TODOS sobre el "conflicto" para ver que están en el mismo bando promoviendo los crímenes. No vaya a ocurrir como la cajera que acusa al atracador de este modo: "Vino un señor muy asustado a decirme que le diera toda la plata porque el de las gafas oscuras, que lo estaba vigilando, lo mataría si no le llevaba todo lo que había en la caja". Mejor dicho, no es que ellos oculten hábilmente su afinidad con las FARC sino que la gente no quiere verlo, como tú mismo reconoces en las primeras líneas de tu última respuesta.

Siguiendo con el ejemplo del emisario que habla con la cajera, es como si ese par reconocieran su amistad pero en lugar de atracar supermercados trabajaran. La desmovilización de los dirigentes pero no de las bases es otra cosa que no funciona. Sin duda habría escisiones "guerreristas" y demás, pero ¿quién mantendría a la tropa cohesionada y la autoridad de algún cabecilla sin la "legitimidad" del movimiento histórico, por lo demás en medio de la persecución militar y policial (mucho más fácil ante una tropa más pequeña y desmoralizada).

Lo del narcotráfico también es muestra de esa visión un poco clasista que cree que Colombia no es un país de seres humanos como los demás sino al revés: mandan los rústicos sobre los teóricos y unos bandidos pudiendo volverse legales y legítimos con miles de millones de dólares prefieren seguir escondiéndose y provocando la persecución por pura adicción a vender cocaína. A mí no me cuesta nada entender la lógica fascista de las FARC, lo que no puedo entender es la lógica que describí en las líneas anteriores.

Puede que las FARC proveyeran de sicarios a las bandas del narcotráfico, las cuales se matarían entre sí y corromperían a la policía, pero no tendrían una gran tradición y una retórica y una hegemonía en las clases altas para soñar con tomarse el poder. Es que sencillamente el problema en Colombia es que la llamada izquierda no quiere aterrizar en la democracia sino en un régimen como el cubano. Laura Restrepo lo decía resueltamente en una entrevista. Sólo por eso hay guerrillas. Perdón, no sólo por eso, también porque la sociedad se obstina en negarlo, como si alguien que tuviera el sida viviera convenciéndose de que las dolencias que experimenta son efecto del vudú. El PDA es el mismo proyecto político de las FARC pues manifiesta querer que se tomen decisiones reconociendo el poder de unos asesinos.

Y otra cosa: la idea de una negociación política era algo que hacía Pastrana sostenido por la prensa y con el resto de la sociedad expectante, al tiempo que se alentaba a las FARC para expandir su poder (sin hacerlo no tendrían nada que imponer). En todo caso, la constituyente de paz se intentó acordar a escondidas. Cualquier posibilidad de acuerdo negociado con las FARC de algo que sea más que el perdón es aliento a su actividad terrorista y también a resistencia del mismo género, pues es la legitimación del asesinato. La intransigencia al respecto es casi un deber, pues todos los gobiernos tendrán la tentación de ceder y todos fracasarán en cuanto tomen ese camino. Como el chiste del lord que le ofrece su castillo a la dama a cambio de una noche de amor. Una vez ella ha aceptado, le ofrece el precio de cualquier prostituta. "¿Por quién me ha tomado?". Eso ya está claro, ahora discutimos es el precio.

GMAR. A mí me cuesta mucho explicar mi visión porque uno de los rasgos de la mentalidad colombiana es encontrar las causas de los problemas fuera. Es muy simple, no existen las FARC. Sólo el PDA. En su interior hay muchas corrientes que viven peleando porque cada cacique tiene su ambición y su forma de ver las cosas. La adhesión clara a las FARC es el programa del PCC y de Carlos Gaviria. La ruptura lo es de otros. En 2002 consiguieron unir el Frente Social y Político con Vía Alterna (el M-19). Al cabo de pocos meses ocurrió que Garzón y Navarro firmaron una declaración contra el terrorismo que era de lo más blanda y que el mismo día salieron a desaprobar. Pero por haberla firmado el Polo Democrático se dividió y surgió Alternativa Democrática. Se volvieron a unir atraídos por el ascenso de los Garzones en 2003 y el apoyo de Chávez y demás. Ahora es evidente que la asociación que establece la gente entre PDA y FARC les quita ventajas electorales y Petro deduce que conviene más separarse. No es lo que quieren los de la antigua AD ni el PCC porque dejar a las FARC solas significaría dejar pasar todas las leyes que las perjudican y comprometerse a no defenderlas si la guerra arrecia. El engaño no puede ser tan infantil.

El verdadero problema es que no hay un partido de la democracia que haga frente al PDA. Las acusaciones sobre su afinidad con las FARC la establecen comentaristas sin público o el presidente en arrebatos de rabia, pero toda la gente debería conocerlas. Eso hace que la carta de Petro probablemente sólo sirva para que en un momento quede el matiz de diferencia PDA-FARC, sin que cambie nada en la conducta de ese partido.

