viernes, 22 de junio de 2007

Tv, desregular

Por: Miguel Yances Peña. Columnista de El Universal de Cartagena.
myances@msn.com

Hasta no hace mucho, la televisión era uno de los botines mas preciado de la torta del poder político en Colombia, y hubiera continuado así, de no ser porque la tecnología e intrépidos empresarios, rompieron el esquema.

A mediados de la década de los 80, un aumento de la potencia de transmisión de los satélites de comunicaciones y la reducción de la temperatura de ruido de los amplificadores (LNA) de microondas, hicieron posible sintonizar canales internacionales de radio y televisión con antenas parabólicas pequeñas y de bajo costo, y en consecuencia, los canales nacionales comenzaron a perder sintonía y poder político.

Las antenas individuales, comunitarias y colectivas fue el boom del momento y pusieron en evidencia, entre otras cosas, que el espectro –la excusa más común, por el misterio que encierra- ni los costos de capital, eran la barrera de ingreso a la industria, sino la fuerte regulación que impedía la creación de un mercado.

Recuerdo a Jaime Rendón, un inquieto ingeniero eléctrico, transmitiendo con la antena del televisor y sin amplificación adicional, películas de Betamax. Y a un grupo de radioaficionados (Jorge Vélez y Nicanor Buelvas) partidos de baseball, que recibían en una antena parabólica que ubicaron en Turbaco.

El fenómeno se generalizó tanto, que la presión estadounidense reclamando derechos de propiedad intelectual, forzó al gobierno a tomar cartas en el asunto. No hubo otra que organizar un mercado: se otorgaron licencias a dos operadores para que prestaran el servicio de TV satelital directa; se legalizaron empresas de televisión por cable que habían surgido; se creó la televisión regional y comunitaria, y se entregó en concesión la prestación del servicio terrestre de televisión, con cobertura nacional, a dos operadores.

Ante tanta competencia, las programadoras de la Televisión Nacional quebraron, y los espacios fueron llenados con programación cultural e institucional producida en el país, lo cual representó el inicio de una revolución educativa y cultural. Surgieron maestros, escuelas y nuevos empleos, entre otros, para camarógrafos, escenográfos, luminotécnicos, ambientadores de sonido, actores, productores, directores y libretistas; cayeron los precios y se incubó una gran industria nacional de producción de contenidos, que ya tiene fama y buena acogida a nivel continental,

Claro que se preservaron algunos privilegios, porque derrocar el poder de los monopolios es nada fácil: uno de ellos, permitir la integración vertical de la industria (infraestructura y contenido), pero se dio un gran paso a favor de la industria y el consumidor.

Pero la televisión no ha sido superada aún como medio para transmitir mensajes publicitarios, y eso actúa como un poderoso estimulo al desarrollo de nuevas técnicas que permiten abaratar costos, y multiplicar las formas de llevarla hasta los hogares. Nuevamente, cómo hace 20 años la reducción de la temperatura de ruido de los LNA´s produjo el primer revolcón, hoy la digitalización, la compresión, y el protocolo de Internet (IPTV) -si no se utiliza la regulación para crear barreras de ingreso- producirán uno mayor.

Para empezar, la nueva ley debería desregular al máximo; propiciar la ampliación de cobertura y de servicios, a los operadores de telefonía, cable e Internet, de manera que confluyan hacia la convergencia; obligarles a los operadores nacionales de televisión –si fuera necesario con cargo a las nuevas concesiones- a modernizar sus equipos para que por la misma portadora asignada, puedan transmitirse más canales, y en consecuencia forzar la separación entre propietarios de red, y programadores (una integración que nunca se debió permitir); y finalmente reducir la CNTV a lo que debe ser una Junta de Honorables Ciudadanos.

1 comentarios:

Atrabilioso dijo...

5 Comments:


At <$Comentarios$>, Mr. Scaramanga

Creo que el negocio de la television es afectado por la tecnologia, segun parece cada vez los televidentes dejan de ver tv, para dedicarse a internet, mas y mas.

Ademas a los canales privados, les toco hacer una inversiones pantagruelesca que casi los quiebra. Finalmente ahogaron la television estatal.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Cordial saludo Scaramagna

Creo que aqui mas alto que el costo de las inversiones, fue el de la conseción

MIGUEL


At <$Comentarios$>, Galo

Con tecnologías como IPTV tendremos nuevas opciones como la convergencia (que se ha venido dando pero todavía estamos en una etapa muy incipiente), la interactividad (escogencia de contenidos y horarios) y la posibilidad de subir contenidos propios y obtener ingresos con ellos (algo como youtube pero en TV). Es innegable que nuestras leyes están muy atrasadas en ese sentido (bueno, en realidad las de casi todos los países del mundo) y es necesario entender que la televisión convencional será un servicio más de telecomunicaciones (de hecho ya lo es)y debe ser regulado como tal. Por otro lado, la regulación de contenidos será cada vez más difícil al existir más opciones, al final ésta la terminará haciendo el público en la práctica. Saludos.


At <$Comentarios$>, Anónimo

Excelente coimplemento Galo. Si me autorizas te puedo citar en una proxima columna

MIGUEL


At <$Comentarios$>, Galo

Miguel
Claro que podés hacerlo, de hecho te lo agradezco. Saludos.