Pero en fin, la carta de Petro habría que saludarla. No es raro que ningún columnista hable de eso. Es una grave amenaza de división del PDA, un poco en la misma línea en que se dividió en 2002 y por el mismo motivo. Y sólo puede ocurrir después de un fracaso claro en las elecciones.


At <$Comentarios$>, Anónimo

BRABONEL.

Hay que tener claro que la carta de Petro ocurrió un día o unas horas antes de la gran marcha, es decir, ya Petro contaba con un rechazo unánime al secuestro y a las FARC. Gustavo Petro es un radical dentro del Radicalismo de la Izquierda y por esa razón es muy llamativo que haga un llamado para que cesen los métodos siniestros como gancho para tomar el poder.

No cabe en la cabeza de Petro seguir en una lucha que no los llevara a ninguna parte. Por que si la sociedad sigue rechazando a las FARC cada vez con más fuerza (se comprobó en la gran marcha) la Izquierda Política no la tendrá fácil y lo mas posible es se convierta en un globo que no solo alcanzo su techo sino que comenzara a bajar. Ese es el escenario que percibe Petro y es el que le hace saber a sus camaradas en la carta, pero como dice Jaime Ruiz, aun el sector de la Izquierda Política que sigue convencido de todas las formas de lucha para conseguir el éxito es muy grande y en cada presión Internacional (mal llamados Países Amigos acompañados de otra gama de Países Europeos y los demócratas en EEUU) ven mas motivos para seguir matando, sin mencionar la presión Nacional que en verdad cada vez esta mas acorralada pero que se apoyara en la presión internacional (léase el editorial del día de ayer del periódico el tiempo) para seguir coleteando.


At <$Comentarios$>, Atrabilioso

PARA GMAR:
He notado también ese cuidado al escoger las palabras para condenar, no a las FARC, sino a los violentos en general. A eso se suma la terminología que utilizan, pues finalmente se pueden resumir como justificaciones para sus acciones terroristas.
Tiene razón: pese a las discrepancias ideológicas, los ejemplos históricos que usted aporta demuestran que a la hora de la verdad asumirán los designios de sus dirigentes.
Coincido también en la desconfianza ante Petro.
Gracias por sus comentarios.

PARA LULLY:
Por lo visto de Uribe, yo si creo que estaría dispuesto a aceptar ese arrepentimiento y una propuesta de desmovilización. Lo digo basado en el cambio de discurso en 5 años: cuando comenzó el periodo presidencial, Uribe tenía una posición radical y de exclusiva derrota militar contra las FARC. Sin embargo ese discurso se ha moderado y en varias ocasiones ha mencionado las puertas abiertas para emprender un diálogo. Claro que no será fácil y hay un asunto mucho más complejo: ¿Será capaz el país de perdonar a las FARC? Por lo visto con los paramilitares, eso, estimada Lully, es mucho más difícil. De hecho siempre he pensado que Colombia no está preparado para un proceso de paz y mucho menos para asumir las consecuencias y la reinserción de los violentos a la vida civil: pienso que prima la desconfianza y el miedo sobre una apariencia formal de paz.
Un abrazo y mil gracias por sus comentarios.

PARA JAIME RUÍZ:
Tiene razón: ellos descalifican a quien señala la afinidad. También coincido plenamente en su afirmación: no es que ellos oculten hábilmente su afinidad con las FARC sino que la gente no quiere verlo.
En cuanto a la desmovilización aclaro que la hipótesis incluye a dirigentes y bases, porque las motivaciones de unos y otros son diferentes. De hecho estoy seguro que la cohesión de la tropa actualmente es débil y eso se demuestra en el alto número de desertores y en los testimonios de los desmovilizados que hablan de baja moral y de una generalizada tendencia a huir, aunque la intimidación es la que prima para evitar ese desmoronamiento.
Sin embargo, yo veo a las FARC desde hace muchos años sin la “legitimidad” del movimiento histórico y mi percepción es la de un ejército que pretende mantener una fachada para ocultar sus actividades como cartel de la droga.
Además, la vida de los narcotraficantes termina siempre en huidas, caletas y escondites para evadir la persecución. Es que los cabecillas tienen millones de dólares en propiedades, ganado y bienes en general producto de sus actividades ilícitas y lo que buscan es, mediante una negociación, entrar a legalizar esos bienes y disfrutarlos: esa es la lucha que enfrentan.
Gracias por sus comentarios y por continuar con este interesante debate.

PARA BRABONEL:
Usted describe perfectamente el oportunismo de Petro. De hecho, como lo intenté exponer en el post, el Polo queda muy golpeado con la carta que deja a la agrupación política en evidencia.
Gracias por sus comentarios.


At <$Comentarios$>, Anónimo

El editorial de diario del tiempo con fecha del 9 de julio del 2007 en verdad es un desastre, por su contenido y por el momento histórico en que es editado ¿Qué pretende Enrique Santos con ese editorial? ¿Quedar al descubierto o enviar un mensaje a todas las bases? Lo que haya sido, fue un error garrafal, algo desastroso para ese periódico que no pasara desapercibido.